Historias
Corea del Norte y el partido de sus vidas
La guerra de Corea aún estaba caliente en el corazón de todos los habitantes de la zona, por eso, el Jefe de Estado Kim Il Sung decidió alegrar esas vidas y, con el Mundial de Inglaterra al alcance de la mano, se empecinó con que Corea del Norte debía participar.
Con la ayuda de los países de África que no participaron de la contienda por diferencias con la FIFA, al no entregarle una plaza directa, y ante la solidaridad de Corea del Sur con el continente africano, los norcoreanos vieron el camino allanado al solo enfrentarse a Australia, al que vencieron por 6-1 y 3-1.
Lo curioso de la selección asiática es que estaba conformada por mayoría de soldados del ejército, elegidos por Kim Il Sung en un partido que se organizó para que el Jefe de Estado pudiera determinar a su gusto a los representantes nacionales.
Antes de partir, Sung los despidió casi a escondidas con la «recomendación» de que al Mundial fueran con orgullo de su país, su bandera y su líder y que no cometieran papelones. Suena a amenaza, pero los soldados/jugadores usaron esas palabras para motivarse sobremanera y enfrentar la contienda futbolística mundial.
Corea del Norte cayó en el Grupo D, junto a la Unión Soviética, Chile e Italia. Perdieron en el debut por 3-0 ante los soviéticos. Luego caían ante los trasandinos por la mínima, pero mediante su gran forma atlética lograron empatar al final con gol del cabo Seung Zin Pak.
Y llegó «El partido de sus vidas» (así se llama un documental de la BBC que trata el tema), ante Italia en el Ayresome Park, que fue testigo impávido de la victoria coreana ante el bicampeón mundial por 1-0 con gol del Sargento Doo Ik Pak, siendo el primer triunfo de un conjunto asiático en la historia de las Copas del Mundo.
Los tanos fueron agrandados, esperando golear a su rival, pero las palabras de Sung retumbaban en los oídos del rival de Italia y sirvió para dejarla afuera. Para colmo, el DT azzurro, Edmondo Fabbri, argumentó que los coreanos habían hecho trampa al cambiar a los 11 jugadores en el entretiempo merced a su parecido físico, y que por eso el árbitro no lo advirtió.
Relacionado
- AUTOR
- Cultura Redonda
Comentarios