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Cuánto tienes, cuánto vales
Si bien el mapa futbolístico no modifica su estructura, en cuanto a las principales ligas o las que generan los mejores talentos, por ejemplo, siempre aparecen esos destinos exóticos para colgar los botines. Desde los Estados Unidos, pasando por Rusia, México o Brasil, para lo que sucede hoy en día, donde Arabia Saudita y sus potencial económico buscan captar a las figuras. Pero para llegar hasta la actualidad es importante repasar las distintas inyecciones económicas, la necesidad de captar el mercado del deporte más practicado en el mundo y los intereses donde conviven ambos. Como dijo uno de los filósofos contemporáneos “paso a paso”.
El inicio de esta historia de seducción puede tener como punto de inicio finales de los ‘70. Con la intención de darle mayor difusión a la North American Soccer League, actual MLS, y no estar a la sombra de México, su rival continental, los dueños utilizaron distintas estrategias para potenciarla, y obviamente, también conseguir mayor recaudación. Y fue Steve Ross, director ejecutivo de Warnes y uno de los fundadores del Cosmos, quien entendió que faltaba una figura mundial para llevar “al soccer” a las primeras planas. El elegido fue nada ni nada menos que Pelé, quien estaba retirado hacia casi un año. Sin embargo, problemas financieros invitaron al astro brasileño a sacarle polvo a los botines. Si bien hubo ofertas seductoras desde lo deportivo, como las del Real Madrid, Juventus o Milan, el ex Santos optó por la del elenco norteamericano. Su llegada sedujo a Frank Beckenbauer, el «Pistolero» Chinaglia y Carlos Alberto a sumarse a esta aventura. Una verdadera constelación de estrella. Pero el Cosmos no fue el único que se movió, ya que Los Angeles Aztecs también movieron el tablero contratando a Johan Cryuff, quien también estaba dando sus últimos destellos.
Varios años después, con las mismas intenciones, David Beckham, Bastian Schweinsteiger, Steven Gerrard, Andrea Pirlo o Wayne Rooney, fueron algunas de las estrellas del fútbol europeo que dieron sus últimas pinceladas en suelo norteamericano. Hoy la MLS tiene a Lionel Messi como la cara visible, aunque con una estrategia totalmente distinta a la de cincuenta años atrás. Justamente la contratación del rosarino fue “la lucha de intereses” del último mercado central. La llegada al Inter Miami fue el final del sueño de juntar al ex Barcelona con Cristiano Ronaldo en una misma liga. Aquí es donde aparece el escenario predilecto de los últimos meses. Paradójicamente, la Pulga es embajador del turismo saudí, aunque prefirió el calor de la Florida y la “competitividad” de los yanquis.
Las noticias que llegaban desde Arabia Saudita, en los primeros días del 2023, inundaron los diarios y noticieros deportivos del mundo. Después de finalizar su vinculo con el Manchester United, CR7 pegó un portazo y tomó la decisión de dejar las grandes ligas para aceptar la oferta del Al Nassr. Si bien la segunda etapa en los Diablos Rojos lejos estuvo de ser la soñada, el arribo del portugués al elenco saudí fue una gran sorpresa, no por lo económico (un contrato por dos años, a cambio de USD 200 millones), pero sí por lo deportivo. Es una realidad que el mundo árabe viene adquiriendo mucho protagonismo en los últimos años, no solo por el desembarco de jeques en la compra de distintos clubes, con el Manchester City y el PSG como máximos exponentes, sino también por el lugar que se ganó dentro del deporte en general. Organizador del último Mundial, anfitrión de distintos partidos de relevancia internacional, como por ejemplo las finales de supercopas nacionales, como la de España o Argentina; fechas en el circuito de la Formula 1, la fusión del PGA Tour con el LIV Golf, futuras giras del ATP y WTP, creación de circuitos profesionales de pádel y hasta sede de la primera edición del Mundial de Clubes con el nuevo formato. Aunque también hay que decir, que más allá del poderío económico que existe en la región, hay una maduración y crecimiento, en el aspecto futbolístico, que pueden reflejarse en la victoria del combinado saudí ante Argentina o Al Hilal en la final del Mundial de Clubes.
Retomando la incorporación de Cristiano a los “Caballeros de Najd”, esta significó la apertura de un flujo migratorio impresionante y sin precedente. Hasta se puede decir que incomparables con otras épocas de auge de mercados emergentes, como la mencionada en los Estados Unidos o la de China. Karim Benzema, de una temporada magnifica en el Real Madrid, donde tuvo gran protagonismo y picos que no hacían más que justificar su Balón de Oro 2022, rechazó la oferta de renovación por parte de los Merengues y armó las valijas para partir rumbo a Arabia Saudita. El Gato aceptó el contrato que ofreció el Al Ittihad y cambió Madrid por Yeda. Tres años y casi doscientos millones de dólares para convertirse en uno de los protagonista de un nuevo escenario en la Liga Pro: cuál de los poderosos acumula más figuras. Una partida de FIFA pero en la vida real. N’Golo Kante, Fabinho y Jota son las otras grandes incorporaciones de los dirigidos por Nuno Espirito Santo. Curiosamente el atacante que llegó del Celtic, a cambio de USD 30 millones, parece tener vía libre para irse. Sí, desembarcó hace tres meses y ya se lo considera transferible. Pero los mencionados no fueron las únicas “súper estrellas” que dejaron el viejo continente. Sadio Mané, luego de una temporada con altibajos en el Bayern Munich, dejó los flashes europeos para unirse al Al Nassr, que no solo contaba con Ronaldo, sino también con Mario Brozovic, Seko Fofana, el portugués Otavio, Aymeric Laporte y Alex Telles.
Al Ahli y Al Hilal no quisieron ser menos que sus rivales históricos y también se encargaron de conseguir figuritas difíciles. Los primeros encontraron en Roberto Firmino, Riyad Mahrez, Roger Ibañez, Franck Kessie, Edpuard Mendy, Merih Demiral, Allan Saint Maximin y Gabri Veiga los nombres rutilantes. La caso de este último es un asterisco. El volante español, considerado uno de los grandes prospecto del fútbol español, tenía todo acordado para transformarse en jugador del Napoli, último campeón de la Serie A y con grandes aspiraciones para la temporada que se avecina. Sin embargo algunas complicaciones contractuales, como un contrato de seis años sin clausula de rescisión, fueron los atenuantes para rechazar a los napolitanos y vestirse de verde. Treinta millones de dólares para el Celta y una negociación que generó “cierto revuelo” y varias voces que dieron su opinión, como Toni Kroos, quien no dudó en mostrar su disgusto. “Es una vergüenza” posteó el alemán, dejando en claro su disconformidad en la postura donde lo económico supera lo deportivo. Por parte, los “azules” jerarquizaron su plantel con los arribos del brasileño Malcom, Ruben Neves, Aleksandar Mitrovic, el serbio Sergej Milinkovic Savic, Kalidou Koulibaly, Bono y el fichaje estrella, Neymar. El astro paulista, quien se rumoreó con su vuelta al Barcelona, dejó el PSG bajó una lluvia de críticas y se unió al Al Hilal a cambio del mejor acuerdo de un futbolista en la historia: un contrato de 320 millones por dos años. Casi nada. Después, al igual que la mayoría de los nombres destacados, se podrá analizar si era el momento de priorizar números sobre trofeos y competitividad, pero como decimos por estos lados “con la plata ajena, opinamos todos”. Yannick Carrasco al Al Shabab, los casos de Jordan Henderson, Demaral Gray y Georginio Wijnaldum al Al Ettifaq y Toko Ekambi al Abha Club pueden ser otros apellidos de renombre que desembarcaron en la liga árabe.
A diferencia de otros países u organizaciones, el deporte se transformó en un asunto estatal. El primer ministro árabe, Mohamed bin Salmán, anunció un plan nacional del desarrollo del deporte, donde el fútbol es el actor principal. Por medio de este proyecto, los cuatro equipos más importantes permanecerán, en un 75%, al fondo de inversión público. Sí, el mismo “dueño” que el Newcastle y por el cual la incorporación de Allan Saint-Maximin al Al Hilal generó una gran polémica. Una negociación “amiga” para dar oxigeno al Fair Play Financiero, algo que, por ejemplo, también utilizó el PSG con sus transferencias de Julián Drexler al Al Ahli qatari y Marco Verrati y Abdou Diallo al Al Arabi de Qatar. Entre amigos es mejor. En resumen, estos acuerdos son llevados a cabo tanto por entidades nacionales, como el PIF, o empresas de gran envergadura, como Saudi Aramco, que se ven reflejados en los más de 10.000 millones de dólares invertidos en varias disciplinas deportivas.
El tiempo dirá si esta jugada termina siendo el comienzo de una era de oro en Arabia Saudita, con la aparición de talento joven y proyección europea, como sucede con Estados Unidos, o si este derroche de dólares termina como en China, donde las figuras de Drogba, Anelka, Hulk, Oscar , Diego Conca o Carlos Tévez, no sirvieron para darle el impulso necesario. Ahora sí, como decimos los cumbieros “cuánto tienes, cuánto vales”.
- AUTOR
- Claudio González
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