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De arqueros suplentes, pulgares y Phil Collins
«Una vez creí que nada iba a pasarme«. Esas palabras de Carlos Alberto García podrían describir el génesis de la vida de Dave Beasant, nacido en las entrañas de la helada Willesden, área que se sumerge en lo largo de Londres profundo. Lo que sucede es que este muchacho de porte alto y rubia melena parecía destinado a ser un futbolista de rodaje medio en la hermosamente rústica liga inglesa de los 80′. ¿Ocurriría algo más allá de la cotidianidad de los equipos de mitad de tabla?
En 1979, a sus tempranos 20, inicio su carrera atajando en la primera del Wimbledon. No sabía él que cuando se calzaba los guantes por vez primera para atajar en Plough Lane, comenzaría a vivir una de las experiencias más fuertes de su vida: Componer a los entrañables Crazy Gang, apodo que le valió al Wimbledon durante los años 80′ y principio de los 90′, en donde compuso una escuadra formidable junto a sujetos de la talla del mortífero Vinnie Jones, Dennis Wise y John Fashanu. Tamaño equipo era comandado por Beasant, símbolo y capitán, quien -nada más y nada menos- cumplió con el sueño de cualquier individuo que esté paseando sus ojos por estas líneas: Tomar a tu pequeño equipo de los suburbios y llevarlo a la gloria. Esto le ocurrió al buen Dave cuando el 14 de Mayo de 1988 le valió la obtención de la FA Cup a su conjunto, en una final en la cual se triunfó por 1 a 0 frente al inmenso Liverpool, y en un cotejo en donde el guardameta protagonista de este post tapó un penal a John Aldridge. La postal de aquel momento es símbolo de dicha competición: El pequeño equipo haciéndose con la victoria, contra todos los pronósticos, frente a un titán del fútbol ingles. Es la historia que todos queremos contar.
De allí a la eternidad. Inmortalizado en la memoria del fútbol inglés con uno de las palabras más bellas del idioma universal –héroe– parecía que Beasant había encontrado su final feliz. Pero no. Porque la clave en la biografía de este sujeto es que la diversión nunca acaba. Siendo ya una celebridad de los tres palos, el comienzo de la década de los 90′ sería con tintes tragicómicos: Italia 1990 se sentía en el aire cuando Bobby Los minutos más importantes de un partido son los primeros 90′ Robson, seleccionador inglés, contempló que el tercer guardameta, David Seaman, tenía una lesión en uno de sus pulgares que no podría sanar hasta pasada la competición mundial. Esto motivó el llamado a Beasant para que cuidara las espaldas de Peter Shilton. ¿Les suena la historia de algún lado? Analizar las similitudes de Argentina e Inglaterra en las circunstancias del Mundial del 90′ es terreno fértil de análisis y debate.
Mientras los ingleses tejían su suerte, con el arquero maravilla considerado un amuleto desde el banco de suplentes, en un estudio de Miami, el músico Phil Collins se deleitaba con el desenvolvimiento de su selección en lares italianos. Junto con sus amigos Tony Banks -tecladista- y Mike Rutherford -guitarrista y bajista- componían como trío a una de las bandas más grandes de la historia, Génesis, que desde fines de los 60′ hasta los 90′ desarrollaron un sinfín de canciones que variaron en todos los géneros que pudieron abarcar. Para ese entonces, más orientados hacia el pop, el cantante del tema de Tarzán (?) obtuvo cierta motivación de la historia de Beasant para componer un tema. ¿De fútbol, de lucha, de gloria? Para nada, es Phil Collins y si es un tema, tiene que ser de amor, melancolía y lluvia vista desde la ventana.
Si puedo recordar este sentimiento
y sé que hay una oportunidad
Estaré ahí, si estaré ahí
Estaré ahí por ti cada vez que me quieras,
de donde sea llámame
Oh, estaré ahí, se estaré ahí
El rol del tercer arquero, virtualmente relegado de cualquier oportunidad de juego, que convivía en Beasant con la gloria que había alcanzado escaso tiempo atrás, le ayudaron a Collins a delinear la última estrofa de Hold On My Heart. Poné FM Aspen ya mismo que te aseguro que la están pasando.
El arquerito esperó pero no jugó. Eso no importó. Inglaterra hizo un dignísimo mundial y él compuso, si bien como actor de reparto, uno de los más recordados conjuntos ingleses en copas del mundo. Esto pasó hace mucho tiempo. Pero Beasant se retiró casi que ayer: Su último partido fue ¡en 2014! cuando con 55 años integró el banco de suplentes del Stevenage F.C., conjunto del under británico del cual era entrenador de arqueros. Phil Collins lo superó: Vino hace cuatro meses a la Argentina, para montar un show inolvidable.
Esta pequeña historia surge de los laterales del que era hasta hace nada el último plantel de Inglaterra en llegar a semifinales de una Copa del Mundo. Veremos si los muchachos logran alcanzar a la final del torneo más importante de todos, o simplemente inspirarán otra obra del eterno Phil.
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- AUTOR
- Esteban Chiacchio
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