América
Costa Rica, el futuro no debería ser gris
Costa Rica compitió en en el Mundial de Rusia de acuerdo a sus capacidades reales. Utilizando la base del proceso de Brasil 2014, Óscar Ramírez prefirió la experiencia de algunos jugadores que darle oportunidad a nuevos futbolistas. De todos modos, el entrenador se mantuvo siguiendo lo que ha sido históricamente su idea de juego, que era algo similar a lo realizado por Jorge Luis Pinto cuatro años antes. Quizás el equipo estuvo un tanto menos brillante en el apartado táctico, pero eso también pudo ser por el estado de forma de algunos de sus principales jugadores.
A pesar de esto, Costa Rica formó un equipo bastante compacto que permitía pocas opciones pero que de igual manera generó pocas. Su partido clave ante Serbia se definió por un gol de tiro libre, después de que los ticos desperdiciaron un par de opciones claras en el primer tiempo. Después de eso, compitieron contra Brasil, a base de defender lo máximo posible, para recibir un gol en tiempo de reposición que los dejó fuera del Mundial. A una selección del nivel de la costarricense esto es lo que se le debe exigir, competir por la clasificación, tachar el resultado como un fracaso rotundo es bastante descabellado, aunque así se pintó por la prensa tica. Es el costo del éxito alcanzado en Brasil.
Para Costa Rica ahora empezaron tiempos de cambio, de toma de decisiones, de un nuevo proyecto. Tras la salida de Ramírez, la Federación Costarricense de Fútbol debe elegir el nuevo entrenador (el que suena con más fuerza en la actualidad es Matías Almeyda), pero con eso deberá decidir por cuál modelo de juego quiere apostar. Desde Pinto, el equipo se ha hecho fuerte a partir de la solidez defensiva y la explosividad de los hombres de ataque. Ahora se pide, al menos en un sector de la afición, un fútbol un tanto más elaborado, con una idea más ofensiva. Lo ideal sería definir una idea deseada antes de seleccionar un entrenador, con el objetivo de establecer un proyecto claro para el futuro, no solo del próximo proceso eliminatorio, sino para otros que están por venir, e idealmente también de selecciones menores.
Por el momento el entrenador interino será Ronald González, quien dirigirá unos cuantos duelos amistosos en Asia, en los que se dice, iniciará el trabajo de renovación de la selección tica. La base de la selección perderá para el siguiente proceso a unos cuantos de sus jugadores importantes. Se parte de que sería complicado ver al menos en un rol protagónico a jugadores como Bryan Ruiz, Christian Bolaños, Johnny Acosta, Johan Venegas y quizás algunos más. Aún así, buena parte de la columna vertebral debería continuar, o se espera que lo haga, partiendo de la portería con Keylor Navas, que llegaría a Qatar con 35 años pero como casi seguro titular dada su experiencia y el hecho de que no haya un portero joven aún que le haga sombra. Continuarán Oscar Duarte, Bryan Oviedo y Francisco Calvo en la defensa, David Guzmán y (probablemente) Celso Borges en la mitad, y la delantera contará con Joel Campbell, de quien se espera sea líder ofensivo de este nuevo proceso mundialista.
Como mencionamos anteriormente, con la convocatoria que viene para los próximos amistosos se espera ya ver caras nuevas en la selección, para ir dándole opción a jugadores que, dado lo sólido del grupo anterior, poca opción tuvieron. No se duda de las posibilidades que habrá en la zona defensiva, aunque sí preocupa y bastante la llegada de nuevos nombres a la zona media y delantera. En la mitad del campo, será necesario tapar el agujero gigante que dejará Ruiz, definitivamente no hay un mediocampista en el país de quien se espere que en cuatro años esté a un gran nivel individual, por lo que la búsqueda se centrará más en conseguir una medular con suficiente talento y ritmo para evitar que la marcha del capitán pese demasiado. Hay jugadores jóvenes con talento que deberán demostrar que tienen lo necesario para defender a la Tricolor.
La búsqueda de jugadores de ataque se torna más complicado, el fútbol costarricense en general parece estar padeciendo una falta grave de delanteros centros, goleadores que destaquen al nivel que necesita una selección. Jugadores para actuar por fuera parece parece haber más, liderados estos por Joel Campbell, a la expectativa de consolidarse en algún club europeo una vez que finalice su contrato con el Arsenal inglés.
Viene para Costa Rica un proceso mundialista con jugadores que han tenido poca oportunidad pero que cuentan con el tesoro de la juventud y las ganas de comerse al mundo. Estos serán guiados por experimentados que tendrán que llevar el peso del grupo en los momentos complicados. Cómo jugará la futura selección de Costa Rica es ahora mismo un misterio, dependerá de las decisiones que se tomen en la Federación. Solo queda esperar.
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- AUTOR
- Adrián Pacheco
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