Argentina
Cuatro historias del clásico de Rosario
Alguna vez escribió Roberto Fontanarrosa que, en la desértica Rosario mientras se jugaba el gran clásico de la ciudad, salió a caminar y se guiaba por el andar de los pájaros para saber si ocurría algo o no en el partido. Epicentro del fútbol argentino, metrópoli de la que han surgido talentos futbolísticos en cantidad y calidad, la urbe tiene un derbi que paraliza todo movimiento durante dos horas. En estos días, con la aproximación de un nuevo enfrentamiento entre Rosario Central y Newell’s, nos proponemos bucear por partidos históricos. Los dos triunfos más icónicos por lado en el presente siglo. Del equipo Canalla que conducía César Luis Menotti hasta el conjunto leproso de Héctor Veira, de Gustavo Arriola a Damián Manso, entre tantos nombres de época.
EL ADIÓS CANALLA A UNA PROLONGADA RACHA NEGATIVA
El primer día de septiembre de 2002, Central puso fin a una profunda racha negativa, la que sostenía que su último triunfo como visitante en el clásico había sido en 1980. Fueron 22 años sin vencer en el estadio del Parque Independencia. El hilo se cortó con un 2-0, producto de los goles de Luciano Figueroa y Gustavo Arriola. Además de cortar semejante período negativo en terreno antagonista, los de Arroyito vencieron a su acérrimo rival tras nueve partidos y, por entonces, quedaron invictos del torneo. La suerte, de cualquier manera, fue dispar: RC terminó 16° y NOB 7° en el campeonato que se llevó River.
Menotti era el entrenador canalla, a la vez que Julio Zamora dirigía a los locales. El partido se decidió con goles en ambos tiempos, y previamente al segundo tanto Martín Mandra (exNueva Chicago) erró un gol inexplicable, tras un fallo del arquero Oscar Passet. En Ñuls fue expulsado Gastón Liendo por un cabezazo a Germán Rivarola, y el defensor Federico Lagorio gritó con el alma un gol que le anularon y hubiese sido el empate. Ni siquiera el ingreso del juvenil Gustavo Rodas pudo dar un nuevo aire. La fulgurante aparición del Billy, quien había jugado con Lionel Messi en inferiores, se apagó muy rápido y sus siguientes pasos no se correspondieron con las expectativas que había sobre él.
Tom Arriola, autor del gol que sentenció la victoria, era un talentoso mediocampista y la primera alternativa de recambio para el DT. Sin embargo, la llegada posterior de Miguel Ángel Russo y de Edgardo Bauza le quitó lugar. Sus problemas extrafutbolísticos también le pasaron factura, y no pudo mantenerse en México, diversas ligas sudamericanas y el ascenso argentino. Hace un tiempo, encontró su lugar como entrenador de las inferiores del club que lo vio nacer. Aquel fue su día de gloria, una tarde que terminó con muchos de los 10.000 hinchas auriazules invadiendo el césped.
LA VICTORIA EN RODEO AJENO QUE PROPULSÓ EL TÍTULO
El defensor Julián Maidana debutaba aquel 28 de agosto con la camiseta de Newell’s en el clásico, disputado en la fecha 2 del Apertura. Cuando se jugaba el último cuarto de hora en el Gigante, se elevó por sobre todos dentro del área y conectó el centro de Damián Manso, la figura del juego. Así, hizo estéril la estirada de Marcelo Ojeda y fue determinante para el triunfo que impulsó la campaña rojinegra, conjuntamente a poner fin a una racha que ya llevaba tres años sin que NOB ganara el clásico fuera de casa. Los dirigidos por Américo Gallego utilizaron aquel partido de plataforma y acabaron siendo campeones locales tras 11 años. En el plantel había nombres como Justo Villar, Fernando Belluschi, Guillermo Marino, Ariel Ortega e Ignacio Scocco.
Fue un partido muy disputado. Central pudo hacer la diferencia en el primer tiempo a partir de la conducción de Pablo Vitamina Sánchez, pero no impuso condiciones en el juego. La derrota significó la prematura destitución del uruguayo Víctor Púa, quien sólo dirigió dos partidos, como entrenador del equipo. No obstante, la campaña canalla no fue mala, pues terminó en el sexto lugar de la tabla de posiciones.
Aquella tarde, en la tribuna visitante estuvo el conocido piquetero Raúl Castells, líder por ese tiempo del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados. Castells había vivido en la década del ‘80 en Rosario y sembró en esa época su cariño por Newell’s.
UNOS DE LOS TRIUNFOS CANALLAS MÁS RECORDADOS
El 22 de marzo de 2003, Rosario Central jugó uno de los clásicos más recordados de su historia. Con la amenaza latente de Figueroa y un inspiradísimo César Delgado, venció como local 3-0 y redujo a su adversario a la mínima expresión. Apremiado entonces con los promedios, el triunfo de ese sábado por la tarde le permitió escapar a puestos de promoción y situarse, aunque sea por unos días, en la cima del campeonato. Fue uno de los días más felices del ciclo de Russo. Lucho estableció la apertura del marcador en el primer tiempo y, en el complemento, aumentaron Delgado y Mariano Messera. Los tres goleadores y Gustavo Barros Schelotto fueron las figuras del partido.
El ‘9’ y el Chelito formaron en esos días una dupla letal. Mientras uno atacaba siempre el área y mostraba los más variados recursos para definir, su compañero se movía por todo el frente y era muy desequilibrante. Los primeros momentos de la carrera de Delgado hacían prever que sus días siguientes serían mejores aún. Dejó su huella en México y retornó a Central, aunque un problema de dóping cortó su estadía en el club donde debutó. Actualmente, es titular en el Central Córdoba rosarino.
Del otro lado, Newell’s, que decidió replegarse en campo propio y apostar por la velocidad de Mauro Rosales al contraataque, respetó su idea y la planteó con éxito durante unos instantes. Los apoyos de Walter Silvani eran claves para salir y el extremo atacaba la espalda de Leonardo Talamonti, colocado de urgencia como lateral izquierdo. Igualmente, el primer gol local obligó a cambiar las formas que dispuso el Bambino Veira, y nunca pudo mostrar otros recursos. A fin de cuentas, Central disfrutó de su tarde bajo el sol rosarino y la mirada en las tribunas de Fito Páez y José Luis Puma Rodríguez, quien supo grabar su marca como futbolista. La campaña de centralistas y ñulistas fue buena, dado que terminaron el torneo en quinto y sexto lugar respectivamente.
AQUEL GOL IN EXTREMIS DE MAXI RODRÍGUEZ
Sobre el minuto 48 del segundo tiempo, Maximiliano Rodríguez jugó el córner y corrió al vértice del área para buscar la segunda jugada. Se perfiló y colocó el remate con su pie derecho al segundo palo. Delirio rojinegro en territorio adversario; sin parcialidad visitante, NOB dio el gran golpe en la última jugada, el 24 de octubre de 2016. Maxi, acostumbrado a convertir goles que quedaron archivados en la historia (a México en el Mundial 2006, o los penales que definieron series como ante Holanda en Brasil 2014 y frente a Boca en la Copa Libertadores 2013), dijo en aquel momento que con ese tanto había escrito la última página de su biografía. Unos meses después se alejó del club por diferencias con la dirigencia, para volver a inicios del presente año.
Con la agónica alegría, la Lepra puso un freno a la negativa racha de ocho años y diez partidos (cinco caídas y cinco empates) sin vencer a Central. De hecho, los auriazules habían ganado los cuatro encuentros disputados tras su retorno a primera división, en mayo de 2013. Incluso, Newell’s no había anotado goles en clásicos en los anteriores tres años. El gigantesco combo se rompió con el gol de la Fiera, y así su equipo seguía invicto y se ubicaba como escolta de Estudiantes. Bajo la conducción de Diego Osella, el equipo privilegiaba el orden defensivo, y aquel día formó un cerrojo que el local nunca pudo romper. De todos modos, el arquero Luciano Pocrnjic fue unas de las figuras.
El plan diseñado por Eduardo Coudet no fue suficiente aquel día para desordenar al conjunto contrario, y sus jugadores no estuvieron finos cuando lograron ponerse de cara al arquero. El final del torneo no los halló demasiado alejados en la tabla, pese a que el vencedor de aquel clásico había tenido un muy buen inicio: Newell’s terminó noveno y Central décimo segundo.
Existen diferentes triunfos de ambos equipos que han calado hondo y se sitúan en la galería antológica del clásico en el siglo que corre. Por el lado de Central, la goleada en 2006 por 4-1 como local (goles de Marco Ruben, Paulo Wanchope, Chacho Coudet y Cristian Kily González), la victoria 3-1 como visitante que cerró Germán Herrera en 2017, o la serie de Copa Sudamericana que definió Pirulo Rivarola en 2005. Del costado de Ñuls, los triunfos como local en 2005 y 2007, uno sentenciado por la espalda de Ezequiel Garay y otro por el gol de Oscar Tacuara Cardozo. Sin embargo, ninguno de ellos han tenido la notoriedad y el amplio festejo de los ganadores que sí tuvieron los cuatro anteriormente comentados. El clásico rosarino sabe de entregar partidos para el recuerdo, y el póker de encuentros aquí descritos puede aparecer como testigo.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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