Copas
El Aleti, con el espíritu de Aragonés
1992. A minutos de la final de la Copa del Rey entre Real Madrid y Atlético de Madrid, en uno de los vestuarios del Santiago Bernabéu el entrenador visitante da las últimas indicaciones a sus futbolistas. Terminada la charla táctica el director técnico observa a sus dirigidos, señala la pizarra y golpeándola declara enérgicamente: «¿Lo han entendido? ¿Sí? Pues esto no vale para nada. Lo que vale es que sois mejores y que estoy hasta los huevos de perder con estos, de perder en este campo. Lo que vale es que sois el Atlético de Madrid y hay 50.000 que van a morir por vosotros. Hay que morir por ellos, hay que salir y decir en el campo que sólo hay un campeón y va de rojo y blanco».
El autor intelectual y material de aquel discurso tan sentimental como letal es Luis Aragonés. Ídolo, símbolo y estandarte del “Aleti”. Esas pocas, pero muy valiosas palabras, resumen en gran parte lo que significó el “Sabio de Hortaleza” para el pueblo rojiblanco. Aquel día su equipo dio la gran sorpresa y le arrebató el título al “Merengue” en su propia casa. Pero la historia del “Abuelo” y el Atlético no empezó ni terminó ese 27 de junio.
De hecho la primera página se escribió en 1964, cuando desembarcó en el club madrileño con 26 años tras haber pasado por Getafe, Recreativo Huelva, Hércules, Oviedo, Betis y…Real Madrid, donde no tuvo oportunidades. Estuvo una década en el “Colchonero” hasta su retiro y logró cinco títulos: tres Ligas de España y dos Copas del Rey (en ese momento llamada Copa del Generalísimo). Además, llegó a la final de la Copa de Campeones de Europa (hoy UEFA Champions League) en 1974 e incluso le marcó al Bayern Munich con su especialidad, el tiro libre, aunque los teutones se quedarían con el certamen en el partido desempate.
Colgó los botines siendo el goleador histórico del club y rápidamente le llegó su primera experiencia en el banco, justamente en el Atlético de Madrid. Esa sería la primera de las cuatro etapas en que estuvo a cargo de los rojiblancos: 1974-1980, 1982-1987, 1991-1993 y 2001-2003, en las cuales logró seis títulos (una Liga de España, tres Copas del Rey, una Supercopa de España y una Intercontinental). En su último paso por el club, rescató al “Aleti” de su estancia en Segunda División en 2001/2002 reivindicando una vez más su idilio con el público del Vicente Calderón.
Su personalidad también lo ha resaltado de entre el montón. De trato frío con la prensa, con la que tuvo muchos encontronazos, carácter fuerte y respeto hacia sus futbolistas, a los que trataba siempre de “usted”, sus declaraciones pocas veces dejaron indiferente a alguien. Su pasión y manera de transmitir su visión del fútbol han sido imborrables a lo largo de su carrera.
Por sobre todas las cosas era un motivador. De esos que saben cómo y cuándo llegarle al jugador. Traje que supo ponerse Diego Simeone desde que llegó al Atlético de Madrid. He allí uno de los principales puntos en común entre, hoy por hoy, dos de los personajes más importantes de la historia del “Colchonero”.
De espíritu ganador, lo demostró también al frente de la Selección de España, a la que condujo, luego del fracaso del Mundial de Alemania, a quedarse con la Eurocopa de 2008, cortando una sequía de 44 años. Aragonés está considerado el padre de la España multicampeona. Con él empezó todo. El buen fútbol y los títulos.
El destino le puso por delante una leucemia que le costó la vida en febrero de 2014. Pero su recuerdo permanece eterno en su querido “Aleti” y no podía ser de otra manera, después de todas las cosas que vivió allí.
Hoy, en la vigilia de una nueva final internacional para el Atlético de Madrid, justamente ante su eterno rival de la capital, no hay hincha que no tenga presente el recuerdo del “Zapatones” que defendió con tanto fervor el escudo del club rojiblanco. Después de todo, el “Colchonero” está ante una oportunidad histórica de lograr el título que le falta en su vitrina. Y en el “Aleti” no paran de repetir la frase de cabecera de Aragonés: “ganar, ganar y ganar, y luego, volver a ganar, ganar y ganar”.
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- AUTOR
- Federico Leiva
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