Copas europeas
El “biscotto” escandinavo
En esta Eurocopa, con las victorias frente a Bélgica y Suecia, Italia ya se aseguró un lugar en octavos. Sin embargo, no en todas las ediciones la Azurra tuvo la clasificación a la segunda ronda en sus manos. Así ocurrió en el 2004, cuando llegó al tercer juego dependiendo del resultado entre Dinamarca y Suecia. En los dos primeros partidos empató, frente a los daneses 0-0 y frente a los suecos 1-1. En la última fecha se enfrentaban ambas selecciones escandinavas. Si empataban por dos o más goles, ambas pasarían de ronda, dejando fuera a Italia cual sea su resultado.
Los dirigidos por Giovanni Trapattoni comenzaron perdiendo con gol de Martin Petrov de penal, Simone Perrotta lo empató y en la última jugada, Antonio Cassano convirtió el gol de la victoria. El “9” salió a gritarlo con toda la furia, creyendo que habían clasificado, pero no. Dinamarca ganaba 2-1, hasta que, a los 89 minutos, a Thomas Sorensen se le “escapó” el tiro de Wilhemsson para que Mattias Jonson convirtiera el gol del empate. El llanto del Bambino después de enterarse que su gol no valía para la clasificación gráfica perfectamente el momento. Aún hoy, los italianos no le perdonan a ambas selecciones lo que ellos bautizaron como “biscotto”.
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- AUTOR
- Bruno Scavelli
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