La Liga
Coutinho, una compra necesaria
Luego de la venta de Neymar, y de la derrota en la Supercopa ante el Real Madrid, el futuro a corto plazo del Barcelona no parecía que fuese a ser brillante. Seis meses después, el equipo de Ernesto Valverde está primero en su liga, a nueve puntos del segundo (Atlético de Madrid) y a 16 de su máximo rival.
Los culés apelaron, principalmente, a la contundencia de Lionel Messi (también de Paulinho) y a crear un sistema fuerte defensivamente. Además, tuvo influencia el nivel determinante de Marc-André Ter Stegen, demostrando ser uno de los mejores arqueros del mundo. El Barcelona convivió con estos tres fundamentos en su primer semestre, y en momentos complicados se le notaron defectos en cuanto a la ausencia de una figura que generara desequilibrio y que pueda crear por sí mismo (más allá de Messi, obviamente, y de Andrés Iniesta en ciertos ratos).
Philippe Coutinho convivió durante años con el estigma de ser el típico futbolista de apariciones, en el cual terminaba por pesar más la irregularidad que su talento puro. Hasta que apareció Jürgen Klopp en su vida, y el crecimiento del brasileño comenzó a notarse. Gracias a su ayuda, el ex Liverpool se transformó en un mediocampista muy activo, dejó de lado los baches y pasó a influir constantemente en el juego. Pero no desde el punto de la generación sino a través del desequilibrio, los giros y su técnica con la pegada.
Ya entrando en el panorama del Barcelona, Coutinho, recientemente contratado, puede funcionar tanto de extremo como de interior por izquierda. En cuanto a lo primero, no es el típico wing que se mantiene abierto, porque se cierra y allí elige qué hacer: si tocar de primera y arrastrar la marca o si recibir, darse vuelta y conducir. Por lo tanto, hay varios futbolistas que se van a beneficiar con el ingreso del brasileño, como por ejemplo Jordi Alba, porque su presencia al moverse más al centro va a generar una atención extra y ayudará al lateral español a llegar con mayor sorpresa al espacio.
APOYO Y DESMARQUE, O GIRO Y CONDUCCIÓN
CAE A POSICIÓN INTERIOR Y SE ASOCIA CON EL LATERAL
También servirá como soporte de Iniesta, para tirar paredes cerca del área. Ambos pueden, además, intercambiar posiciones sin problema –uno con la idea de apoyar a Sergio Busquets y el otro al estar esperando en zona de mediapunta–. Sobre lo segundo, es decir el Coutinho interior, está claro que no son el mismo futbolista con el manchego, pero tienen en común ciertos movimientos. Es habitual que el ex Liverpool realice giros que descolocan al marcador, como también es difícil verlo perder pelotas. Incluso, calza perfecto en cuanto a la forma en que Valverde utiliza su mediocampo, porque en ataque el interior izquierdo es el que más se adelanta de los dos y, en defensa, como el Barcelona repliega en 4-4-2, Iniesta (en general juega allí) es el volante por afuera, algo que Coutinho solía replicar en Inglaterra.
Lo cierto es que falta hablar sobre la relación entre el brasileño y Messi, porque al final de todo, el equipo gira y depende de lo que piense y ejecute el rosarino. Y, a priori, parecen muy complementarios. Coutinho va a recibir en el lado débil y va a tener más espacio que nunca para enganchar y sacar su remate, que es extraordinario. Además, Messi va a disponer de una opción más para lanzar su pase en diagonal a la espalda entre el lateral derecho y el primer central del rival.
ENGANCHE HACIA DENTRO Y REMATE
En síntesis, el Barcelona suma a un jugador totalmente aplicable al ecosistema del equipo culé. Asimismo, Coutinho puede ser utilizado de distintas maneras y soluciona algunos problemas en el desequilibrio, el talento individual y el remate que se padecían. Es cierto que el fútbol es impredecible y nunca se sabe con exactitud qué es lo que puede llegar a ocurrir pero en este caso, tanto club como jugador, se presupone que saldrán victoriosos.
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