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El dinero no es todo y no siempre ayuda
Viajen al tiempo. Más precisamente al inicio de la temporada 2011/12. En Rusia una noticia conmovió al mundo del fútbol europeo y mundial. Samuel Eto’o dejaba el Inter para pasar al Anzhi, equipo que se preparaba para disputar la fase de campeonato en su segunda temporada en la élite del fútbol ruso.
El dueño del club, Suleyman Kerimov, al principio de 2011 había aprovechado el mercado de pases para sumar varias figuras, teniendo en cuenta lo que era el Anzhi en ese momento, con jugadores de la talla de:
- Roberto Carlos. Ya en el ocaso de su carrera dejó el Corinthians para sumar unas millas más en la banda izquierda en Rusia.
- Mbark Bossoufa, el mediapunta marroquí llegó desde Anderlecht para deslumbrar a todo Makhachkala, ciudad del equipo.
- Jucilei. Llegó también desde Corinthians junto a Roberto Carlos. El defensor/volante central venía de estar en el equipo del año del Brasileirao.
- Diego Tardelli, otro brasileño más para el combo. En este caso el delantero arribó desde Atlético Mineiro.
Con estos refuerzos, Kerimov logró que el Anzhi llegue a la fase de campeonato de la liga rusa con un humilde octavo puesto (13 victorias, nueve empates y ocho derrotas). Pero esto no lo conformó y, cuando abrió el mercado nuevamente, fue en busca de esos jugadores que le dieran el salto de calidad para lograr consagrarse, o al menos alcanzar una clasificación a competiciones europeas.
Para eso apostó fuerte Kerimov y logró cerrar los acuerdos de Eto’o, Mehdi Carcela-Gonzalez (venía de una buena temporada en el Standard Lieja), y Yuri Zhirkov, gran emblema del fútbol ruso desde la Eurocopa 2008. Con estos futbolistas, el Anzhi logró uno de sus objetivos. Terminó quinto en la ronda final, sacó boleto a la Europa League por primera vez en su historia. Para esta segunda temporada de Kerimov al mando, el club ruso siguió con esta filosofía de apostar a nombres y dinero fuerte con tal de hacerse su hueco.
Y con dinero fresco y muchas ideas, el dueño logró convencer a jugadores como Lassana Diarra (quien dejó el Real Madrid para poner rumbo incierto a este club) y, en el mercado de verano, Willian. Sí, el actual jugador del Chelsea pasó seis meses en Makhachkala. En la temporada 2012/13, con estos dos refuerzos más los que ya contaba en la campaña anterior (y una reestructuración en la liga de por medio, primera vez que se disputó al igual que en el resto de Europa), el Anzhi logró colocarse tercero e iba a volver a disputar la Europa League.
Pero, todo tiene un final, todo termina. Y la billetera de Kerimov no dio abasto. Al no lograr ningún título y no conseguir ingresos suficientes para aguantar tal plantilla, al inicio de la 2013/14 decidió poner transferible a todo su plantel, incluido Willian. Ahí ocurriría un éxodo masivo de Makhachkala, y el mediapunta brasileño puso rumbo hacia el Chelsea junto a la gran figura Eto’o. El dúo marroquí de Carcela-Gonzalez y Boussoufa partió hacia el Standard Lieja y Lokomotiv Moscú respectivamente.
Lógicamente, la baja de calidad en el plantel hizo que esto se viera rápidamente reflejado en el campo de juego. Ganando solo tres partidos a lo largo de la temporada (con 11 empates y 16 derrotas), el Anzhi terminó en el último puesto con solo 20 puntos y descendió después de cuatro años en la élite rusa. Quien sufrió en primera persona esto fue el argentino Gustavo Blanco Leschuk, que tras consumado el descenso se fue al Wydad Casablanca.
Tras una temporada en la segunda división, retornó a la Premier League de Rusia, pero nunca volvió a ser lo que fue. Dos cursos salvándose por los pelos del descenso hicieron que, tras el certamen del presente año, el club se encuentre jugando el playoff de descenso ante el Yenisey, quien iba tras el sueño de jugar por primera vez en sus 81 años de historia en la máxima categoría del fútbol ruso. La ida, jugada en el estadio techado de su rival, el Anzhi la perdió por 3-0, dejando una tarea más que difícil para la vuelta en Makhchkala. No hubo milagro a pesar de haber ganado el segundo partido por 4-3, el Anzhi descendió.
De cualquier modo, en este momento de tristeza para los hinchas, tienen un hilo de esperanza para la temporada que viene. El equipo juvenil del Anzhi logró la clasificación a la Europa Youth League tras coronarse campeón de la Copa de la Liga Rusa juvenil. Para el festejo, los jóvenes se pusieron una camiseta personalizada con la cara de Kerimov. De las figuras de grandes escenas a sólo tener para remeras con su rostro.
Cuando el dinero no es todo, cuando la estabilidad y el proyecto no se pueden comprar solo con plata, se pasa de jugar la Europa League, de visitar míticos estadios como Anfield Road y hacerle frente a esos grandes equipos, a perder la categoría, lejos de los flashes de las figuras como Eto’o o Zhirkov. Sólo quedará esperar para ver si este es realmente el fin de los problemas para el Anzhi o resurgirá de sus cenizas cual Ave Fénix.
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- Cultura Redonda
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