América
Didí, el líder de la Brasil de Pelé
Cuando se habla de la Brasil campeona en el Mundial de Suecia en 1958 los apellidos que más se recuerdan, o se nombran, son los de Pelé y Garrincha. Probablemente, estos dos fueron los futbolistas más habilidosos y virtuosos. No obstante, más allá de la enorme calidad de ambos, detrás de ellos hubo alguien que fue considerado el conductor y el líder de los 11.
A Waldir Pereira, más conocido como Didí, lo eligieron como el mejor jugador de esa Copa del Mundo. El brasileño reunía prácticamente todas las cualidades que puede tener un mediocampista central. Técnica, visión, pase en corto y largo, despliegue, posicionamiento, gambeta y, además, una pegada fenomenal tanto en pelota quieta como en movimiento (así lo demostró, por ejemplo, en el tanto que le convirtió a Francia en dicho Mundial). Según referencias y artículos históricos, Didí fue el creador de pegarle con el empeine en los tiros libres, haciendo que la pelota suba y baje de repente –al estilo, actualmente, de Cristiano Ronaldo– y tome una parábola que descolocaba a los arqueros.
Otra cualidad que se le destacó al mediocampista fue su carácter dentro y fuera del campo de juego. En momentos de un racismo extremo en Brasil, y luego del Maracanazo y de la eliminación en cuartos de final en 1954, se buscaron culpables y apuntaron a los futbolistas “mulatos” del plantel. En los años previos a la Copa del Mundo del ’58, uno de los pocos indiscutibles fue Didí, de tez negra, por su personalidad y talento.
En aquella época se decía que la selección brasileña era la Sele-fogo porque Didí, Nilton Santos, Garrincha y Zagallo jugaban en el Botafogo y compartían equipo en la canarinha. Uno de los aspectos que más se le criticó, al mediocampista, fue la falta de velocidad (física, no mental) y también que a veces demostraba ser vago, principalmente en los entrenamientos. “Los entrenos son los entrenos, los partidos son otra cosa”, respondió Didí a dichos planteos.
Futbolista del Fluminense y del Botafogo, como también del Real Madrid –aunque duró muy poco en el club merengue, se dice que por la disputa entre el brasileño y Alfredo Di Stéfano–, no solo ganó el título en 1958 y fue elegido el mejor jugador del torneo, sino que también salió campeón en la Copa del Mundo de 1962. Sin tanto protagonismo como en el Mundial anterior, de todas maneras participó y formó parte del 11 inicial.
Lo cierto es que el brasileño tenía una técnica sobresaliente para realizar pases largos con precisión, y nunca se mostraba nervioso o apurado cada vez que tenía la pelota en sus pies. Fue uno de esos líderes que necesitan los equipos, que acomodan todo desde el medio para que los desequilibrantes –Pelé, Garrincha– se sientan respaldados y puedan liberarse sin problemas.
Didí, nacido en 1928 y fallecido en 2001 a los 73 años, es considerado uno de los mejores jugadores de la historia de Brasil y, según la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol), uno de los 20 mejores futbolistas del Siglo XX. Teniendo en cuenta todos los nombres que pasaron y representaron a la selección brasileña, no cualquiera puede ser una pieza clave del equipo. Y menos en una de las épocas más doradas del Scratch.
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- Cultura Redonda
One Comment
Una lector
11. dic, 2021¿Es «la» Brasil porque se enfrentó a «el» Suecia? Gramática de periodistO.