Historias
De la fábrica de férulas a la Eurocopa 2016
Que aparezca una joven promesa en un club denominado inferior, hoy día es un caso común. Para eso los clubes del mundo tienen un sistema de ojeo que le permita conseguir en una módica suma a jugadores talentosos y con mucho futuro para su club. Pero la historia que vivió, Jamie Vardy sin dudas no es una de estas. Es que el delantero nacido el 11 de enero de 1987 tuvo que trabajar su carrera, y en el inicio también trabajar.
Su historia con el fútbol tiene su inicio en las inferiores del Sheffield Wednesday, equipo que hoy se encuentra en la Segunda División inglesa, pero tras quedar libre encontró su lugar en el mundo, para ese entonces, en el Stocksbridge Park Steels. Este equipo, a hoy día aun, no es profesional. Todos sus jugadores son amateurs, como lo fue el pequeño Vardy cuando debutó con 20 años. Con un contrato de £30 a la semana en una fábrica de férulas sumado a que por un incidente a la salida de un pub, la policía le dio libertad condicional y lo obligó a llevar una tobillera electrónica.
El inicio de su carrera no era el deseado. Aun así, Vardy decidió cambiar y a partir de ese día, no paró de escalar. Tras estar cuatro años en el Stocksbridge Park Steels, e intereses varios de equipos de la Football League como el Crewe Alexandra o el Rotherham United, el Halifax United en 2010 se llevó al delantero sensación de los Non-League Club por la suma de…£15.000. Sí, en esos momentos ese era el valor de Jamie Vardy.
Con el Halifax, Vardy logró una cantidad de goles inverosímiles. En 37 partidos en total entre 2010 y 2011 marcó 27 goles. A nada de lograr un gol por partido de promedio, Vardy no tardó mucho en destacarse y fue, poco más de un año después y un título con ascenso incluido en el hombre, que el Fleetwood Town de la Conference Premier, llamada hoy en día Vanarama por cuestiones de patrocinios, quien se llevó al delantero sensación de las divisiones bajas.
¿Parecían altas sus cifras en el Halifax? Bueno, en el año que pasó en el Fleetwood, Vardy superó ese número. Con 36 partidos…y ¡31 goles! para el joven ex-inferiores del Sheffield Wednesday. Ya no era una promesa, era una realidad. Las categorías inferiores le quedaban chicas a Jamie. Ya dejada atrás la fábrica de férulas apareció quien, en el futuro, lo iba a llevar a la gloria: Leicester City. Otra vez un sólo año en un club como el Fleetwood le alcanzó para que los Zorros pongan sus ojos en él y se lo lleven por…¡£1.000.000! Una cifra récord para un club no profesional.
Ya en la temporada 2012-13 al delantero inglés le costó la adaptación de división. No fue algo inmediato, 26 partidos y solo cuatro goles hacían creer que quizás no era lo que todos pensaban. Pero con un contrato hasta 2015 y la inversión realizada tuvo su segundo año en el club. Y este sí fue su año a un nivel mucho más superior. En Championship, fue parte vital para el ascenso del Leicester a Premier League donde contribuyó con números mucho más reales para él (culminó la temporada 2013-14 con 37 partidos y 16 goles).
¿Esto despertó interés en otros lugares del mundo? Sí. Sin dudas llamaba la atención pero el pase a otro país no se pudo dar porque «era viejo» para la idelogía de fichajes que tenía, y tiene, el club. Al RasenBall Sport Leipzig (la franquicia alemana de Red Bull, que también tiene que ver con: RedBull Salzburg, RedBull New York y RedBull Brasil) de la 2. Bundesliga le llegó a sus manos un informe del representante de Jamie Vardy, mismo de Joe Gómez -defensor del Liverpool, hoy lesionado-, sobre el rendimiento de él. Pero, Ralf Rangnick (en ese momento era director deportivo del club, hoy día también sumó a sus funciones la de director técnico) se negó a ficharlo porque era demasiado grande a sus 27 años. El RB Leipzig solo fichaba jugadores de 24 años, o menos.
Tras la caída de este posible pase al fútbol alemán, el club decidió renovarle el contrato hasta agosto de 2018 en el inicio de la temporada 2014-15. Pero, al igual que en su primer temporada en Championship, fue total adaptación para la esperanza inglesa de cara a la Eurocopa 2016, 34 partidos y solo cinco goles. El equipo logró salvarse milagrosamente del descenso, al lograr en las ultimas nueve fechas, siete victorias. Tras este cierre de temporada, Nigel Pearson dejó la dirección técnica del club y llegó el hombre que le cambiaría la vida a Vardy de una vez por todas: Claudio Ranieri. El italiano venía de una muy mala campaña al mando del seleccionado griego en la clasificación, que lo terminaría dejando afuera, a la Euro 2016.
Con Ranieri al mando se vio la explosión total de Jamie Vardy en las primeras planas mundial, junto con las de Leicester que salió campeón. Primero, en el inicio de la temporada el delantero inglés se adueñó de dos récords. Uno fue anotar en once partidos consecutivos superando a Ruud Van Nistelrooy y logró ser el ganador del jugador del mes por dos meses consecutivo siendo solo el quinto jugador en poder lograrlo. En mitad de temporada, debido a la gran cantidad de clubes que seguían al delantero el Leicester decidió renovarle el contrato hasta 2019. Mientras todos hablaban del valor del jugador, de cuanto tendrían que poner los poderosos de Inglaterra por él, Claudio Ranieri hizo una declaración que espantó a cualquier millonario. «Vardy no tiene precio», fue la frase que sentenció su continuidad en los Zorros.
Vardy siguió con su racha goleadora. Solo se tomó ciertos respiros en pocos partidos. Llegando a fin de temporada cuenta con 34 partidos y 22 goles para Leicester, que siendo uno de los más humildes de la Premier League está a pocos partidos de quedarse con el título. Pero eso no fue lo único que logró Vardy. Es tan importante su explosión tardía en el fútbol inglés que Roy Hodgson no podía dejarlo afuera de nada.
El 21 de mayo se produjo su debut en la selección mayor inglesa. Fue en Dublín ante Irlanda cuando ingresó faltando 15 minutos por, nada más y nada menos que Wayne Rooney. Aun así el partido terminó en empate a cero pero quien le quitaría la alegría a ese pequeño joven interior que trabajaba en una fábrica de férulas. Y donde cabría semejante alegría para ese niño interior de Vardy cuando en Berlín, ante la campeona del mundo -en un amistoso aunque no los haya entre Inglaterra v Alemania-, Nathaniel Clyne tiró un centro a la carrera y Vardy metió un taco magistral para poner el empate (parcial) en dos con un verdadero golazo.
Sin dudas que el Leicester es un gran equipo. Dependerá de quién lo mire, y su ideología de juego, si calificarlo de vistoso o no, pero sin Jamie Vardy esto hubiese sido mucho más cuesta arriba que con él. Vardy llegó a las primeras planas «tarde» para la inmediatez del fútbol de hoy...pero ¿quién le quita la alegría de poder ganar una Premier League con un club como el Leicester y a los 29 años de edad cuando hace sólo cuatro años no era ni un jugador profesional?
Más del especial Leicester campeón
- Ulloa, del adiós en silencio al grito de campeón
- Más por zorros que por viejos
- El budismo dijo presente
- La madre de la Premier
- Ayer fue Blackburn, hoy es Leicester
- El club de los desahuciados
Relacionado
- AUTOR
- Cultura Redonda
Comentarios