América
De nuevo en semis
Con el sufrimiento ya característico cada vez que juega de local, Brasil se metió entre los cuatro mejores de una Copa América después de doce años. Eliminó por penales a una aguerrida Paraguay, después de haber sido incapaz de doblegar la resistencia defensiva que propuso el planteo táctico de Eduardo Berizzo durante 90 minutos.
El arranque del partido no fue muy distinto al que lo enfrentó a Venezuela por la fase de grupos, con el Scratch manejando la pelota sin apurarse, pero sin generar muchas ocasiones claras de gol. De hecho, la primera oportunidad de peligro la tuvo la Albirroja en el pie derecho de Derlis González, que fue desviada por Alisson. Con el correr de los minutos, el público de Porto Alegre se impacientó y los hinchas de Grêmio -se jugó en su estadio- comenzaron a cantar por su equipo en vez de su selección. Así terminó el primer tiempo, con Paraguay cumpliendo el objetivo de irse 0 a 0 al vestuario.
En el entretiempo ingresó Alex Sandro por Filipe Luis, quien tuvo molestias en su muslo derecho (en las próximas horas será evaluado para ver si llega al partido de semifinales). En una de las pocas en la que Paraguay quedó mal parado, un deslucido Gabriel Jesús -volvió a jugar abierto por derecha- cedió para Bobby Firmino, quien fue derribado por Fabián Balbuena poco antes de entrar al área. En primera instancia, el árbitro Roberto Tobar cobró penal. Mientras Coutinho tenía la pelota en sus manos para acomodarla, desde el VAR le avisaron al trasandino que la infracción había sido afuera. De esta manera, corrigió su fallo, dio tiro libre y expulsó al “General” Balbuena por cortar una ocasión manifiesta de gol (si hubiera sido dentro del área habría sido amonestado para evitar el triple castigo).
Con un hombre de más, la última media hora fue de dominio absoluto de Brasil sobre una Paraguay que con los cambios se replegó más aún. Willian reemplazó a Allan (pasó desapercibido al lado de Arthur) para abrir la cancha con dos extremos (el mencionado y Everton) y buscar a Firmino y Gabriel Jesús. Ahí Roberto Fernández comenzó a transformarse en figura con sus atajadas, mientras que un remate del jugador de Chelsea pegó en el palo y un tiro de Everton pasó por arriba del travesaño. Cuando faltaban cinco minutos, Tite le dio ingreso a Lucas Paquetá -aún no había jugado en la Copa- por Dani Alves. El jugador de Milan podía aportar movilidad en tres cuartos de cancha acompañando a Coutinho, pero apenas participó en lo poco que jugó.
Ya en tiempo de descuento, una apilada de Derlis González habilitó al lateral derecho Juan Escobar, quien demoró en definir y los hinchas locales recuperaron la respiración. Brasil siguió intentando y Fernández se lució para evitar lo que hubiese sido gol de Alex Sandro de cabeza.
La Verdeamarelha volvió a dejar en claro que le cuesta abrir los partidos cuando se enfrenta a un seleccionado que se mete atrás. Después del 5-0 a Perú parecía que arrasarían en el resto de la Copa, pero ayer fue tan ineficaz como contra Venezuela.
En la definición por penales, Alisson detuvo el primer remate, el de Gustavo Gómez. Al arquero de Liverpool no lo exigieron demasiado en lo que va del torneo, pero cada vez que le tocó participar justificó ser uno de los mejores del mundo en su puesto. Aunque Firmino tiró afuera el suyo, Derlis González también erró y le dejó a Gabriel Jesus la oportunidad de anotar el penal de la clasificación. El ex Palmeiras se redimió de su falla ante Perú y Brasil se tomó revancha de una selección que lo había eliminado desde los doce pasos en esta misma instancia tanto en Argentina 2011 como en Chile 2015.
Esta tarde todo el plantel y los integrantes del cuerpo técnico serán vacunados, ya que Richarlison se perdió el partido de anoche por paperas y temen un contagio masivo. A diferencia del delantero de Everton y mientras espera por la evolución de Filipe Luis, para las semifinales Tite podrá contar con Casemiro (cumplió su sanción por llegar a las dos amarillas) y con Fernandinho, quien parece haber dejado atrás una molestia en su rodilla derecha.
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- AUTOR
- Guido Antonelli
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