Jürgen Klopp dejó el Borussia Dortmund en agosto de 2015, se rumoreó con un tiempo sabático cual Pep Guardiola post-Barcelona pero en octubre de ese año el ex jugador, y entrenador, del Mainz 05 llegó a la Premier League. El Liverpool tuvo un arranque de temporada 2015/16, con su vuelta a la Champions League, muy malo. Al punto de producir la salida de Brendan Rodgers.

Tras varios años, el norirlandés dejó el cargo para darle paso al loco alemán. Klopp, quien coincidentemente permaneció siete años en cada club (Mainz 05 de 2001-08 y B. Dortmund de 2008-2015) por lo hecho hasta este momento podría repetirlo en Anfield Road. La temporada pasada estuvo cerca de lograr la épica, tras la eliminación en Champions League, llegó a la final de la Europa League contra el Sevilla, en una temporada donde la dirigencia no le puso ningún objetivo. Con gol de Daniel Sturridge, el Liverpool ganaba el partido al entretiempo pero un arranque dormido y un gran empuje del Sevilla en todo el segundo tiempo, hizo que el conjunto español se alzara con la Copa.

Este año, de nuevo sin competición europea, se tomó como la primera temporada de Klopp al mando de los reds. Con los fichajes de Ragnar Klavan (central estonio del Augsburg) y Joel Matïp (central camerunés del Schalke 04) intentó reforzar la zaga central, que demostró ser lo menos sólido del equipo en la campaña anterior. Sumadas las llegadas de Georginio Wijnaldum (mediocentro todoterreno holandés del Newcastle) y Sadio Mané (extremo senegalés del Southampton), hicieron pasar al Liverpool, de un conjunto de mitad de tabla a uno que puede aspirar al TOP4, aunque comparando siga siendo inferior a los Manchester, Arsenal y Chelsea.

Las últimas incorporaciones.

Con el correr de los partidos y la temporada empezó a darse el efecto Klopp. Es sabido que el alemán es un enfermo del fútbol, del trabajo por mejorar. Y está claro que este Liverpool que hoy se encuentra a cinco puntos del Chelsea de Antonio Conte, que pareciera empezar a cortarse en la lucha por la Premier League, tiene con que pelear. Y más si a sus refuerzos se le suman jugadores que ya tenia con un rendimiento superlativo.

Adam Lallana, el volante creativo ex Southampton siempre estuvo entre los que más rindieron de los fichajes llegados del St. Mary’s Stadium en los últimos tiempos pero este inicio de temporada está en las nubes. Con siete goles y siete asistencias es el jugador que participó en más anotaciones en el conjunto red. Otro quien está intratable es James Milner, (que en el empate ante Sunderland por 2-2 salió lesionado en el entretiempo) ocupando el lateral izquierdo.

Sí, el ex Manchester City es el tres del equipo. Mostrando una gran habilidad al pasar al ataque y una férrea defensa en el pie a pie, dejaron olvidado en el banco a Alberto Moreno. Y quien mayor progresión tuvo con el alemán es Jordan Henderson. Quien recibió la capitanía del equipo de manos de Steven Gerrard cuando éste dejó Anfield para ir a Los Angeles Galaxy. Hoy día demuestra su liderazgo siendo el mediocampista recuperador en el 4-1-4-1 que suele usar Klopp en defensa. Se apropia de todas las pelotas que estén cerca de él, anticipando increíblemente y siendo salida constante.

Lallana, Henderson y Milner, fundamentales.

Sin dudas el punto más flaco del Liverpool sigue siendo la zaga central. Con las llegadas mencionadas anteriormente de Klavan y Matïp, el conjunto no pudo mejorar su capacidad defensiva y eso le ha costado puntos como ante Sunderland y previamente ante Bournemouth (un partido que ganaba por 3-1 y terminó perdiendo 4-3 en el minuto 94 de juego) con horrores de concepto en sus jugadores.

Aun así su poderío ofensivo, camufla esto. Es el equipo más goleador de la Premier League, lleva 48 tantos. Sin dudas demostrando, el verdadero efecto Klopp. Jürgen entendió de que trataba la identidad de Liverpool, de demostrarle a sus aficionados que hay que estar a la altura para jugar enfrente a The Kop, y el nivel demostrado (Con y sin Philippe Coutinho en estas ultimas fechas por una lesión en el tobillo) hacen sentir más que orgullosos a sus hinchas. El tiempo dirá si Liverpool dará la talla para ganar la Premier League después de 27 años, pero por lo pronto la ilusión de los Kopites alrededor del mundo se mantiene intacta. El mundo red se encomiendan a Lallana, Coutinho, Mané y Roberto Firmino para esto.