#Rusia2018xCR
Croacia sufrió pero está en cuartos
¡Qué lindo que es el fútbol! me encantaría arrancar con un comentario un poco más acorde a mi posición como comunicador de este encuentro, pero la serie de sucesos que fueron ocurriendo en este encuentro de octavos de final de#Rusia2018 no resisten mucho análisis periodístico. Que tal o cual fue superior, que las figuras croatas no estuvieron en su mejor nivel, que Dinamarca se le animó a un equipo superior y no le alcanzó… todo es válido, pero el hecho que los dirigidos por Zlatko Dalic pasaran de ronda es la noticia, el título. ¡Nada más!
60 segundos bastaron para desencajar cualquier estructura, como si fuera un trailer de filme hollywoodense, Dinamarca aprovechó un blooper dentro del área rival y haciendo honor a las mejores versiones de los clásicos flipper se encontró arriba en el marcador.
Hasta ahí, cosas del deporte. Pero como Dinamarca es un país que se caracteriza por su cultura y buenas costumbres sólo le tomó 300 segundos más devolver las gentilezas y poner las cosas 1 x 1. Otro blooper insólito, sin ánimo de ser repetitivo con la palabra se transformó en gol tras un insólito rebote que queda en los pies de Mario Mandzukic, quien mordido de pique al piso venció a Kasper Schmeichel.
De la euforia y los goles tempraneros al aplomo. Ambos equipos sabían que el desconcierto no llevaba a ninguno a buen puerto y casi como acuerdo tácito decidieron volver al plano original, no pasar sobresaltos pero sin saber aún que lo mejor estaba por suceder. De lo estrictamente futbolístico, podemos decir que el poderoso medio campo croata no pudo hacerse de las riendas del encuentro, aún con la prolijidad y el talento de sus intérpretes. Salvo en esporádicas apariciones de Schmeichel, el ritmo fue cayendo y nadie se animó a arriesgar para no quedar expuesto.
De los daneses no hay mucho para decir, ya que fueron lineales en su estilo de juego durante toda la Copa del Mundo. Apáticos a la hora de generar, prolijos al momento de cerrar los espacios. A excepción de escasos arrestos individuales, no hubo mucho peligro en el área croata. Así finalizaron los 90 minutos, muy lejos del comienzo ajetreado y sin saber que lo mejor estaba por venir.
Cuando se juegan 30 minutos extra en un Mundial entra a jugar el detalle, las piernas pesan toneladas y los ingresos de Andrej Kramaric por el lado croata y Pione Sisto por el danés le aportaron algo de frescura y unas vastas dosis de picante en los minutos finales. Pero fue Ante Rebic, uno de los puntos más altos de su equipo quién logró desbordar y antes de convertir el gol de la clasificación fue derribado dentro del área. Penal correctamente sancionado por Néstor Pitana (Excelente labor del juez argentino) y la posibilidad de Luka Modric de convertir. Nada de eso sucedió, porque el uno del Leicester le adivinó las intenciones al astro del Real Madrid y llevó este insólito encuentro a una definición por penales épica.
12 pasos, diez ejecutantes, cinco convertidos, cinco atajados… para el infarto una definición definición a pura atajada, al baile se sumó Danijel Subasic, erigiendo su figura, el arquero del Mónaco con tres paradones, si se me permite el término le dio a los conducidos por Dalic el pase a cuartos, donde ya espera Rusia, el anfitrión.
Dura parada para el elenco croata que no sólo enfrentará al local sino que deberá trabajar para recuperar la frescura en su juego, esa que hizo que todo el mundo hablara de este gran equipo, que pretende hacer historia en este Mundial al que aún le quedan muchos obstáculos por sortear.
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- AUTOR
- Alex Cellillo
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