Por el mundo
Ali Daei, el caballero del gol
Hace casi seis décadas nació en Ardabil, Irán. Lejos de inclinarse por la tradición local de fabricar sedas y alfombras, su destino se inclinó por el deporte más popular de nuestro planeta. Ariano de signo zodiacal, no por nada se dice que quienes pertenecen a él tienen como número de la suerte el nueve, su posición en la cancha. No nos lleva a escribir sobre Ali Daei una carrera llena de lauros deportivos o hazañas, escándalos, crímenes ni misterios, pero sí un récord que indica que hizo 109 goles en 149 partidos internacionales. El número nueve, a estas alturas no nos extrañará.
Su andar por clubes ha sido extenso, pudiendo destacar su aventura en algunos clubes teutones, quedándose en las puertas de conquistar Europa con el Bayern Munich a fines de la decada del ’90. En el césped, fue catalogado como un caballero por su conducta, solamente una vez se retiro antes del campo por cabecear a un rival. Basándonos en el zodíaco, los arianos suelen actuar por institnto, casi sin pensar… El caballero del gol, el comandante de la parte de adelante (parafraseando la canción de Andrés Calamaro), sólo que éste conquisto nuestro querido deporte, con un solo arma, el grito sagrado, el que define todo, el que cualquiera busca a cualquier precio, el que rompe una garganta y ensordece. Por suerte la historia no es bélica, ni sangrienta, ni trágica, como lamentablemente es una gran parte dentro del contexto social y político en el golfo pérsico. Como tal, es profeta en su tierra. Un año antes de terminar el pasado siglo, fue nombrado el jugador del año de su país.
Un talentoso romperredes, un bombardero mágico. Sus estadísticas por fuera de su seleccionado otra vez están marcadas por el mismo dígito, se retiró de las canchas con 129 goles en su haber. Como suele ser costumbre, cada vez que se cuelgan los botines, se ponen al cuello el silbato de entrenador y al hombro las tácticas y estrategias.
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Pero Ali Daei no solamente se volcó a esto, sino que también se dedicó a representar jugadores y ser asesor del máximo organismo del fútbol internacional, la FIFA, durante algunos años de la pasada década, en la que también asumió el mando de su selección con escaso éxito. Si de astrología se trata, todo parece cuadrar con la carrera lograda por el iraní, pues otra de las características de su signo es anticiparse, como buen goleador. El cosmos, claro está, tenía todo predestinado para él.
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