Belgrano es un equipo que en los últimos años ha dado que hablar en el fútbol argentino y no sólo por el papel que jugó en el descenso de River Plate. Pese a sus buenas campañas, no se ha librado de las críticas, sobretodo en cuanto a su forma de juego arraigada en el aspecto defensivo. No obstante, es de destacar que aún con altibajos, este equipo de Córdoba sigue firme en el cumplimiento de sus objetivos y, de la mano de su presidente Armando Pérez y el entrenador Ricardo Zielinski, su crecimiento se ha vuelto indiscutible.

Fundado en el año 1905 y con el color celeste que lo caracteriza, los Piratas siempre han construido su propia historia. Quienes conocen, sabrán del Gigante de Alberdi, de su hinchada, de sus ídolos y de sus hazañas. Quizás no sea la historia de lo que suele llamarse “un grande” con varios torneos y copas ganadas, pero es la historia de un gran club, que con dignidad y trabajo puede pelear a la par de aquellos.

Luis Ernesto «Chiche» Sosa y Luis Fabián «Luifa» Artime. Leyendas Piratas.

Luego de varios años bajo el mando de gerenciadores, Pérez fue quien tomó las riendas de un proyecto que por aquel entonces no se encontraba en óptimas condiciones. Además del dinero, el actual mandatario invirtió en lo que Belgrano más necesitaba en ese momento: capacidad para lograr el orden en la institución. Pues un verdadero club se apoya en fuertes cimientos, y la base del crecimiento para él, estaba en la organización. Cuando incorporó a Zielinski, Belgrano se encontraba último en la tabla de la B Nacional, y en contra de cualquier pronóstico, se logró el ascenso el 26 de junio de 2011.

No es común en Argentina que un director técnico permanezca tantos años dirigiendo a un mismo equipo. Lógicamente el Ruso se ha comprometido con un proyecto a lo largo de estos años en donde lo han acompañado los buenos resultados que permitieron mantener al conjunto de Córdoba en Primera y lejos del descenso hasta el día de hoy, logrando el cariño de todos los hinchas. Dentro de sus logros posteriores al ascenso, ha de destacarse la clasificación para disputar la Copa Sudamericana, algo que hasta ese entonces el club no había conseguido, y la posibilidad de pelear hasta la última fecha en el Torneo Inicial del 2012.

Belgrano consiguió el merecido ascenso frente a River en el Monumental.

Quizás esto no le hubiera bastado a otros clubes para mantener tanto tiempo a un entrenador, y ello explica el porqué de los rápidos reemplazos cuando los resultados no son los esperados. Lo cierto es que para Belgrano, ha sido muy importante haber podido pelear entre los primeros y ganarse el respeto de sus rivales partido a partido. Todo esto permitió consolidar la imagen de un equipo y su forma de juego, guste o no guste.

Destacados desde las inferiores.

Lo que principalmente rige es una idea defensiva muy fuerte que debe estar acompañada de delanteros dispuestos a aprovechar cada contraataque. Dicha modalidad ha despertado críticas y referencias de los medios haciendo alusión a un “mal» o «feo fútbol” del Pirata sin perjuicio de que los resultados le hayan sido favorables, cuando es esto lo que a Belgrano en verdad debe importarle.

Con los pies sobre la tierra y sin arriesgar el presupuesto tras haber salido de la quiebra, Pérez y Zielinski trabajan juntos en cada mercado de pases para conformar una plantilla de jugadores conforme a la realidad institucional, teniendo especial atención también en aquellos futbolistas que surgen de las inferiores. Por esta razón hay que recalcar cómo esta institución ha dado la debida importancia a la formación de jóvenes promesas, permitiendo incorporar figuras al plantel que aportaran un buen juego y que eventualmente podrían ser vistos con mejores ojos en algún otro club, tal y como ha sucedido con Franco El Mudo Vázquez, Lucas Melano o Lucas El Chino Zelarayan, entre otros.

Evidentemente no todos los clubes manejan las mismas prioridades. Una prioridad puede estar condicionada por la cantidad de socios, ingresos, campeonatos y demás cuestiones y/o aspiraciones que atañen a cada club en particular, ya sea por su institución o por su historia. La prioridad de Belgrano estuvo en mejorar la base y mantener la regularidad en Primera División, lo cual ha sido logrado con éxito, paso por paso progresivamente desde el 2011 hasta la actualidad, aún cuando pudieran quedar cuestiones pendientes.

Armando Pérez y Ricardo Zielinski. Juntos en la dirección de un proyecto.

Sumado a ello, Belgrano tiene en la actualidad uno de los predios de entrenamiento más envidiables del fútbol argentino, a punto tal de ser elegido por la AFA para que la Selección Argentina entrene allí durante su estadía en Córdoba por un partido por Eliminatorias, gracias al perfecto y completo acondicionamiento de todas sus instalaciones. De hecho, muchos jugadores que vistieron la camiseta celeste este último tiempo, lo hicieron tras ser atraídos por el proyecto y la buena organización de la entidad celeste en todas sus perspectivas.

La buena gestión y sus resultados han logrado que gran cantidad de hinchas se asocien y acompañen cada una de las campañas. Es así como podemos decir que Belgrano tiene todo lo suficiente para animarse a más e ir tomando decisiones cada vez más arriesgadas, como lo está haciendo con la ampliación de su propia cancha en su histórico barrio de Alberdi. Con el afán de poder jugar en su propia «casa» y bajo la mirada de miles de hinchas, Belgrano se encuentra en este momento en un proyecto de co-financiamiento recibiendo grandes y/o pequeños aportes con los que ya puede trabajar en la remodelación.

Proyecto de remodelación del Estadio Julio César Villagra, más bien conocido como “El Gigante de Alberdi”.

Al día de hoy, el Pirata es el único equipo cordobés que se encuentra en Primera representando a su provincia junto a los demás equipos del interior de la Argentina. Su eterno rival, Talleres, se encuentra en condiciones de ascender, y quizás con ello, después de tantos años, vuelva a jugarse oficialmente este clásico con tanta historia y que tan bien le hace al fútbol y a sus protagonistas. Volviendo al presente, sólo queda por decir que, en lo que respecta a este torneo de transición, no importa que los resultados en la tabla de posiciones sean más inestables que otras veces, porque este equipo puede seguir demostrando su capacidad para pelear cada partido hasta el último minuto, a lo Belgrano.

Por María Florencia Caminos Garay