Copas europeas
Coleman y Gales hacen historia
Hal Robson Kanu dejó atónito a todo Lille. Su engaño en el centro del área belga fue escandaloso para acabar la jugada con una resolución de zurda. Giró cuando nadie esperaba para quedar de frente a Thibaut Courtois y definió. Fue el gol que permitió a Gales ponerse por delante en el marcador, en un partido que ha entrado en los libros de historia de la Eurocopa. La selección británica, en su primera participación en el certamen, se ha inmiscuido entre los cuatro mejores. Y lo ha hecho con justicia, reponiéndose a 15 minutos iniciales de dominio rival.
A partir de Gareth Bale, Aaron Ramsey y Joe Allen, Gales volvió a edificar una actuación sólida y convincente. Como un todocampista, el hombre del Real Madrid apareció en cualquier parte del campo y sus intervenciones fueron siempre productivas. Participó de la salida de balón cerca de los zagueros, apoyó la circulación sobre las bandas, creó ventajas a partir del pase y tuvo oportunidades para correr y llevar peligro. Precisamente, en la primera etapa, dos robos suyos acabaron con galopadas hacia el arco contrario y remates desde la frontal que no acabaron en gol.
Luego del golazo de Radja Nainggolan, Bélgica decidió ceder la iniciativa y, en un repliegue en forma de 4-4-2 (dejando a Kevin de Bruyne y Romelu Lukaku en punta), amenazó con cortar las intenciones adversarias y lanzarse. Es quizás el escenario en el que mejor se desenvuelve una selección que no ha dejado mucho más que sus transiciones vertiginosas en la competencia. Sin embargo, esta vez falló al salir al contraataque, producto de constantes fallos en el primer pase posterior a la recuperación.
Ya Ashley Williams, bastión defensivo de los de Chris Coleman, había empatado con un cabezazo certero en una acción a balón parado. Con Gales en campo contrario y la pelota en su poder, creció la figura de los carrileros. Chris Gunter se proyectó con asiduidad y Neil Taylor llegó por el flanco opuesto. En una acción construida por la derecha y finalizada por izquierda, Courtois se lució con una gran tapada ante Taylor.
La tónica del encuentro volvió a cambiar en el segundo período, cuando Marc Wilmots decidió quitar a Yannick Ferreira-Carrasco para dar entrada a Marouane Fellaini. La sustitución hizo que Bélgica careciese de desborde (intentó recuperarlo con el ingreso tardío de Dries Mertens), se atasque en carriles centrales y dependa en exceso de las conducciones de Eden Hazard. El futbolista del Chelsea, figura frente a Hungría en octavos de final, no encontró nunca alguien con quien asociarse, y trasladó en varias ocasiones de una banda a la otra intentando hallar un resquicio por donde filtrar el balón. Mediante su 5-3-2, Gales se defendió con Allen, Joe Ledley y Ramsey para proteger su campo, y apareció el talento de Bale.
ASÍ LLEGARON AL FINAL DEL PARTIDO
Práctico, Gales no necesitó demasiado para acercarse a tres cuartos de terreno rival. Bale, en banda derecha a la altura de la línea meridional, envió un pase largo muy preciso a la diagonal sin balón trazada por Ramsey. El del Arsenal corrió al espacio, controló y lanzó al centro delantero. Robson Kanu dibujó una maravilla y comenzó a ganar el partido. Más tarde, Sam Vokes, quien había ingresado por el jugador del Reading, cerró el encuentro con un remate de cabeza estupendo tras el centro de Gunter. Mientras tanto, Bélgica no encontraba cómo ni dónde, y se repitió en centros al área para buscar a Fellaini, Lukaku y Michy Batshuayi, quien ingresó por Romelu.
Gales, una selección reconociblemente bien trabajada por su entrenador, repite su guión, ese que le ha dado resultados. Defiende su campo con mucha seguridad y tiene talento para soltarse en fase ofensiva. Del otro lado, Bélgica vuelve a pagar caro las elecciones de un entrenador que desperdicia una generación de enorme talento. De los cuatro centrales en la última línea en el partido debut ante Italia, a la sustitución de Carrasco en cuartos de final. A su equipo se le notaron las costuras y, cuando no pudo correr, no encontró un plan alternativo.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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