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Azerbaiján, desde las cenizas de la separación soviética
Hay “otra” Europa. Una alejada del protagonismo con el que cuentan países como España, Inglaterra, Alemania, Italia, Francia y en menor medida Portugal y Holanda. Una Europa alejada de los grandes flashes. Una Europa, en muchos casos, nacida de la guerra, hacia afuera y hacia adentro, países que emergieron a partir de movimientos independentistas, guerras civiles o tratados. Que no se malinterprete. Es la misma Europa que la de británicos, ibéricos, galos, alemanes e italianos, pero a ojos de los medios de comunicación y de muchos amantes del fútbol es, en cierto modo, otra.
En ese grupo puede colocarse al fútbol de Azerbaiján. Y, en cierto sentido, el desconocimiento tiene cierto grado de lógica: la República de Azerbaiján, tal como se la conoce hoy, nació producto del colapso de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1991, hace un cuarto de siglo. Es cierto que antes de la separación del territorio soviético la República Socialista Soviética de Azerbaiján ya tenía su propio torneo doméstico, pero los torneos se jugaron con ciertas intermitencias e incluso faltan datos sobre algunos campeonatos y copas nacionales.
Hoy, con 25 años de vida, el fútbol de Azerbaiján consta de sólo dos torneos nacionales de fútbol profesional, al que se suma la Copa local. Y no es que falten divisiones, sino equipos: la Premier League (como se conoce a la máxima categoría desde 2007) tiene sólo ocho participantes a partir de una sanción de la Liga Profesional de Fútbol a dos clubes, mientras que la Primera División (segunda categoría) la componen 14 equipos. La inestabilidad que ha dominado al fútbol de Azerbaiján produjo que, hasta ahora, nunca pudiera repetirse el número de cupos entre un torneo y otro. Un problema a solucionar urgentemente. De los ocho clubes de la Premier League, sólo el campeón accede a la fase clasificatoria de la Liga de Campeones. Sin embargo, hasta ahora ningún equipo azerí logró entrar a la fase de grupos y su participación sigue más bien limitada a la Europa League, donde tampoco corren con mejor suerte.
Sin embargo, a diferencia de los clubes, la Selección Nacional de Azerbaiján parece comenzar a transitar por mejores caminos. Es cierto que hasta ahora fallaron todos los intentos por meterse en la Eurocopa o en el Mundial, pero los resultados mejoraron con el paso de los torneos y hoy, rumbo a Rusia 2018, está cumpliendo con las mejores eliminatorias de su corta historia. De la mano del croata Robert Prosinečki, ex jugador de Real Madrid y Barcelona, los azeríes están en la tercera posición del Grupo C, empatados con el segundo, Irlanda del Norte. En marzo, cuando se reanuden las Eliminatorias a Rusia 2018, deberán recibir a Alemania, líder indiscutida de la zona.
En su plantel, Prosinečki tiene una mezcla de experiencia y juventud: mantuvo a Rashad Sadygov, Kamran Aghayev y Rahid Amirguliyev, de la vieja escuela, pero sumó a los jóvenes Namig Alasgarov y Ramil Sheydayev, de la nueva camada. La mayoría de ellos juega en el fútbol doméstico y escasean los que semana a semana se codean en las mejores ligas del mundo. Aun así, Azerbaiján tiene ante sí una oportunidad que, si no se aprovecha, será difícil de olvidar.
Si bien el camino es largo y los obstáculos, varios, la Selección respira aires nuevos a pesar de que, insistimos, puertas adentro haga falta un mayor grado de organización que permita un crecimiento sostenido a los equipos locales que potencie la liga y el surgimiento de nuevos clubes. Herramienta necesaria si quiere darse el gusto de pegar un pequeño salto de calidad y ganar algo de protagonismo en el escenario europeo.
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- AUTOR
- Federico Leiva
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