Copas selecciones
Cuando Australia no está
Australia fue, por décadas, el mejor equipo de Oceanía, continente que durante su reinado nunca tuvo una plaza directa a los mundiales. Los Socceroos (apodo que combina Soccer y Kangaroo – canguro en inglés-), ganaron cinco de las seis ediciones de eliminatorias en las que Oceanía dispuso de un torneo clasificatorio propio (del 66 al 82 compartió el proceso con Asia). Pero solo en una de esas ocasiones logró acceder a la fase final del Mundial. Fue para Alemania 2006, ganando 5 partidos de la última ronda de su continente con 21 goles a favor y solo tres en contra, y superando la repesca ante Uruguay en tanda de penales luego de dos 1-0 para cada selección.
Pero antes de que esto ocurriera, Australia había pedido permiso a las autoridades correspondientes para jugar desde la siguiente eliminatoria con los equipos asiáticos, algo que les aseguraría mayor competencia y la posibilidad de luchar por una plaza directa a la gran cita, sin tener que atravesar repechajes que ya había perdido en 1986, 1994, 1998 y 2002. Para enero de 2006, solo dos meses después de haber clasificado a una Copa del Mundo tras 32 años, Australia se encontraba inscrita para participar de las eliminatorias de la Confederación Asiática.
Fue así que a partir de agosto de 2007, comenzó a jugarse el proceso clasificatorio de Oceanía sin la participación del país más grande del continente. Y allí fue que tomó protagonismo Nueva Zelanda, histórico segundo en definiciones oceánicas. Siempre guiándonos por la historia, podríamos haber pronosticado que Fiji o Islas Salomón serían quienes disputarían la corona de mejor equipo de Oceanía con los «kiwis».
Pero curiosamente, fue un seleccionado «tapado» el que ya en dos ocasiones finalizó como escolta de Nueva Zelanda, claro que sin poner en riesgo la chance de repesca para los «All White» (sí, al contrario que los All Blacks, la selección de fútbol se viste de blanco), que aprovecharon la ausencia de Australia para volver a disputar un Mundial, después de 28 años, el de Sudáfrica 2010 venciendo en el repechaje a Bahréin.
Este seleccionado tapado, desconocido, del que hablamos es el de Nueva Caledonia, que jugó eliminatorias mundialistas por primera vez en el camino a Alemania 2006 . Nueva Caledonia es el máximo ganador de la Copa del Pacífico, torneo del que participan muchas de las islas menores de Oceanía, algunas de ellas con las selecciones peores rankeadas por la FIFA.
En la fase final del camino a Rusia 2018, Nueva Caledonia y Nueva Zelanda cayeron sorteadas para jugar en el mismo grupo, el A. El sistema de disputa de esta cuarta fase es el sigueinte: existen dos grupos de tres selecciones, los dos ganadores de las zonas jugarán una final para deteminar quién se quedará con ese medio cupo que otorga la FIFA. Es decir, por lo menos una de estas dos selecciones quedará fuera de la pelea por un lugar en Rusia.
Ambos equipos ya se cruzaron en el mes de noviembre, con un triunfo para Nueva Zelanda y un empate. El tercer conjunto del grupo es Fiji, el más débil de los tres. Todo está dado para que Nueva Zelanda gane la fase, le alcanzará con sumar 4 de los 6 puntos en disputa ante Fiji (marzo de 2017).
Uno de los futbolistas destacados del seleccionado neozelandés es Marco Rojas. Hijo de padre chileno, pasó por el fútbol alemán y actualmente es jugador del Melbourne Victory de Australia. Es apodado el «Messi Kiwi» por su habilidad. Otros jugadores destacados son Chris Wood, delantero, goleador del Leeds United de la segunda división de Inglaterra, y Winston Reid, defensor del West Ham de la Premier League inglesa.
Por el lado de Nueva Caledonia, podemos remarcar la presencia de Wesley Lautoa, defensor del Lille de Francia, su país de nacimiento. La mayoría de sus efectivos militan en las distintas categorías del fútbol francés y en el propio país, sin ser jugadores muy destacados.
En la otra zona se encuentran Islas Salomón y Tahití, que ya se enfrentaron con un triunfo por lado, lo que deja las puertas abiertas a una definición en las últimas jornadas. El tercero en disputa es Papua Nueva Guinea. Es incierto el futuro de este grupo, el B, dado que ninguna de las tres selecciones es favorita. Lo que se puede llegar a afirmar, dejando de lado la «dinámica de lo impensado», es que el finalista se definirá entre Islas Salomón (algunos de sus jugadores también representan al país en Futsal) y Tahití.
El gran candidato a disputar la repesca con el quinto posicionado de la tabla sudamericana (a día de hoy ese puesto lo ocupa Argentina) es sin dudas Nueva Zelanda. Los «kiwis», que están en constante evolución y son sin dudas el seleccionado más fuerte de su continente, buscan demostrar que pueden llegar a ser un hueso duro de roer. Casi cuatro años atrás, arribaron al repechaje, aunque cayeron ante México con un global de 9-3.
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- AUTOR
- Matías Zampini
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