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Arsene Wenger, según sus jugadores: Segundo tomo
Si hay algo que se le viene reclamando seguido a Wenger, más allá del tema títulos, es el hecho de no hacer el suficiente esfuerzo por adquirir a las grandes figuras del mercado. Puede llegar a interesarse en algún jugador al que quieran la gran mayoría de los peces gordos del fútbol europeo. Si esto ocurre, hace una oferta discreta, la cual suele ser rechazada rápidamente ante la aparición de ofertas más jugosas por parte de otros clubes. Y, en la gran mayoría de los casos, no suele haber una segunda oferta… De empezar disputándose incorporaciones con el Chelsea, los Manchester, el Barcelona, el Real Madrid, el Bayern Münich y la Juventus, pasa a pelearlos con equipos como el Liverpool, el Tottenham, la Roma, el Borussia Dortmund.
Es decir, termina peleando por conseguir las sobras de los equipos grandes. Grandes jugadores, pero no con el cartel de estrellas. Y muchas veces, en esa lucha, termina haciendo algunas apuestas, que pueden llegar a resultar, pero no en el corto plazo. Le cuesta despilfarrar, como lo hacen aquellos de billeteras abultadas. Y eso que el Arsenal no es un club que sufre inclemencias económicas. Al contrario. Tiene dinero como para meter más de una bomba por mercado. Pero a Arsene le cuesta. De momento, ha traído al lateral izquierdo bosnio, Sead Kolasinac, quien viene de quedar libre del Schalke 04, y acaba de romper el chanchito al gastarse 46.000.000 de libras (cifra récord para el club) en Alexandre Lacazette. Hablamos de un muy buen jugador, que tiene 26 años y 11 partidos con la Selección de Francia, y viene del Lyon, equipo que ya dejó de ser potencia de la Ligue 1. O sea: si quisiéramos encontrarle el pelo al huevo, se lo encontramos rápidamente. Pero Wenger viene insistiendo desde hace rato por el atacante francés. Algo está tramando. Vamos a darle tiempo…
En fin. Siendo retrospectivos, decíamos que nos veíamos obligados a partir en dos a este grupo de jugadores. A fines de poder analizar de la forma menos desorganizada posible, aprovechamos para agregar una nueva subdivisión que consta de distinguir a aquellos refuerzos que se convirtieron en históricos, los que fueron redituables tanto desde lo futbolístico como lo económico, los que dieron réditos solo futbolísticos, las apuestas que no surtieron efecto, los jugadores que no pudieron demostrar por lesiones, los que pintaban bien pero que salieron mal, los utilitarios o de bajo perfil y los peores refuerzos.
Hablando de los máximos hits de Wenger en cuanto a incorporaciones, podemos hacer especial mención a su primera contratación, la cual ya estaba abrochada incluso antes de que el francés sea oficialmente anunciado como DT del Arsenal: nos referimos a Patrick Vieira, quien llegó desde el Milan, donde había visto muy poca acción, a cambio de 3.500.000 de libras. El volante central de origen senegalés se convirtió en uno de los imprescindibles en el esquema de juego de Wenger. Fue el capitán desde el retiro de Adams hasta su venta a la Juventus, en 2005, por casi catorce millones de libras. Arsene jamás logró reemplazarlo.
La contratación de Vieira es solo superada por la llegada de quien es, al día de hoy, el jugador más importante en la historia del Arsenal. Obviamente, hablamos de Thierry Henry, a quien Wenger ya conocía de las juveniles del Monaco. En 1999 Arsene rescató al atacante de la Juventus, poniendo casi once millones de libras. Se fue en el 2007 al Barcelona, a cambio de 24.000.000 de libras, siendo el máximo goleador en la historia del club, con 228 tantos.
Por último, si quisiéramos conformar un podio, podríamos poner en disputa por el bronce las contrataciones de Sol Campbell y de Robert Pires. Campbell llegó al Arsenal en 2001 desde el Tottenham, en lo que fue una de las transferencias más polémicas en la historia de la Premier League. Se convirtió en el sustituto ideal del retirado Adams; tuvo unos muy buenos primeros años, consolidándose como uno de los mejores centrales del fútbol europeo; luego, una serie de problemas personales, con el consecuente bajón futbolístico, decantaron en la rescisión del contrato (posteriormente, firmó con el Portsmouth); tuvo un breve regreso a préstamo en 2010, luego de estar casi un año sin equipo, entrenando en el club. Pires, en cambio, llegó desde el Olympique de Marsella en el año 2000 por 6.000.000 de libras y se convirtió en uno de los jugadores que mejor interpretó la filosofía de juego de Wenger (se fue en 2006, distanciado del entrenador y en condición de agente libre, firmando luego con el Villarreal).
A continuación, enumeraremos a aquellos jugadores que, si bien no llegaron a convertirse en históricos, supieron ser importantes para Wenger y no sólo hicieron aportes en cuanto a lo futbolístico, sino que también dejaron una buena cantidad de dinero en las arcas del club. Los casos exponenciales son los de los atacantes Nicolas Anelka, Robin van Persie y Emmanuel Adebayor. El francés llegó en 1997 desde el PSG por 500.000 libras y, en menos de un año, se convirtió en una de las figuras del equipo; en 1999, el Real Madrid puso más de veintidós millones de libras y el jugador presionó, provocando su rápida salida del club. El holandés fue comprado en 2004 al Feyenoord en menos de tres millones de libras y, con el tiempo, fue convirtiéndose en figura hasta quedar como máximo referente de un equipo que ya dejaba de tener chances en Premier y que no podía pasar de cuartos de final en Champions League; por estos motivos, se niega a renovar y se va al Manchester United por más de veintidós millones de libras. Por último, el togolés fue adquirido en 3.000.000 de libras al Monaco; en su mejor momento en el Arsenal, aparece el Manchester City, que se lo termina llevando por casi veinticinco millones de libras.
Otros casos similares pueden ser los de Marc Overmars, Kolo Toure, Alex Song y Samir Nasri. El extremo holandés llegó (con una rodilla rota) desde el Ajax por 7.000.000 de libras y fue vendido al Barcelona en 25.000.000 de libras, en el año 2000. El marfileño llegó a prueba desde el ASEC Mimosas y sus cualidades exhortaron a Wenger a poner 150.000 libras para quedarse con el pase; se convirtió en uno de los mejores defensores de la Premier League y, en 2009, fue vendido al Manchester City en 14.000.000 de libras. El camerunés llegó a préstamo desde el Bastia y Wenger pidió hacer uso de la opción de compra de 1.000.000 de libras en 2006; con el tiempo, fue transformándose en uno de los volantes más interesantes del fútbol inglés; en 2012 fue vendido al Barcelona en 15.000.000 de libras. Por último, el mediapunta francés, que fue comprado en 2008 al Olympique de Marsella en 12.000.000 de libras, terminó siendo vendido en 2011 al Manchester City, a cambio de 25.000.000 de libras, cuando se había consolidado como una de las grandes figuras de los Gunners.
Ahora seguiremos con aquellos jugadores que fueron tan o más importantes que los anteriores (desde lo futbolístico), pero que no dejaron grandes cantidades de dinero en el club al momento de su salida. Los ejemplares: Emmanuel Petit, Freddie Ljungberg, Sylvain Wiltord y Jens Lehmann. El volante francés había sido dirigido en el Monaco por Wenger, quien, en 1997, ordenó poner 2.500.000 de libras para quedarse con su pase; Petit formó un tándem notable con Vieira en la medular Gunner; fue vendido en 7.000.000 de libras al Barcelona, junto con Overmars, en el año 2000. Al sueco lo querían todos y fue Wenger quien, en 1998, logró seducirlo, instalándolo en Londres por 3.000.000 de libras (abonadas al Halmstads BK); se adaptó rápidamente y se convirtió en una de las figuras del equipo; en el último tramo de su estadía en el Arsenal, las lesiones fueron marginándolo hasta que, en 2007, se va al West Ham. El atacante francés fue comprado en el 2000 al Bordeaux en 13.000.000 de libras (cifra récord para el club en aquel momento), jugó, rindió y en 2004, luego de no renovar con el Arsenal, se volvió a Francia para jugar en el Lyon. El alemán, en cambio, llegó en 2003 desde el Borussia Dortmund y fue quien mejor reemplazó a Seaman, siendo titular hasta el año 2008, cuando decide volverse a Alemania (al Stuttgart, más precisamente).
Hubo jugadores que costaron un dinero importante, rindieron y fueron vendidos casi por la misma suma por la que se los adquirió. Hablamos de Alexander Hleb y de Thomas Vermaelen. El bielorruso fue comprado en 2005 al Stuttgart en 15.000.000 de libras y vendido en 2008 al Barcelona por la misma cifra. El belga, por su parte, arribó en 2009 desde el Ajax por casi doce millones de libras, se convirtió inmediatamente en el líder de la defensa Gunner, llegó a ser capitán, pero las lesiones empezaron a ser una constante; así y todo, es (también) vendido al Barcelona en (también) 15.000.000 de libras.
Enumerando al resto de este grupo, podemos ver una serie de nombres importantes: Nwanko Kanu (estaba parado en el Inter por unos inconvenientes de salud, en 1999 Wenger lo rescata poniéndole al Neroazzurro más de cuatro millones de libras; jugó hasta el 2004, año en el que se va libre), Lauren (comprado en el 2000 al Mallorca en más de siete millones de libras; estuvo hasta el 2007, año en el que firma para el Portsmouth), Giovanni van Bronckhorst (comprado en 2001 al Glasgow Rangers en más de ocho millones de libras; prestado en 2003 al Barcelona, que termina comprando su pase en 2.000.000 de libras), Gilberto Silva (llegó como campeón del mundo desde el Atlético Mineiro, habiendo costado 4.500.000 de libras; se acopló muy bien al equipo y terminó siendo capitán tras la partida de Vieira; en 2008 se fue al Panathinaikos), Emmanuel Eboue (arribó en 2004 desde el Beveren belga para suceder a Lauren; estuvo hasta el 2011, cuando fue vendido al Galatasaray por más de tres millones de libras), Tomas Rosicky (llegado en 2006 desde el Borussia Dortmund, rápidamente se convirtió en una fija, hasta que empezaron los problemas con las lesiones; quedó libre en 2016 y se volvió al Sparta Praga), William Gallas (vino desde el Chelsea, en 2010 se rehusó a renovar y se fue al Tottenham, completando la tríada de clubes londinenses), Bacary Sagna (costó más de siete millones de libras, las cuales fueron abonadas al Auxerre en 2007; rindió en gran forma, pero en 2014 no renovó y firmó con el Manchester City) y Mikel Arteta (vendido por el Everton en 10.000.000 de libras, llegó a ser capitán del equipo y estuvo hasta el 2016, año en el que se retiró).
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Pasando a otro tipo de refuerzos, llegamos a aquellas incorporaciones gestionadas por Wenger a fines de resolver alguna carencia, tapar algún bache o engrosar el plantel, aumentar el número de variantes en determinado puesto. Lo primero que se nos puede venir a la cabeza es un préstamo. Y quienes pasaron en esa condición fueron Julio Baptista (cedido por el Real Madrid, estuvo una temporada y no renovó), Mart Poom (prestado de emergencia por el Sunderland, por una crisis de lesiones en el arco, jugó un par de partidos y se volvió a su club) y Yossi Benayoun (estuvo una temporada a préstamo desde el Chelsea).
El resto de los jugadores de este lote llegaron para ser suplentes y pelear un puesto. Algunos con más éxito que otros, pero todos llegando a ser de utilidad para el DT francés. Pasamos a enumerarlos: Remi Garde (llegó desde el Lyon, a poco de asumir Wenger; fue un relevo confiable, que estuvo en el club hasta 1999, año de su retiro por problemas con las lesiones), Gilles Grimandi (Wenger lo conocía y lo trajo desde el Monaco para oficiar de recambio; estuvo hasta el 2002; actualmente es scout del club), John Lukic (había llegado al Arsenal en 1983 para ser suplente de un tal Pat Jennings; se fue en 1990, cuando firmó Seaman; Wenger lo trajo en 1996 para ser suplente del mismísimo David, que seguía ahí; estuvo alternando entre segundo y tercer arquero hasta 2001, año en el que se retira), Alex Manninger (vino desde Austria para pelear la suplencia con Lukic; en 2001 lo prestan a la Fiorentina, que termina comprando su pase), Oleg Luzhny (arribó desde el Dinamo de Kiev, en 1999; polifuncional en la zona defensiva, dejó un buen recuerdo; en 2003 se fue al Wolverhampton), Sylvinho (llegó en 1999 desde el Corinthians, convirtiéndose en el primer brasileño en jugar para el Arsenal; desplazó del lateral a Winterburn, cumpliendo con buenas actuaciones; en 2001 se marchó al Celta), Edu (comprado en 2001 al Corinthians en 6.000.000 de libras, fue un comodín en el mediocampo de Wenger; en 2006 firmó para el Valencia), Pascal Cygan (llegó en el 2002 desde el Lille por 2.000.000 de libras, siendo un recambio confiable en la zaga central; en 2006 fue vendido al Villarreal en la misma cifra), Mathieu Flamini (aterrizó en Londres desde el Olympique de Marsella y estuvo hasta el 2008, cuando quedó libre; en 2013 volvió con el pase en su poder, quedando en libertad de acción nuevamente en 2016) y Manuel Almunia (llegó en 2004 desde el Albacete -donde supo ser suplente de Carlos Roa- para ser primer recambio de Lehmann; cuando el alemán se fue, el español tomó el puesto y lo conservó durante casi tres temporadas; lo cierto es que nunca terminó de convencer del todo y en 2012 quedó libre, firmando con el Watford de la Segunda División).
Hasta aquí hemos hablado de los jugadores que Wenger incorporó y que han respondido al francés y han dejado algo al Arsenal, ya sea dinero, títulos, éxitos tácticos. Antes de llegar a los que están, haremos un repaso por los yerros de Arsene. Para empezar siendo benévolos, enlistaremos a aquellos refuerzos que todos hubiésemos hecho, pero que, por una u otra cuestión, no funcionaron. Los casos más preponderantes son los de Davor Suker y Andrei Arshavin. El croata abandonó el Real Madrid después de un gran mundial realizado en 1998, y llegó al Arsenal; no sabemos si nunca pudo adaptarse al fútbol inglés o si había gastado sus últimos cartuchos en Francia; se terminó yendo al West Ham, donde tampoco anduvo. El ruso, por su parte, fue una gran decepción: su talento cuajaba bastante con la idea futbolística de Wenger; vino luego de una gran campaña con el Zenit y su Selección y llegó a tener grandes partidos, pero evidentemente le costó; nunca pudo consolidarse en el once inicial, fue perdiendo su lugar y en 2013 quedó libre, volviéndose a Rusia.
Para completar esta tanda, mencionamos a Lassana Diarra (sin lugar en el Chelsea, fue comprado por el Arsenal, donde tampoco tuvo lugar; tuvo que ser vendido al Portsmouth, desde donde llega al Real Madrid), Marouane Chamakh (había quedado libre del Bordeaux, desde donde venía de ser goleador; sintió la diferencia de categoría y en 2014 se fue en condición de libre) y Lukas Podolski (si bien no llegó en condición de estrella, y a pesar de haber jugado bastante, no cumplió con las expectativas; primero fue prestado al Inter, donde no anduvo para nada bien, y a su regreso fue vendido al Galatasaray en casi dos millones de libras).
En este breve sprint con intenciones de no ser malévolos con las incorporaciones que hizo Wenger, repasaremos a aquellos refuerzos que, por cuestiones ajenas al francés y al jugador en cuestión, no pudieron demostrar su valía. No se trata de un tema de “mala suerte”. El factor pernicioso está más que claro: las lesiones. Y si hablamos de lesiones, podemos hablar claramente de Abou Diaby, a quien compraron en 2.000.000 de libras al Auxerre; cuando tuvo continuidad, demostró sus enormes condiciones; pero pasó muchísimo tiempo peleando contra problemas físicos; de hecho, en 2015 queda libre y se va al Olympique de Marsella, donde acaba de rescindir luego de jugar poco y nada por los mismos inconvenientes. Parecido fue lo de Matthew Upson, quien fue adquirido en 1997 por 2.000.000 de libras al Luton Town para ser el recambio a Adams y Keown; sufrió lesiones importantes que incluyeron fracturas y rotura de ligamentos; termina siendo despachado al Birmingham City en 1.000.000 de libras; cuando no le tocó lidiar con las lesiones, demostró su valía; de hecho, termina jugando en la selección inglesa.
Para ir terminando con la benevolencia para con el ojo de Wenger, tiraremos en la mesa los nombres de Eduardo da Silva (abonado en más de siete millones de libras al Dínamo de Zagreb, en 2007; una durísima fractura sufrida en un partido frenó de lleno su progreso en el Arsenal; en 2010 terminó siendo vendido al Shakhtar Donetsk por casi seis millones de libras), Juan (lateral brasileño que llegó en 2001 desde las inferiores del Sao Paulo, sufrió una grave lesión en una de sus rodillas que terminó con su carrera en el fútbol europeo; en 2004 se volvió al Fluminense; llegó a jugar un par de partidos en su selección; actualmente está jugando en el Avaí), Rami Shaaban (traído desde el Djugarden sueco para ser el sucesor de Seaman en el largo plazo; a poco de su arribo se fracturó una pierna y no pudo ganar terreno, quedando libre en 2005) y Richard Wright (otro arquero apuntado para ser el reemplazante de Seaman, comprado en 2.000.000 de libras al Ipswich; luego de un buen inicio, una serie de lesiones lo relegaron, hasta que el Everton se lo llevó por 3.500.000 de libras).
Continuando, a modo de transición descendente en la valoración del ojo de Arsene para acertarle a las incorporaciones, enumeraremos aquellas apuestas hechas por Wenger que simplemente no se dieron. Inversiones que implicaron poco dinero y que resultaron en rescisiones o posteriores ventas. Los más conocidos son Luis Boa Morte (comprado al Sporting de Lisboa en menos de dos millones de libras; arrancó bien, pero fue perdiendo su lugar; en 1999 fue vendido al Southampton en 500.000 libras), Philippe Senderos (llegó en 2003 desde el Servette; algunas lesiones postergaron su debut; nunca pudo afianzarse en el primer equipo; luego de infructuosas cesiones a Milan y Everton, queda en libertad de acción en 2010) y Lukasz Fabianski (comprado al Legia Warsaw en más de dos millones de libras, nunca dio la talla y en 2014 se fue libre al Swansea City). Después están Christopher Wreh (primo de George Weah y conocido de Wenger, llegó desde el Monaco para ser el cuarto delantero; hizo algunos goles, pero con la llegada de nuevos jugadores quedó muy tapado; luego de varios préstamos, se terminó marchando al fútbol árabe) y el combo japonés Junichi Inamoto y Ryo Miyaichi. El primero llegó en 2001, jugó un par de partidos y terminó siendo negociado al Fulham. El otro quedó en una prueba, se le hizo contrato y se lo prestó de inmediato al Feyenoord, donde anduvo bien, pero a su regreso no pudo convencer (en 2015 se fue al St. Pauli).
Antes de meternos con la actualidad, iremos a las peores elecciones de Wenger en el mercado. Las peores entre las peores. Aquellas que ya pasaron a la posteridad. Los casos menos conocidos son los de Kaba Diawara (llegó desde el Bordeaux y en menos de un año se volvió a Francia), Tomas Danilevicius (atacante lituano que llegó desde el Lausanne suizo; jugó un par de partidos y se fue al Beveren belga), Michal Papadpulos (delantero que llegó a préstamo del Banik Ostrava checo; jugó un partido y se volvió), Jehad Muntasser (nieto de un ex primer ministro libio, que llegó a préstamo desde el Pro Sesto italiano; jugó un solo partido y a la temporada siguiente terminó firmando con el Bristol City), David Grondin (lateral francés comprado al St. Etienne en 500.000 libras; fue prestado en un par de oportunidades y terminó firmando en el Dunfermline escocés), Stathis Tavlaridis (central griego comprado al Iraklis en 1.000.000 de libras, que jugó muy poco y que se fue a hacer carrera a Francia) y Amaury Bischoff (volante luso que llegó desde el Werder Bremen, jugó un partido y se volvió a Portugal).
A modo de impasse antes del plato principal, hay que decir que Arsene Wenger aprobó las llegadas de dos jugadores argentinos. Ambas pueden ser consideradas tranquilamente entre las peores de esta larga lista. Uno es conocido: Nelson Vivas llegó desde el Lugano suizo costando más de un millón y medio de libras; nunca pudo ganarse un lugar en la defensa; lejos en la consideración del DT, fue prestado al Celta y a su regreso quedó libre. El otro es un desconocido: se trata de Fabián Caballero, delantero nacido en Misiones y nacionalizado paraguayo, que tuvo un paso por Guaraní Antonio Franco y por Estudiantes de La Plata; llegó al Arsenal a préstamo desde Cerro Porteño; lógicamente, luego de tener escasos minutos de juego se volvió a Paraguay.
Ahora, el listado definitivo de las peores contrataciones perpetradas por Wenger:
Igors Stepanovs: capitán del seleccionado letón, pagado al Skonto Riga en menos de un millón y medio de libras, resultó ser uno de los jugadores más limitados que hayan pasado por el club londinense. En 2004 fue despachado a Grasshopper.
Francis Jeffers: comprado en el 2001 al Everton en más de ocho millones de libras. Era considerado uno de los delanteros con más futuro del fútbol inglés. No encajó en el sistema de Wenger. Encima, sufrió algunos percances relativos a las lesiones. Terminó siendo vendido al Charlton en poco más de dos millones y medio de libras, iniciando un camino por una espiral descendente.
José Antonio Reyes: en 2004 fue comprado al Sevilla en más de diez millones de libras, pero nunca pudo adaptarse ni al fútbol inglés ni a la vida en Londres. En 2006 fue prestado al Real Madrid, a cambio del préstamo de Julio Baptista. A su regreso, fue vendido en 12.000.000 de libras al Atlético de Madrid.
Denilson: comprado en 2006 al Sao Paulo en casi tres millones y medio de libras, nunca pudo consolidarse y en 2011 terminó volviéndose a su club de origen.
Mikael Silvestre: llegó desde el Manchester United para cumplir un rol similar al que cumplía Cygan. No cumplió y en 2010 quedó en libertad de acción.
Sebastien Squillaci: comprado en 4.000.000 de libras al Sevilla. No anduvo para nada bien y en 2013 quedó libre, firmando para el Bastia, equipo menor del fútbol francés.
Gervinho: adquirido al Lille en casi once millones de libras, tuvo muchas oportunidades, pero nunca terminó de encajar. En 2013 lo vendieron a la Roma en 8.000.000 de libras.
Andre Santos: vendido por el Fenerbahçe en 7.000.000 de libras, anduvo pésimo y en 2013 se volvió a Brasil para jugar en el Gremio.
Yaya Sanogo: llegado desde el Auxerre, tuvo sus oportunidades, demostró que no tenía el nivel suficiente para jugar en la Premier League. Luego de varios préstamos, acaba de rescindir con el club.
Park Chu-Young: otro llegado desde el Monaco, otro que anduvo muy mal. Fue siendo prestado hasta quedar libre.
Kim Kallstrom: llegó a préstamo por seis meses desde el Spartak de Moscú, estando lesionado. Jugó cuatro partidos y se volvió a Rusia.
Para terminar con los jugadores que Wenger trajo al Arsenal, repasaremos a aquellos jugadores que aún forman parte del plantel de primera Gunner:
Theo Walcott: con menos de 17 años de edad, fue comprado al Southampton en 5.000.000 de libras. Al poco tiempo, Steven Goran eriksson lo llevó al Mundial de Alemania 2006, sin haber debutado en la selección mayor. La expectativa que se generó fue grande. Si bien es una fija para Arsene, nunca llegó a dar todo lo que se esperaba de él. A algunas lesiones se le suma el hecho de que Wenger tardó en encontrarle el lugar: arrancó como extremo por la derecha, hoy está acoplándose a la posición de delantero centro, a modo de “falso nueve”, si se nos permite entrar en clichés del periodismo deportivo moderno.
Aaron Ramsey: llegó en 2008, luego de que los Gunners pusieran casi cinco millones de libras al Cardiff City. Tuvo un inicio complicado en el club, incluyendo una lesión grave. Volvió, fue evolucionando y hoy es un jugador muy importante para el DT.
Francis Coquelin: llegó a prueba desde el Laval y se le hizo un contrato con el club. Dejó muchas dudas en el comienzo y empezó a ser cedido a otros clubes. Cuando parecía que se iba, una racha de lesiones en el mediocampo le hizo un lugar en el equipo y fue aprovechando la oportunidad. Hoy es muy utilizado por Arsene.
Laurent Koscielny: comprado al Lorient en casi nueve millones de libras, hoy es titular indiscutido en la defensa (sub capitán del equipo) y considerado uno de los mejores marcadores centrales del fútbol inglés.
Alex Oxlade-Chamberlain: pagado en 15.000.000 de libras al Southampton, es un caso muy similar al de Walcott: llegó muy jovencito por un monto que triplicó las expectativas para con él. Suele ser titular, pero Wenger está tratando de encontrarle el lugar en la cancha. Hoy apuesta a que se convierta en una especie de interior. No ha alcanzado su máximo potencial.
Per Mertesacker: vino desde el Werder Bremen, empezó con un rol de reparto en la defensa, generando algunas dudas de si era un central idóneo para el frenético fútbol inglés. Con el tiempo se fue acomodando y hoy es capitán del equipo. Jugará su última temporada en el fútbol profesional y se convertirá en el entrenador de la Arsenal Academy.
Santi Cazorla: comprado en 10.000.000 de libras al Málaga. Es uno de los jugadores más queridos del club y uno de los mejores volantes de la Premier League. Viene pasando mucho tiempo lesionado.
Olivier Giroud: llegó por 10.000.000 de libras. Venía de ser goleador y figura del Montpellier, sorprendente campeón del fútbol francés. Se le ha exigido mucho desde su llegada, pero, la verdad, es que su aporte goleador es más que aceptable. Le falta ser más protagonista en los partidos importantes. El Arsenal espera una buena oferta por él, pero el delantero de la selección francesa quiere quedarse en el equipo.
Nacho Monreal: el Arsenal puso más de ocho millones de libras al Málaga para quedarse con el defensor español, quien parece haberse afirmado en la última línea del equipo de Arsene en el tramo final de la temporada que acaba de finalizar.
Mesut Özil: hasta la llegada de Lacazette, fue el pase récord del Arsenal, habiendo costado más de cuarenta y dos millones de libras, dinero que fue a parar a las arcas del Real Madrid. Al igual que Arshavin, es un jugador al cual se lo presuponía ideal para el estilo de fútbol que intentaba pregonar el DT francés. Tuvo un gran inicio de carrera en el club londinense, pero no termina de dar el salto propio del jugador “récord”. Sí es cierto que le han faltado intérpretes con los cuales pueda asociarse en ataque Desde ya, es una fija en el once inicial.
Joel Campbell: llegó desde el Saprissa a cambio de 1.000.000 de libras. Fue cedido a préstamo en reiteradas ocasiones, a la espera de que le salga el famoso permiso de trabajo. Generalmente, arranca las temporadas con el equipo y, sobre el cierre del mercado de pases, termina siendo nuevamente prestado.
Calum Chambers: adquirido en casi dieciséis millones de libras al Southampton. No pudo ganarse un lugar y fue prestado al Middlesbrough, donde logró cierta continuidad. A su regreso estará peleando por un puesto en la zaga.
Mathieu Debuchy: el Arsenal lo pagó casi doce millones de libras al Newcastle United. Aún no se fue y está a nada de unirse al listado de los peores fichajes de Wenger. No ha podido afirmarse ni como suplente. Fue prestado unos meses al Bordeaux en la última temporada. Ahora se está jugando sus últimas fichas para entrar en la consideración de Wenger.
Alexis Sánchez: recién en el año 2014 Wenger pudo dar con un jugador capaz de producir lo que producía Henry. El chileno fue comprado al Barcelona en casi treinta y dos millones de libras. Hoy es la máxima figura del equipo, el jugador más determinante. Una vez más, el club londinense deberá pelear por retenerlo en este incipiente mercado de pases. Parece que el ex Cobreloa busca ir a un equipo con aspiraciones más importantes.
Danny Welbeck: sorpresiva incorporación por parte de Wenger, quien se lo trajo desde el Manchester United a cambio de 16.000.000 de libras. Cuando está físicamente al 100%, es una fija para el DT francés.
David Ospina: comprado al Nice en 3.000.000 de libras. Le ha costado mantener la titularidad. En la última temporada alternó titularidad con suplencia.
Gabriel: defensor brasileño comprado al Villarreal en más de once millones de libras. Luego de un flojo comienzo, hizo de la temporada pasada su mejor temporada en el equipo.
Petr Cech: el arquero de jerarquía que tanto buscó Arsene llegó. Un poco tarde, ya que el nivel pico del arquero checo parece haber pasado. Fue comprado al Chelsea por casi diez millones de libras. Si bien es el arquero titular, Ospina está ahí, al acecho.
Krystian Bielik: defensor polaco adquirido al Legia Warsaw por casi tres millones de libras. Jugó algunos partidos y fue prestado al Birmingham City. Actualmente se encuentra en el equipo de reservas.
Mohamed Elneny: el volante egipcio llegó desde el Basel por más de siete millones de libras y suele ser suplente, aunque cada vez que ingresa, muestra sus cualidades.
Granit Xhaka: el suizo llegó desde el Borussia Mönchengladbach por más de treinta millones de libras. Jugó casi toda la temporada pasada, con un arranque flojo (que incluye algunas expulsiones) y levantando el nivel en el último tramo de la temporada. Se espera más de él.
Rob Holding: defensor que llegó siendo la figura de un Bolton que descendía a la tercera categoría del fútbol inglés. Jugó algunos partidos, pero está bastante relegado en la consideración de Wenger. Es joven (21 años) y se espera que sea prestado.
Shkodran Mustafi: fue comprado al Valencia en 35.000.000 de libras. Sin dudas es una de las mejores incorporaciones del Arsenal de los últimos mercados de pases. Es titular y parte de la columna vertebral del equipo.
Lucas Pérez: llegó en la temporada pasada desde el Deportivo La Coruña, costando más de diecisiete millones de libras al Arsenal. Wenger lo usó mucho en las competencias de copa (incluyendo Champions) y el español respondió con rendimiento y goles. Pero no tiene lugar y ya se especula con un regreso a España. De irse a un año de su contratación, se convertiría en uno de las peores adquisiciones de Arsene.
Habiendo refrescado algo en el primer párrafo de este artículo y a sabiendas de que aún falta para el cierre del mercado de pases, evitaremos concluir este artículo analizando la actualidad y tratando de dibujar alguna predicción para lo que viene. De todo lo anterior, podemos destacar la notable afluencia de jugadores franceses o de origen africano. Solo hay que remitirse a los inicios: en su primera temporada, Wenger hizo llegar al Arsenal a seis jugadores que hablaban su mismo idioma. De hecho, dos de ellos (Vieira y Garde) firmaron antes de que Arsene sea presentado oficialmente como manager Gunner. Y si tenemos que hablar de balances económicos, es aquí cuando uno puede reprocharle a Wenger el ser tan conservador a la hora de negociar por jugadores. A grandes rasgos, y teniendo en cuenta que algunas transferencias no develan los montos involucrados, el Arsenal ha gastado más de quinientos millones de libras en incorporaciones desde que el francés está al mando del equipo. Si bien vendió mucho, el dinero ingresado no alcanza a cubrir lo gastado: los guarismos generados en reventas de jugadores no llegan a los trescientos millones de libras. Si bien las lesiones hicieron estragos en algunos casos, reiteramos: si queremos encontrarle el pelo al huevo, lo encontramos.
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- AUTOR
- Fernando Marino
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