América
Bondad humana
Esa mañana de la recién iniciada década de los años 90, Rivers Cuomo llegó a Veracruz en México prácticamente sin dinero; como estudiante estadounidense, en el más puro cliché del «mochilero», arribó al Puerto en autobús y sin saber qué hacer. Un niño local de 12 años comenzó a platicar con él y se ofreció a llevarlo a conocer la ciudad, él aceptó. Algo en ese pequeño le inspiró confianza.
Pasearon por San Juan de Ulúa, el Malecón y Boca del Río, hasta que anocheció y Rivers preguntó por algún lugar donde pudiera pasar la noche. Su nuevo amigo le ofreció su casa, le dijo que era humilde, pero así tendría dónde dormir. Aceptó conmovido. La casa era menos que humilde, de hecho sólo tenía una cama, la cual usaba el padre de familia; su primera reacción fue negarse cuando, con señas, le dijeron que él usaría el único colchón disponible y que la cabeza de la familia dormiría en el piso.
El joven californiano de 20 años, se percató de la nobleza del gesto y no pudo decir que no. Con sus lentes de pasta negra, desaliñado y con su pinta de nerd, Rivers tuvo la oportunidad de convivir con esta familia veracruzana y lo que iba a ser una noche se convirtió casi en una semana. Como podían hacerse entender, Cuomo les contó que su sueño había sido convertirse en futbolista profesional, pero una lesión en la rodilla se lo había impedido. La familia por su parte, le transmitió las hazañas de los Tiburones Rojos de Jorge Comas, Omar Palma, Pascual Ramírez, Jorge Luis Gabrich, Horacio Rocha, Lalo Moses y de una goleada 4-2 sobre el Real Madrid.
Cuando llegó el momento de volver a California, Cuomo comenzó a despedirse y en ese momento el niño corrió hacia un viejo ropero y sacó su tesoro más preciado: una camisa original del Veracruz que le había regalado un jugador. «Es mi playera favorita y quiero que te la lleves», le dijo. Rivers no pudo contener las lágrimas y prometió que nunca lo olvidaría.
«Es mi playera favorita y quiero que te la lleves»
La fama
Conocí a Weezer en 1994, en una lejana época en la que aunque no me crean, el canal MTV pasaba música día y noche. El video me llamó la atención no sólo por el peculiar intro de guitarra, que parecía tener una cuerda fuera de tono, sino también por la pinta de nerds de los cuatro miembros de la banda y sobre todo porque cantaban en cámara lenta, pero iban acorde a la canción, con un fondo azul.
¡Esperen! ¿El cantante trae la camiseta del Veracruz? No ¡Claro que no! ¿Cómo va a ser eso? Es la media luz que da esa impresión… ¡Claro que sí! Es la camiseta ¿Quién usaba ese 22?. «Undone: The Sweater Song» fue uno de los vídeos más populares de MTV en ese año y arrasó en la entrega de premios, de la mano de su director, un entonces desconocido Spike Jonze. «Si quieres destruir mi suéter… jala el hilo mientras me alejo», dice el coro que canta Rivers Cuomo, el frontman de Weezer, en el video que los lanzó a la fama.
El jugador
Esa playera perteneció a José «Pepe» Ruiz, quien milito en el Veracruz durante la temporada 90-91. Jugó más de 100 partidos en Primera División y aunque nunca fue una estrella del fútbol, su playera se convirtió en un objeto de culto para los fans del punk/rock alternativo.
«Nunca pienso deshacerme de la playera, la uso cuando necesito recordar que la bondad humana existe», dijo Rivers Cuomo a un reportero cuando le cuestionó el origen de su afición por el Veracruz.
No importa cuánto tiempo haya pasado, no importa que más haya cambiado en la vida, porque siempre habrá momentos que nunca olvidarás.
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