Entrevistas
«Al jugador de fútbol le cuesta perder privilegios»
CR: ¿La vida pues retiro era lo que te imaginabas?
- «No me imaginaba ese es gran problema, que no me imaginamos. Pensamos poco en el día después, pero bueno, dentro de todo ya hace dos años y medio que me retiré y tuve la suerte de poder seguir vinculado. Seguir ahí en el en el ambiente, desde el otro lado y sigue siendo difícil».
CR: ¿Hay algo que te faltó?
- «Sí, un montón de cosas. Me costó mucho romper con con la autoexigencia, con la presión, a lo que supuestamente tenía que llegar, lo que tenía que hacer y con los tiempos. Me costó mucho lidiar con eso y creo que eso frenó mi progreso como futbolista. Pude recién empezar a entenderlo y a tomarme la carrera de otra manera recién después de los 30. Me hubiera gustado poder tomarme la carrera desde un inicio de otra manera y haberlo disfrutado un poco más. Y haber hecho más por lo que aspiraba».
CR: ¿Sentís que a los 30 generalmente alcanza la madurez un deportista?
- «No creo que sea algo en general, sino que es mi experiencia, lo que a mí me pasó. Hoy vemos los chicos de 17 o 18 años jugando Mundiales, jugando en niveles muy altos como si tuvieran 30 años y eso la verdad que es súper elogiable y es una virtud muy grande. Eso no lo pude asimilar, no lo pude hacer. Me cambió la manera en que me tomaba la carrera, la autoexigencia y la comprensión también del juego. Todo eso me ayudó a jugar mejor, a correr más, a tener más llegada al grupo. O sea en todo sentido, pero creo que también fue un crecimiento personal o un cambio personal que también se vio reflejado en adentro de la cancha».
CR: Te gusta leer, se ve que tenés muchos libros. Crimen y Castigo está en tu Top 3. ¿Qué encontraste en Crimen y castigo que no habías conocido antes?
- «Es que siempre nombro Crimen y Castigo, porque siempre que me piden un Top 3 o los mejores. Es muy difícil, como cuando te piden una película, es muy difícil elegir uno. Nombró Crimen y Castigo porque fue la primera novela o el primer libro de no ficción que me hizo entender lo que me estaba perdiendo al no leer ese tipo de literatura. Dije acá esta todo. Leía leía el ensayos, no leí ficción. Cuando leí Crimen y Castigo se me abrió un abanico de posibilidades. Me cambió también la manera de leer».
CR: ¿Se lee en las concentraciones? ¿El jugador de fútbol lee?
- «No, no, muy poco. Cuando volví al país, ya tenía el hábito y la costumbre. Lo hacía en las concentraciones y en los viajes, que eran muchos y largos, leía bastante. Era algo algo raro. Empecé a leer de grande y estuve un tiempo sin tener con quién poder compartir todo eso que leía. Me tocó en Temperley coincidir con Ignacio Boggino y que tenía el mismo interés por la literatura, por la palabra. Eso para mí fue importantísimo. Una compañía y un amigo hasta el día de hoy, que no encontraba ni en el fútbol, ni tampoco fuera del fútbol, porque empecé a leer tarde y me vinculaba desde otro lugar con con mis amistades y la gente que me rodea, pero no es común. Siempre hay alguno que lee algo no no es muy común».
CR: ¿Pudieron hacer que otro compañero pueda leer también o agarre el hábito de la lectura?
- «El hábito no. Sí que hemos recomendado, lo hemos regalado quizá algún libro en especial. ‘Che lee esto que que te va a gustar’, pero siempre casos puntuales y por ahí si los compañeros más cercanos nos preguntaban. He prestado mucho y he recomendado bastante también, pero no creo que ninguno haya haya conservado el hábito».
CR: ¿Consideras que un jugador que lee toma mejores decisiones en la cancha?
- «A mí particularmente me sirvió, pero de una forma que es un poco inexplicable. Me ayudó a tener otra mirada sí, quizás más abierta, quizás de escuchar más. No quedarte tanto con tu apreciación y con tu manera o con tu opinión. Abrirte a otras formas, a otras maneras, a otros pensamientos. Eso me ayudó para ver otras cosas y para tomarme también la carrera de otra manera. Me ayudó para prestarle atención también a otras maneras, otras formas, otras opiniones, pero lo que sí estoy convencido es que no solo el futbolista, sino en cualquier profesión, que lo acompaña a la literatura va a ser mejor. Va a ser mejor persona primero y eso obviamente va a repercutir en lo que uno haga».
«Leer me ayudó a tener otra mirada»
CR: ¿Qué opinas de lo que pasó en ese momento con el Tanque Silva? El tema del tema del doping y su caso particular. ¿Por qué en general los jugadores no toman mucho partido en esa situación?
- «Es muy complejo. A mayor nivel hay un montón de cosas en juego, hay un montón de interés en juego. Hay mucha exposición y cualquier declaración, no solo sobre estos temas puntuales y quizás donde uno tiene que tomar una postura o cualquier cosita desde un incidente en un partido hasta una declaración, repercute en el grupo y se busca todo el tiempo cuidar el grupo, que no me entre que no salga nada. Entonces ante eso siempre la indicación, el consejo y la recomendación es no hables. Los pocos que hablan son los que tienen quizás espalda, los que tienen una postura bastante clara, los que se sienten cómodos en el tema o que se sienten cómodos hablando con ante las cámaras, pero es muy difícil después sostener eso en el día a día, porque hay mucha exposición y estás cuidándote de todo el tiempo, porque no sos solo vos, sino también es el grupo, el equipo y el club. Creo que hay un cuidado y un ‘mantengamos esto ahí’, ‘no hablemos por hablar’ y eso hoy lo entiendo, pero hay momentos o hay temas donde los jugadores con cierto que sí podrían decir algo más o jugársela un poco más. Arriesgar o perder un poquito de los de tantos privilegios que tenemos. Es un poco eso también: no perder privilegios y eso es lo que más cuesta».
CR: ¿Por la misma situación tampoco se expresan mucho por política?
- «Es muy difícil. Y desde acá es donde también quizás menos lo comprendo. Antes creía que la única razón por la que los jugadores no hablábamos es la crítica del hincha o la puteada del hincha. Y sobre todo en política, donde está todo muy polarizado. Si pensas de esta manera, los que piensan de la otra, ya son lo peor y al revés es lo mismo. La mayoría realmente no tampoco que tiene unas convicciones muy grandes, ni un pensamiento muy marcado, ni una postura muy tomada políticamente hablando. Entonces, ‘¿para qué voy a hablar?’. Si no lo tengo claro y me voy a meter un quilombo. Entonces se prefiere no hablar o evitar el tema, pero me parece que hay momentos y momentos. Hay ciertos momentos en donde estaría bueno que podamos plantarnos de otra manera.»
«Hay ciertos momentos en donde los jugadores estaría bueno que podamos plantarnos de otra manera.»
CR: ¿Qué opinas de lo que pasó con (Johan) Carbonero, con (Lautaro) Acosta o lo que pasó en su momento con Boca y (Sebastián) Villa? Fueron excluidos y se les busca salida, pero siguen jugando hasta último momento. ¿Qué opinas de ese tema? ¿Lo pensas del lado de la institución, del lado del jugador o siempre del lado de la víctima?
- «Son temas súper complejos. Hay cuestiones diferentes. Están las cuestiones legales de los clubes, cuestiones también grupales y privadas o internas más que privadas internas de los grupos. Lanús es uno de los equipos que tenía el protocolo y cuando pasó lo de Acosta lo activó. Después cuando se retiró la denuncia o no sé qué pasó se reincorporó. Es difícil. A nosotros nos tocó en Temperley una situación similar con (Alexis) Zárate, que venía a préstamo de Independiente. Estuvo un tiempo largo con nosotros. Le tocó vivir el juicio, la sentencia y la condena dentro del grupo. De hecho el mismo día que le dieron la condena iba a jugar. No terminó jugando y en ese momento no estaban los protocolos de los clubes. Hubo todo y gente que quería que juegue a toda costa y gente que decía ‘no, para lo acaban de condenar por abuso sexual. Me parece que no da’. El club decidió apartarlo. Nosotros como grupo y yo siendo uno de los referentes apoyamos esa decisión, lo hablamos también con Zárate. Él vino también en frente del grupo a pedir. Nosotros le dijimos lo que pensábamos, el por qué y no volvió a reincorporarse. Cada caso es distinto, pero creo que ya hoy la mayoría de los equipos tienen tienen los protocolos, donde ya no hace falta el ‘qué pensamos, qué pienso yo. Entonces pasa sí esto, se hace esto, sí pasa lo otro, se hace esto otro y se acabó. Me parece que eso no el hombre es lo mejor».
CR: ¿Cuántos partidos miras por día o videos/compilados?
- «Veo muchos. Veo uno o dos partidos por día. Depende de los momentos y las necesidades. También veo muchos cortes individuales. Veo mucho en el tiempo del laburo y después a la noche hay partidos que también tengo que ver. Lleva mucho tiempo».
CR: ¿Crees que el fútbol argentino está preparado para la figura del Director Deportivo o la del manager?
- «Sí, creo que a medida que los clubes se van profesionalizando es clave y es una necesidad real. Después podemos ver si lo hace bien o no lo hace bien, sí está más preparado o menos. Tiene una idea, no tiene una idea, pero me parece que esa figura es importante, porque si no queda a manos de dirigentes que tienen su capacidades y sus habilidades, pero que no conocen el juego. También lleva mucho tiempo mirar y hacer un análisis o proyectar algo. Me parece que de a poco va tomando forma. Hay equipos que lo vienen haciendo muy bien, otros no tanto, otros todavía no tienen, pero es un rol muy importante en el fútbol».
CR: ¿Vos crees que la parte más importante es la relación plantel dirigencia, con el que con el director deportivo como intermediario más allá de lo que es la contratación la búsqueda de jugadores?
- «Sí, creo que lo más difícil de llevar a cabo y lo más importante de tener esta figura y llevar a cabo un proyecto justamente esto. Es pensar una idea de club: para dónde queremos ir, qué queremos, qué estilo queremos, queremos potenciadores de juveniles, queremos vender juveniles, queremos tener un equipo de experiencia siempre. De acuerdo con lo que cada equipo pretenda, quiera o piense armar una estructura que vaya para el mismo lado. Esto es lo más difícil hoy en el fútbol argentino, porque recién arranca, porque recién se está instalando, porque los dirigentes tienen muchísimo poder y están muy poco tiempo en el cargo. Los proyectos a largo plazo no les convienen Me parece que donde más. Hace falta y donde más importante es en pensar un proyecto y una idea a largo plazo para tener una idea de club y no ir viendo el día a día ‘haber hoy vamos acá y después en el medio vamos para allá’. Vamos pegando volantazos, que me parece que de esa manera es mucho más difícil».
CR: Eso sería lo ideal, pero en el fútbol argentino ¿Crees que es posible el proyecto a largo plazo?
- «Sí, con tiempo y primero dependen el lugar. Hay equipos que no, que hoy lamentablemente no te lo permiten: equipos grandes es muy difícil, porque en muchos lados los dirigentes tienen poca credibilidad y no tiene la espalda para bancarse un mal momento deportivo, porque económicamente necesitan acomodarse o porque ya se han hecho las cosas mal durante mucho tiempo. Hay equipos que con menos exigencias y con menos repercusión que lo pudieron hacer: Defensa Justicia, Lanús. A River, que le tocó ganar todo, Boca va con Riquelme. Te gusta o no te gusta, pero va marcando un rumbo. ‘Con nosotros es por acá y mientras estemos nosotros es por acá’. Bueno, después podemos debatir. ¿Te gusta o no te gusta? Prefiero esto, prefiero esto otro. Mejor, peor, más efectivo o menos efectivo, pero me parece importante una idea».
CR: ¿Sentís que falta apoyo al fútbol femenino del fútbol masculino?
- «Sí puede ser, pero no es fácil. Creo que los movimientos feministas y las mujeres han luchado muchísimo por todo el terreno que han ganado y van creciendo, pero también es un proceso normal que cueste y que vaya de a poco. En fútbol de Argentina diez años atrás era impensado la realidad del fútbol femenino de hoy. Esto es una es una lucha ganada y que continúa, pero hay un montón de clubes de Primera que apoyan al fútbol femenino en lo que en lo que pueden. Algunos podrían un poco más y pero no es fácil tampoco».
CR: ¿Pudiste leer a Estefanía Banini? Dijo que no iban a ganar el Mundial, que iban a tratar de hacer lo mejor y mataron por todos lados por decir eso. ¿Sentís que el exitismo del hincha puede complicar al fútbol femenino?
- «Sí, está perfecto lo que dijo, pero es también comprender que la realidad del fútbol argentino femenino no es la misma que la del masculino. Hay otros países que tienen mucha más historia y mucho más tiempo como profesionales y que se vienen preparando de otra manera, formando de otra manera y en Argentina recién está arrancando. Va a llevar tiempo y es normal. Igualmente hoy día lo que diga va a salir gente a matarte porque piensa otra cosa».
CR: Hace poco Estudiantes hizo un comunicado sobre un chico que se fue a jugar afuera, también Godoy Cruz también sacó un comunicado quejándose del arbitraje, son dos comunicados totalmente distintos, pero: ¿Qué opinas de que los clubes directamente empiecen a comunicar?
- «Me parece muy sano que los clubes comuniquen y comuniquen bien. Me parece que es clave. Un montón de problemas, embrollos y gente que habla gratis se solucionarían con una buena comunicación de club. En el caso que sea. Me parece que la comunicación es es importantísima. Más hablando todo esto que veníamos hablando de los lo difícil que es y la protección que hay desde lo grupal y de no decir nada que involucren y que perjudique. Está bueno que el club pueda comunicar claro lo que lo que sucede o lo que en la situación que sea. Es que es muy importante».
CR: ¿Qué es Temperley para vos?
- «En Temperley me hicieron sentir desde el primer día como en mi casa. Fue el club donde creo más rendí. Si he dejado algo en algunos pasos en algunos clubes es por lo menos, donde algo he dejado. Tanto en lo deportivo como en lo extra futbolístico. Nada… es difícil de expresar lo que siento por Temperley. Fue súper importante en mi carrera y nada me hubiera gustado poder realizar algo de lo que tenían en mente. Esto que hablábamos de los proyectos cuando fui director deportivo, pero la realidad me dio de frente. Es un club que quiero mucho y que me dio un montón. Me dio la posibilidad de devolver a sentirme importante, como jugador y volver a jugar en Primera, después de cuando me fui que era impensado. Me dio la posibilidad también de poder decir lo que sentía en los momentos que sentía, de hacer lo que sentía que sentía. Hicimos un programa de radio durante tres años peleando el descenso y lo hacíamos todos los martes. Perdíamos 4-0 cancha de Boca e íbamos el martes y hacíamos los programas. Jamás tuvimos nada, ni de la gente, ni la gente que manejaba el club en el momento. Más allá de comentarios, pero nos permitieron hacer eso que creo que en otro lugar no sé si lo hubiéramos podido hacer así. Agradecido de por vida con Temperley».
CR: Soy hincha de San Lorenzo y el primer recuerdo que se me viene a la cabeza tuyo, en la cancha de San Lorenzo, es cuando te sacas de encima a Franco Mussis y le pegas al arco. Torrico no la puede agarrar y Temperley nos gana 1-0 en el Nuevo Gasómetro. Me acuerdo de vos pidiendo disculpas. ¿Qué se te pasó por la cabeza?
- «Primero que lo necesitábamos. Ese fue el semestre en el que mejor jugó, por lo menos de que estuve, Temperley. Pelando el descenso jugaba al fútbol, se plantaba en campo rival, presionaba alto y necesitábamos la victoria. Jugábamos con San Lorenzo y después con Racing. Nunca fui de hacer de hacer goles y venía con una racha bastante negativa. Me quedo justo San Lorenzo pero fue lindo. Valieron tres puntos y no es fácil hacer gol en esa cancha. Me tocó».
CR: ¿Y qué se te pasó por la cabeza? Venías de racha negativa, era súper necesario y lo primero que atinas es a pedir disculpas y no lo gritaste
- «No le podía gritar un gol a San Lorenzo. Soy hincha de San Lorenzo. Fui de chiquito a la cancha con mi viejo y mi hermano. Nací ahí, hice todas las inferiores, debute en Primera y no hay manera que le grita un gol a San Lorenzo. Obviamente lo tenía muy claro y también me salió eso».
CR: ¿Qué fue y qué sigue siendo el fútbol para vos?
- «Que pregunta. El fútbol a mí me acompaña prácticamente desde que tengo uso de razón. Me dio la posibilidad de primero formarme, de jugar en el equipo de que soy hincha, de hacer una carrera, de ser medianamente reconocido, de poder expresarme también, porque si yo no hubiera jugado al fútbol, no me estarías haciendo esta nota y no estaríamos hablando de lo que estamos hablando. Conocer muchísima gente querida y me sigue acompañando. Muchas veces renegué del fútbol y estuve enojado con el fútbol y en algún punto lo sigo estando. Hace cuatro años que hago terapia y me sigue costando haberme retirado, aunque hace ya dos años y medio que no extraño jugar, pero es es un sentimiento muy difícil de expresar. En definitiva lo amo, tanto como lo odio, pero me acompaña toda la vida».
- AUTOR
- Sebastián Mancuso
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