Terminados los octavos de final de la Copa del Mundo Rusia 2018, nos encontramos con que tres encuentros fueron definidos por tiros desde el punto del penal, cuatro terminaron con un gol de diferencia y sólo Brasil pudo establecer un marcador que superara en más de un tanto a su rival, México. ¿Es esto una prueba de que el fútbol se está emparejando y que, más allá de que pueda haber o no un dominio en el juego, los resultados se definen por escaso margen? ¿O es acaso una prueba de que este tipo de competición a eliminación en un solo partido deja poco lugar para las goleadas?

Repasemos qué ha pasado desde el Mundial de México 1986 a la fecha, momento desde el cual se disputan encuentros de octavos de final. Para simplificar, comencemos con los que finalmente se llevaron la Copa a su casa.

En el Estadio de Puebla, Argentina se enfrentó al seleccionado uruguayo, que venía sin triunfos en el Mundial y de haber sido vapuleado 6-1 contra Dinamarca. En aquel clásico rioplatense, Argentina llevó la iniciativa del juego y logró marcar la diferencia con un gol de Pedro Pablo Pasculli, poco antes de que termine el primer tiempo. Luego hubo un gol anulado a Diego Maradona y bastante dominio argentino, hasta que vino una tormenta y el ingreso de Rubén Paz por Eduardo Acevedo le terminó por dar suspenso al marcador, que terminó 1-0.

Cuatro años después, asistimos al “clásico de Milán”. Alemania Occidental, que se impuso con comodidad en su grupo, se enfrentaba a la campeona europea, Holanda, que apenas pasó con tres empates y en tercer lugar. Era el derbi de la ciudad lombarda no sólo por disputarse en el Estadio San Siro, sino porque estaban presentes los seis extranjeros de los dos clubes más importantes. Lothar Matthaus, Andreas Brehme y Jurgen Klinsmann defendían los colores del Inter, mientras que Marco van Basten, Ruud Gullit y Frank Rijkaard lo hacían por el Milan. El partido fue muy trabado y disputado, pero con un dominio teutón. A los 22 minutos, Rudi Völler y Rijkaard se agredieron y fueron expulsados por el árbitro Juan Carlos Lousteau. A los 6′ del complemento, Klinsmann abrió el marcador y recién a los 85 sentenció el juego Brehme. Pese a ello, Holanda descontó en el último minuto con un penal de Ronald Koeman. 2-1.

Instantes previos a la expulsión de Rijkaard y Voller

En 1994, Brasil venía dominando su grupo y le tocó enfrentarse al local, Estados Unidos, en el estadio de Stanford. Dominaron el juego, pero Leonardo pegó un artero codazo a Tab Ramos, lo que provocó su expulsión poco antes de que terminara el primer tiempo. Cuando faltaba poco más de un cuarto de hora para el final, una apilada del mejor jugador del Mundial, Romário, logró dejar a Bebeto de cara a la portería defendida por Tony Meola. Lo batió con un tiro cruzado bajo. 1-0 y pase a cuartos de final.

Durante los octavos de la Copa posterior, el local Francia se enfrentaba a uno de los equipos más complicados y correosos del momento: la Paraguay de José Luis Félix Chilavert. Los galos, sin Zinedine Zidane, ausente por haber sido expulsado, intentaron todo el partido marcar, mientras que Paraguay se replegaba e intentaba, sin mucho éxito, salir a la contra. Sin conseguir abrir el marcador, el encuentro pasaría a tiempo extra. En los primeros 15 minutos tampoco pudieron romper el cero. Pero en el minuto 114, Robert Pirés encaró por el área, luego se abrió por la derecha ante la marca de Denis Caniza y tiró un centro que David Trezeguet magistralmente paró con el pecho. El franco-argentino le dio el pase justo al zaguero Laurent Blanc, quien fusiló a Chilavert para darle el pase directo a Francia con gol de oro.

En 2002, Brasil, que arrasó en la fase de grupos contra Turquía, China y Costa Rica debió enfrentarse a Bélgica, que luego de dos empates con Japón y Túnez, finalmente se impuso en un partido disputado a Rusia por tres a dos. El encuentro se disputó en la ciudad de Kobe. Bélgica le disputó muy bien el partido a Brasil hasta que a los 67 minutos Rivaldo, el mejor jugador del encuentro, abriría el marcador. Sobre el final, Ronaldo sentenció el encuentro con su quinto gol en el Mundial. Un triunfo por dos tantos contra cero.

Rivaldo celebra ante Bélgica

Ganador del Grupo E en Alemania 2006 con cinco goles a favor y uno en contra, Italia enfrentó en el Fritz-Walter-Stadion de la ciudad de Kaiserslautern a Australia, que en su vuelta a mundiales había pasado de ronda gracias a un triunfo contra Japón por tres a uno -aunque a falta de 6 minutos estaba perdiendo-, una previsible derrota contra Brasil 2-0 y un gran empate en dos tantos contra Croacia, empatándolo a falta de 11 minutos por intermedio de Harry Kewell. El partido estaba parejo con más chances para Italia, sin embargo a los 5 minutos del segundo tiempo un desborde de Mark Bresciano fue interrumpido por una fuerte falta de Marco Materazzi, quien vio la tarjeta roja en una decisión bastante exagerada. Marcello Lippi hizo ingresar al defensor Andrea Barzagli en lugar de Luca Toni, quedando sólo Vincenzo Iaquinta de delantero. Cuando se disputaba el minuto 92, Fabio Grosso desbordó por la zona izquierda y, al momento en que Lucas Neill se tiró en el área, el lateral italiano se enganchó y el árbitro cobró penal. Francesco Totti lo ejecutó con maestría e Italia pasó a cuartos de final con el gol que más tarde se anotó en la historia del tiempo reglamentario.

Ya para Sudáfrica 2010, España, que había comenzado mal perdiendo con Suiza, terminó ganando su grupo y enfrentándose a su vecino Portugal en Ciudad del Cabo. España dominó el encuentro pero Portugal tuvo algunas chances claras a la contra, hasta que a los 18 minutos del segundo tiempo abrió el marcador por intermedio de David Villa, luego de una gran jugada entre Andrés Iniesta y David Silva. Luego, los dirigidos por Vicente del Bosque tuvieron la mayor parte de las ocasiones de gol. Sería triunfo final por uno a cero, al igual que en los tres partidos posteriores que lo llevaron a la cima.

En 2014, Alemania, luego de imponerse en su grupo jugado en el Nordeste brasileño, Salvador, Fortaleza y Recife, tuvo que viajar a Porto Alegre para enfrentarse a la selección revelación del mundial: Argelia, que había eliminado a Rusia en su grupo y había puesto en aprietos a la selección de Bélgica. Fue un gran encuentro con muchas chances para ambos equipos y que hizo que los arqueros Manuel Neuer y Rais M’Bolhi tuvieran que lucirse. Pero terminó cero a cero. Apenas empezó el tiempo extra, desequilibró Thomas Müller y lanzó un centro cruzado bajo para que Andreas Schürrle de taco abra el marcador. Argelia tuvo chances, pero en el último minuto del partido, Mesut Özil, luego de algunos rebotes, liquidó el encuentro. Así y todo, los africanos fueron por el tanto del honor: tras una gran jugada, Sofiane Feghouli terminó encontrando a Abdelmoumene Djabou, que marcaría el último gol de Argelia hasta el momento en mundiales. Final, dos a uno.

En resumen, ¿qué vemos de los futuros campeones? De los últimos ocho, sólo Brasil en el 2002 pudo imponerse por más de un tanto, el resto todos se impusieron por la mínima. Ninguno necesitó ir a los penales.

Si tomamos a los que finalmente se alzaron con la medalla de plata, encontramos que seis de los ocho partidos se definieron por un gol de diferencia, con la excepción del 4-1 de Brasil sobre Chile de 1998 y el 3-1 de Francia ante España de 2006, aunque el tercer gol francés de Zinedine Zidane, que no se retiraría ese día como pronosticaban los periódicos españoles, fue en el minuto 92.

Pero si lo hacemos más amplio, vemos que Rusia 2018 sí llegó al punto de menor diferencia entre rivales, al menos en lo que a distancia de goles representa en partidos de octavos de final. Y otro dato muy curioso que pone de relevancia es que por primera vez no se han definido partidos en tiempo extra. Todos los que fueron a tiempo extra, terminaron definiéndose por penales. Vemos que en Brasil 2014, cinco de los ocho encuentros terminaron yendo a tiempo extra. Asimismo, hay que remontarse a Sudáfrica 2010 para ver un partido con un mínimo de tres goles de diferencia (Alemania 4-1 Inglaterra o Brasil 3-0 Chile). Posiblemente, ahí esté parte de los datos que tenemos para hablar del emparejamiento del fútbol, aunque obviamente el universo con el que contamos es pequeño para sacar grandes conclusiones.

Autoría de cuadro estadístico: @pablodragun