Copas
No tan distintos..
Dos equipos, dos arqueros. De un lado Keylor Navas y del otro Jan Oblak, quienes quizás tienen más cosas en común que en contra, aunque finalmente ambos tendrán la misma misión en la final de la Champions League y a su vez ambos intentarán quedar en la historia grande del Real Madrid o del Atlético de Madrid, respectivamente. Seguramente en lo que muchos coincidirán es que estamos hablando de dos de los grandes arqueros que tiene el planeta pero en ninguno de los casos estamos hablando del mejor. Ese puesto para muchos es para Manuel Neuer, sin embargo esa es otra historia.
El uno y el otro han tenido grandes actuaciones a lo largo de la temporada y una de sus principales coincidencias es que reemplazaron a grandes arqueros que marcaron en un caso una época y en otro un período absolutamente exitoso. Navas se hizo cargo de un gran reto al entrar en lugar de Iker Casillas, multicampeón con los Merengues y que sin lugar a dudas fue uno de los mejores arqueros de la historia de la institución. La llegada del oriundo de Costa Rica, luego de su gran actuación en el Mundial de Brasil 2014, hizo rondar los fantasmas de una posible compra apresurada, algo muy normal en el marketinero Madrid, de que no cumpliría con el desafío.
Sin embargo, el ex Levante cumplió y hasta se quedó con el puesto a pesar de los cambios en el banquillo del Real. Nada afectó que Rafa Benítez se alejara y que en su lugar surgiera el emblemático nombre de Zinedine Zidane, quien metió mano en el equipo y mejoró el andar del mismo. A base de reflejos, una de sus principales virtudes, tuvo grandes actuaciones que lo consolidaron como titular indiscutido, lo cual dejó relegado a Kiko Casilla, uno de los refuerzos de este ciclo.
Por su parte, Jan, para el público en general, llegó para ser segundo arquero ya que luego de la salida de Thibaut Courtois, quien regresó luego de varias cesiones al Chelsea dueño de su pase, todo hacía prever que Moyá tomaría la posta del belga. Las conjeturas fallaron y el nacido en Eslovenia se posicionó como el titular, una categoría que tras su consagratorio partido frente al Bayern Munich en la semifinal de la Champions será complicada de destildar.
En esos dos partidos, sobre todo el primero, tapó muchas pelotas importantes y hasta le ahogó el grito de gol a Thomas Muller, a quien le atajó un penal que dejó sin palabras a todo el Allianz Arena. Probablemente lo que más sorprenda de este portero es la personalidad y la frialdad que muestra con tan solo 23 años, un punto que para muchos es por lejos un problema porque prefieren a hombres con mucha experiencia y con toques de mando en el arco.
El fútbol es un solo idioma, aunque si nos ponemos a sacar conclusiones, en ninguno de los dos casos sus naciones son potencia en el mundo, ya que tanto Costa Rica como Eslovaquia están lejos de marcar el ritmo futbolístico mundial. Igualmente, han sido cuna de grandes jugadores como en estos dos casos que se han transformado en emblemas de sus clubes. Ahora restará saber quién se queda con la Orejona, un trofeo que los puede marcar como leyendas.
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- AUTOR
- Facundo Mirata
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