Fue el primer partido de ambos en el Grupo D, en el Stade de la Beaujoire – Luis Fonteneau (Nantes). Ya habían debutado Paraguay y Bulgaria con igualdad sin goles. España llegaba al Mundial tras una dura eliminación en cuartos de final en la Eurocopa de Inglaterra 1996, justamente ante el anfitrión y por penales tras el 0-0 final en el ya antiguo Wembley. Nigeria era la sensación del momento, dos años atrás se había colgado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta, eliminando a Brasil en semifinales y derrotando a Argentina en la final.

En un Mundial, los errores cuestan muy caro

El cotejo lo empezó dominando la Selección de Javier Clemente, de cabo a rabo, demostrando superioridad en todas las líneas. Dos laterales como Sergi y Albert Ferrer que eran incansables en el ida y vuelta, Fernando Hierro robando y distribuyendo en el medio, Luis Enrique llegando con mucha asiduidad al área rival, el peligro constante de Raúl y el exquisito juego de espaldas a portería de Kiko.

Tras un disparo de Raúl (balón largo preciso de Hierro que luego repetiría para el 2-1), Peter Rufai se lucía, y minutos más tarde el larguero le negaba la apertura en el marcador tras un cabezazo furibundo a centro de Ferrer. Ya con el 1-0 consumado de Hierro tras un tiro libre, con Rufai posicionado detrás de la barrera y el balón ingresando por el sector contrario, comenzaron los fallos que se fusionaron con la aparición de Mutiu Adepoju.

Cuando mejor estaban los europeos, pese a algún susto con la velocidad de Victor Ikpeba por el sector Ferrer-Rafael Alkorta, llegó un córner ejecutado por Garba Lawal que el propio Adepoju se encargó de enviar a las redes. El mediocentro remató de cabeza entre Hierro y Kiko, que no fiijaron la marca como corresponde.

El talento de Okocha, en aquel primer partido de Francia 1998

España notó el impacto y comenzó a precipitarse y a perder la confianza. Por otro lado, el arquero africano Rufai seguía demostrando movimientos poco ortodoxos e inseguros. Finidi George y Lawal se sacrificaban en defensa mientras que Raúl y Alfonso ayudaban en contadas ocasiones.

Con las rápidas transiciones de Adepoju-Jay Jay Okocha-Ikpeba (fueron una pesadilla para Alkorta, Ferrer e Iván Campo) y el peso del partido a favor de los españoles, se terminaba la primera parte. La segunda mitad comenzaba con el 2-1 de Raúl tras un delicado pase largo de Hierro a la espalda de Mobi Oparaku. Con el ingreso de Rashidi Yekini en ataque junto a Ikpeba, el sacrificado fue Oparaku y en el lateral izquierdo se posicionó Adepoju. Tras esta sustitución ofensiva de Bora Milutinovic, «Las Águilas Verdes» crecieron y se aprovecharon del segundo yerro de la noche.

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Corría el minuto 73, Sunday Oliseh envió un balón largo desde la defensa, Nadal y Alkorta se lo disputaron y el de Manacor quedó sentido, sin volver a su sitio. El rechace fue rápidamente enviado al sector izquierdo desde el derecho por las botas de Okocha (dejó algunos destellos de calidad), Lawal hizo una pared con Yekini que Campo no pudo cortar y, cuando el balón parecía salir, un disparo raso al primer palo fue introducido por Zubizarreta en su propia valla. Era el 2-2, pero aún faltaba lo peor.

Mientras Raúl se perdía la ventaja a centro del ingresado Joseba Etxeberría, cinco minutos después del empate, una pelota al área desde un saque de banda de Okocha era repelido por Hierro hacia la frontal del área donde no había ningún compañero; solo se encontraba Oliseh y la oportunidad del triunfo histórico: no falló anotando un gol épico con un potente disparo.

Sergi pudo empatar la contienda pero ya era tarde. Tres fallos, tres goles y una derrota que a la postre le costaría la eliminación a la Furia Roja.

Los cambios de Clemente y Milutinovic

FORMACIÓN INICIAL

La primera modificación de Javi fue en el entretiempo. Cambió a Ferrer por Guillermo Amor, un centrocampista de posesión por un lateral. El dibujo táctico quedó formado con Campo de lateral derecho, ocupando la posición de Ferrer y Amor de interior por el mismo sector. Nadal pasaba de interior a central ocupando la vacante que dejaba Iván Campo.

Más tarde, fue el turno de Etxeberría por Alfonso, extremo por extremo, en esa sustitución no hubo variante en el esquema. Pero sí la hubo cuando entró Albert Celades, otro mediocentro que se instaló en la posición medular de Hierro. Fernando pasó a habitar la defensa central y el relevado era Nadal al banco de suplentes.

Bora, por su parte, no perdió la cara nunca al encuentro, siendo muy valiente. Cuando se hallaba herido de muerte, dio ingreso al potente delantero Yekini, enviando al volante Adepoju al lateral del sustituido Oparaku. Nigeria se paraba con la única presencia de Oliseh en la medular, las ayudas de Finidi (sector de Adepoju) desde la banda hacia el centro y Okocha recibiendo y creando desde posiciones más retrasadas. Así dio vuelta el tanteador. El segundo cambio fue hombre por hombre, Tijani Babangida por el agotado Ikpeba, delantero rápido por atacante veloz, nada nuevo. Y el tercer y último fue el de Godwin Okpara por Lawal, pero a falta de un minuto, más por la pérdida de tiempo que por temas tácticos, aunque Okpara fuese más defensivo que Lawal.

ASÍ SE DEFINIÓ EL CRUCE

Un sublime Mutiu Adepoju

Los 38.000 espectadores que asistieron al evento visualizaron el gran rendimiento del jugador, en aquel entonces, de la Real Sociedad.

Se inició en aquella mañana del 13 de Junio, como mediocentro, un volante de llegada acompañado por un posicional Oliseh. En sus botas de engendraba y originaba el juego africano, él distribuía con inteligencia y elegancia. Su precisión en el pase corto y largo era casi perfecta, buscaba siempre a Okocha en corto o a Ikpeba en largo. Cuando recibía de un compañero, ya sabía segundos antes lo que iba a hacer con el balón. Además de su sacrificio en el segundo acto, cuando tuvo que jugar de lateral derecho (cumplió con sobriedad pese a enfrentarse a Raúl-Sergi), fue clave a la hora de frenar las llegadas de Luis Enrique en los primeros 45 minutos cuando Babayaro se encontraba desbordado.

Aquel juego quedó para la historia, Nigeria acabaría primera de grupo por delante de Paraguay pero sería eliminada por Dinamarca en octavos de final. España sumaba otro fracaso en Mundiales, sin llegar al menos a la ronda de 16.