#Rusia2018xCR
Bélgica y un triunfo como plataforma
Un golpe de autoridad. Bélgica se presentó con goleada en la Copa del Mundo y, más allá de las limitaciones del rival, sacó a relucir su talento en una primera jornada que no fue del todo accesible para las potencias. El equipo que conduce Roberto Martínez no llega a la competición bajo las expectativas de ser la posible revelación, sino como el centro de las miradas a partir de la calidad de sus intérpretes. Si bien no desplegó todo su ideal colectivo, fue progresando en el juego ante la debutante Panamá y consiguió un resultado que puede servirle de plataforma.
Salió el conjunto europeo con el 3-4-2-1 característico de los últimos partidos de clasificación y los amistosos de preparación. Tres zagueros que permiten a los centrocampistas un mayor despliegue, Thomas Meunier y Yannick Ferreira Carrasco haciendo ancho el campo por las bandas, Kevin De Bruyne en la base de la jugada y el desequilibrio de Eden Hazard y Dries Mertens por detrás de Romelu Lukaku. Martínez intenta juntar todo el talento por dentro mientras los carrileros abren espacios y se muestran como apoyos siempre abiertos, en tanto Axel Witsel intenta cubrir las espaldas.
El papel que ha dado muchas veces Josep Guardiola a De Bruyne en Manchester City se replica en la selección belga. Es quien inicia las jugadas desde su campo y el nexo para llevar el balón arriba, aunque a Bélgica le costó encontrar la manera para desordenar a Panamá. Los defensores se vieron obligados, en muchos tramos del juego, a pasarse la pelota entre ellos, sin presión alguna y con muchos toques horizontales. De Bruyne no podía generar línea de pase por detrás de los centrocampistas panameños, y Witsel no es un activo de calidad en el primer pase. La profundidad de Meunier era la vía de escape, trocando su posición con Mertens en algunos pasajes del partido; si uno recibía abierto, el otro atacaba el área con una diagonal hacia dentro.
Fue allí cuando emergió Hazard, un hombre capaz de desarticular cualquier defensa y que ha llegado a Rusia en un estado de forma óptimo. Ante la imposibilidad colectiva del equipo de activarlo cerca del área, recibió en muchos sectores del campo y comenzó a desnivelar mediante de su conducción. Por el medio del campo o en los costados, giraba con facilidad y se tornaba impredecible. Incluso, con el balón dominado trazó una diagonal de derecha a izquierda y cedió a Mertens, quien con un remate hizo lucir por primera vez a Jaime Penedo.
El repliegue panameño no era del todo efectivo. Hubo algunas concesiones entre líneas. Witsel encontró por detrás de los volantes al mediapunta del Napoli cerca del final del primer tiempo, aunque el arquero centroamericano atoró justo con su salida la asistencia a Lukaku. Los envíos largos hacia el hombre del Manchester United constituían también un arma belga, aunque tanto Román Torres como Fidel Escobar se mostraban acertados por alto.
Fue recién a partir del inicio del complemento que Bélgica tomó ventaja en el marcador. Los desmarques de Lukaku eran cada vez más amenazantes, y luego de que no prosperara un pase gol hacia él, un gran remate de aire de Mertens abrió el partido. La colocó al segundo palo, lejos de la estirada del arquero. Desde allí, lo del conjunto europeo fue más continuista, se juntó mejor y encontró mayores sociedades en corto. Panamá sólo salía con apoyos esporádicos de Blas Pérez, o la profundidad que por derecha aportaban Michael Murillo o Armando Cooper ante las lejanas ayudas de Carrasco a Jan Vertonghen.
Una sociedad que construyeron entre Hazard y De Bruyne sirvió el segundo gol del partido, un cabezazo del corpulento Lukaku. El ‘10’ se recostó sobre la banda izquierda y, por dentro, combinó en corto con el del City, que envió un centro medido. Minutos luego, ya con espacios y esa posibilidad de correr que nunca desprecian los de Martínez, el Duque asistió nuevamente al ‘9’, que definió ante la salida de Penedo.
Dentro de una primera jornada que arrojó resultados fuera de pronóstico, que al mismo tiempo evidencia que el debut en un Mundial tiene sus lógicas dificultades, Bélgica dijo presente. No es poco, es una base desde donde comenzar a responder a lo que se espera.
Relacionado
- AUTOR
- Nicolás Galliari
Comentarios