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Deportes Magallanes: De la gloria al olvido, del éxtasis al recuerdo
Me encantaría contarles una historia donde “Pelusa” se transforma en Maradona, o la “Pulga” en Messi. Pero no, este no es el caso. Aunque no menos maravilloso, el relato detalla cómo Goliat se transforma en David. Deportes Magallanes nació, al igual que muchos clubes de comienzos del siglo XX, a través de desprendimientos de escuelas británicas y fusiones. El 28 de Octubre de 1897, Atlético Escuela Normal se formó gracias a un grupo de 21 jóvenes. Allí, tras varios cambios de nombre, en 1904 Atlético Magallanes comenzó a participar de los torneos locales luego de la invitación de la Asociación de Fútbol de Santiago (Chile). Es probable que haya sido elegido por el conflicto que mantuvo el país trasandino con Argentina por el estrecho.
El crecimiento a nivel social y la seriedad para afrontar sus compromisos deportivos lo depositaron en un lugar de privilegio en las competencias de élite. Fue el gran protagonista de la era amateur y sus títulos lo avalan, adjudicándose los torneos de 1908, 1913, 1916, 1920, 1921 (ambos sucesivos, invicto) y 1926, este último en una conquista épica tras sufrir el desmembramiento de su plantel.
Por aquel entonces, el club era el más poderoso de su país, el bicampeonato lo confirmó y ratificó en el primer plano. En franco ascenso, su popularidad se trasladó a las tribunas. De todas maneras, los problemas no tardaron en llegar, los jugadores reclamaron ser eximidos del pago de la cuota social, solicitaron mejoras en infraestructura y de los servicios de salud.
Este desacuerdo provocó que en 1925 se produjera el primer gran cisma. Un grupo de «carabeleros», encabezados por David Arellana, se reunieron en secreto en un bar conocido como “Quita Penas”. Allí acordaron el nacimiento de una nueva institución a la que llamaron Colo-Colo y cambiaron de camiseta. A pesar de este acto de traición y “rebeldía”, cómo lo tildaría la prensa en ese entonces, el título de 1926 del Deportes Magallanes lo recompuso rápidamente. Fue curioso, ya que en modo de novela futbolera, la suerte del Primer Grande y del Futuro Cacique iban a estar ligadas en más de una ocasión, como si un hilo imaginario trabajara constantemente en unir sus historias.
El profesionalismo en Chile data de 1933, y las primeras tapas de los diarios en esos años iban a estar reservadas una vez más al Deportes Magallanes. Con sus colores albicelestes definidos desde 1926, mismo año en que se ganó el mote de “académicos”, el primer título post amateurismo llegaba tras vencer en la final justamente a Colo-Colo por 2-1. Este fue el primer paso rumbo al tricampeonato, único club en lograrlo hasta 1991. Adivinen con quién comparte tal galardón… sí, Colo-Colo.
Antes que Goliat se transforme en David, pasados sólo tres años del tri quedaba lugar para una nueva y última vuelta olímpica. En 1938, poniéndole fin a los años dorados y después de casi cuatro décadas de dominio, llegaba la cuarta corona, completando los primeros seis años de profesionalismo con cuatro campeonatos y dos subcampeonatos. Lentamente, las etapas gloriosas quedaron atrás. Las décadas posteriores anticiparon el fatal desenlace, pero dentro de la bruma aún había espacio para festejar. En 1949 se adjudicó el Torneo del Pacífico disputado en Guayaquil, transformándose en el primer campeón internacional de su país.
En 1960, el castigo por las malas administraciones y planteles de bajo calibre se pagó con el descenso a segunda división, donde se mantuvo por dos temporadas. Como pudo, y pese a las malas campañas, recién en 1975 vuelve a caer de categoría (hasta 1979). Un oasis abrió un asterisco en aquel magro momento, cuando en 1983 se adjudicó la liguilla Pre-Libertadores y se dio el último gran gusto. Dos años después, compartió el grupo 4 del torneo más importante a nivel continental, como si fuera mentira, con el ¡¡Colo-Colo!!, siendo este su verdugo en fase de grupos.
Fue el último hito de la institución, ya que en 1986 sufrió un nuevo descenso, del que no habría retorno. Sin el protagonismo de antaño y lejos de los flashes periodísticos, en 1993 cayó a tercera, un hecho que se repetiría en 2006 cerrando la peor campaña de su historia, con sólo dos victorias en 28 encuentros. Los constantes problemas económicos de la segunda mitad de siglo XX no permitieron recuperación alguna. Hasta que en 2010 la empresa WENCO S.A. (fabricación de plásticos) tomó las riendas de la institución, que se acomodó en segunda y logró importantes avances en su reconstrucción. Deportivamente, se destacó la final de la Copa Chile; los «académicos» cayeron por penales ante Universidad Católica.
Hoy se conoce al Carabelero por su vistosa banda musical, la “Bandita Albiceleste” compuesta por músicos de Santiago y famosa en el país. Allí se jactan de abolir el insulto y apoyar siempre de forma incondicional, donde el lema “vencedores y vencidos, pero siempre con honor” se hace bandera. Paradojas de la vida, el éxito, los títulos, el respeto de los hinchas propios y ajenos, el protagonismo en los medios, todo quedó atrás. En el grato recuerdo de lo que alguna vez fue, en la tristeza de lo que no pudo continuar pero con la ilusión de volver a ser… porque el fútbol, siempre da revancha.
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- AUTOR
- Alex Cellillo
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