Copas europeas
El enemigo en casa
El libro de Narrativa histórica de Lindsey Davis cuenta que en la Antigua Roma, el número de esclavos era superior al de ciudadanos libres y a menudo, los romanos sentían miedo de los enemigos en casa ya que los veían como una amenaza demasiado cercana. Para apaciguar el temor, el gobierno decretó una ley conviniendo que si un romano era asesinado en casa, serían condenados los esclavos (responsables o no) si el culpable no era rápidamente descubierto.
La Selección francesa está en manos de un Didier Deschamps que aparenta tranquilidad pero está actuando de forma negativa para con las aspiraciones de la gente de su país. Si las bajas de Mamadou Sakho, Raphael Varane, Lass Diarra o Karim Benzema ya eran una cuestión de mucho peso para Francia, las decisiones del entrenador inclinan la balanza hacia la catástrofe. De hecho, si los Galos tienen seis y no dos puntos o menos hasta aquí, es simple y llanamente gracias al rendimiento ofensivo individual de Dimitri Payet y defensivo de N’Golo Kanté.
Comencemos situando cada uno de los desaciertos: ante Rumania, con empate a un gol y transcurridos 77 minutos de juego, quitó del campo a un insustituible Paul Pogba en lugar de Anthony Martial. Las gradas no creían lo que estaban viendo; Deschamps, con su equipo igualando como local ante un conjunto inferior, dejó en el campo a Blaise Matuidi y formó un ¡doble pivote! con N’Golo Kanté. Además del cambio, Kingsley Coman por un más que activo Antoine Griezmann. En lo que fue la segunda contienda del equipo local, no cesaron las sorpresas, ya que Pogba y Griezmann iniciaron el partido ante Albania desde el banquillo. En su sitio ingresaron Martial y Coman formando un espeso 1-4-2-3-1 con una posesión de poca calidad, en lugar del 1-4-3-3 más vertical y habitual. Éste espeso medio del campo obliga a Payet a sacrificar su posición de mediapunta, donde es más peligroso, para auxiliar la elaboración y la salida obstruida de los suyos.
Fue tan evidente el error cometido por el técnico que, antes del descanso, Pogba ya se preparaba en la banda para ingresar en el segundo tiempo. El jugador juventino reemplazó a ¡Martial! (un tiempo de prueba), de bajo rendimiento. Más tarde, a falta de 20 minutos, Griezmann tuvo su chance por Coman y no la desaprovechó. Tanto el interior como el extremo derecho decidieron el partido pese a no disputar el primer acto por la caprichosa elección de su director técnico. Otra victoria sobre la bocina con igual o peor juego que en el cotejo inaugural. A favor de Deschamps cabe destacar el gran planteamiento de Giovanni De Biasi que sus pupilos ejecutaron a las mil maravillas. Un 1-4-5-1 inicial (por momentos 1-4-1-4-1 tras pérdida de balón) con repliegue en campo propio y Armando Sadiku como hombre lanza tras recuperación.
Los albaneses ejercieron una presión asfixiante desde su parcela, dejando diez hombres por detrás de la línea del balón. En el sector izquierdo, Amir Abrashi, Ermir Lenjani y Ansi Agolli formaron un triángulo de garantías ante las proyecciones de Bacary Sagna y el desequilibrio de Coman. Por el flanco derecho, Ledian Memushaj, Andi Lila y Elseid Hysaj compusieron la misma figura geométrica ante Patrice Evra, Matuidi y Martial. El mediocentro posicional Burim Kukeli ejerció las coberturas necesarias en ambas bandas con especial atención sobre un Payet que, desperdiciado (interior para conseguir superioridad en la medular), se mantuvo alejado de su zona de confort.
El central derecho que milita en el Frosinone, Arlind Ajeti, cumplió una tarea más que notable. Seguro en el juego aéreo -tanto en faltas lanzadas en contra como en balones directos- ante Giroud y compañía y sobrio en cada cruce a espaldas de Hysaj (anuló a Martial), dejó un vacío y sus compañeros se resintieron cuando abandonó el terreno de juego a falta de cinco minutos. En ese segmento, Griezmann (en el directo se puede visualizar cómo el lateral Agolli advierte al falso lateral de su sector, Lenjani, que presione el posible centro de Adil Rami) primero y Payet (previa asistencia magnífica de Pogba a Gignac) segundos después, aniquilaron las esperanzas de un conjunto que debe sentirse orgulloso del trabajo realizado. No funcionaron los dobles laterales en ataque ni el juego aéreo ante un pletórico Patrice Evra sobre Sadiku en cada envite por alto. Ésta vez ganó la calidad individual por sobre el orden colectivo.
Francia tendrá que mejorar cuando se enfrente a rivales de mayor jerarquía y nivel que Rumania y Albania. Ante estos dos contrincantes no demostró ni la cuarta parte del poderío que posee en su plantilla y ganó ambos partidos sobre el final, pero (también) pudo empatarlos y hasta perderlos. Quizás la nota positiva es el momento que vive Kanté, quien está actuando en una posición que no es la suya y pese a ello mantiene a su equipo con balón y no le obliga a bajar la altura del ataque posicional tras una y otra recuperación con una gran lectura en cada transición ataque-defensa. Deschamps necesita reflexionar (mucho) porque cometer errores en fases avanzadas de este campeonato le puede costar muy caro y eso le situaría como el enemigo en casa.
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- AUTOR
- Nicolás Quiroga
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