“Come fútbol, bebe fútbol y duerme fútbol” es la descripción con la que Silvain Ripoll, su ex entrenador en el Lorient, supo definir a Matteo Guendouzi, el joven oriundo de Poissy, suburbio de la capital francesa.

Su prometedora historia con la pelota comenzó en las inferiores del Paris Saint-Germain, club donde se desarrolló hasta los 14 años, cuando quedó libre y pasó al Lorient. Fue allí donde el “David Luiz francés” (apodo que recibió al poco tiempo de llegar) empezó a estar en boca de todos.

Era fácil reconocerlo dentro de un campo por su exuberante cabellera, pero también por su sensibilidad a la hora de manejar y hacer circular la redonda. Tras coronarse campeón del torneo francés Sub 17 en 2016, Ripoll decidió ascenderlo al primer equipo, donde las cosas no comenzaron de la mejor manera.

Luego de siete derrotas consecutivas, el entrenador le otorgó la oportunidad de debutar en el primer equipo frente al Dijon. Si bien su actuación fue aceptable, el equipo perdió en el último minuto y Ripoll fue despedido.

Salió prematuramente del Lorient francés

Bernard Cassoni, el reemplazante, sólo recibió una orden luego de la primera reunión con la dirigencia: “No importa el contexto, Guendouzi debe jugar”. Así fue como el mediocampista comenzó de titular frente al Niza por un encuentro de la copa francesa. Es aquí donde aparecieron las primeras señales problemáticas sobre el temperamento del franco-marroquí. Tras ser sustituido a los 10 minutos del segundo tiempo (luego de que el árbitro del encuentro le perdone la vida por acumulación de faltas estando amonestado), se negó a saludar a su entrenador en demostración de su disconformidad y enojo con la decisión. Acto seguido, fue apartado del equipo por el resto de la temporada.

«Él cree tanto en sí mismo que está indignado con cualquiera que no lo coloque en el mismo pedestal en el que cree que se lo debe colocar. Tiene problemas reales con ese lado de su temperamento. No es un niño malo, no es desagradable, solo tiene una creencia innata y profunda en sí mismo» supo declarar Alex Hayes (exvicepresidente del club).

El comienzo de una nueva temporada, junto al desembarco de un nuevo técnico, Mickael Laundreau, abrieron las puertas para el regreso al primer equipo, pero no por mucho tiempo. Finalizados los primeros 45 minutos del cotejo frente al Valenciennes, dentro del vestuario, Guendouzi y Laundreau discutieron fuertemente. ¿El resultado? Tres meses fuera del equipo.

A estas alturas, se sabía que el talentoso de pelo enrulado no renovaría contrato con la institución y, con varios de los clubes más importantes detrás de él, su salida era inminente.

Juventus, Borussia Dortmund y Arsenal eran los principales candidatos para el gran salto de categoría. Pero… ¿en qué se basaban las potencias europeas para fijarse en él luego de estos conflictos? La respuesta está en el excelente desempeño de Guendouzi en las selecciones menores de Francia (Sub 18/19/20 y actualmente 21).

La decisión del Lorient y del propio Matteo sobre su futuro estaba tomada, sería transferido (principalmente para que el club que supo cobijarlo pueda sacar un rédito económico antes del vencimiento de su vínculo). Por expreso pedido de Unai Emery, el Arsenal fue quien mejor y más rápido se movió en el mercado, cerrando su transferencia en una cifra cercana a los 8 millones de euros, a mitad de julio del 2018.

«El Arsenal siempre ha sido mi equipo del corazón, quería unirme desde la infancia. Quiero entrar en la historia del club y completar grandes cosas aquí», soltó Guendouzi en su presentación oficial. Tras superar con creces el período de adaptación al fútbol inglés, el mediocampista se convirtió en una pieza importante del equipo, demostrando que la decisión de Emery y los directivos había sido la correcta.

Formó parte de todas selecciones menores de Francia

Pero claro está, el personaje del francés no podía estar en la boca de todos sólo por sus actuaciones dentro del campo de juego. En su corta estadía en Inglaterra, ya protagonizó dos hechos más que polémicos para el mundo del fútbol.

El primero está protagonizado por él y once compañeros más, luego de ser filmados en un boliche de Londres consumiendo “gas de la risa”, una droga legal que puede causar alucinaciones y estados de euforia.

Pero su repercusión mediática sumó un capítulo más, y justamente tiene una actriz principal: Mia Khalifa, una reconocida estrella porno fanática del West Ham, quien luego de la victoria de su equipo frente al Arsenal por la fecha 22 de la Premier League expresó en Twitter “Llorón @MatteoGuendouzi, te he visto caer más en este partido que lo que hice yo en 2014″.

Ya con 40 partidos disputados con los Gunners, y siendo bastión importante del equipo que logró ser uno de los cuatro mejores de la actual Europa League, no quedan dudas de que la vida y carrera de Matteo Guendouzi estará llena de características de diferentes tonalidades en todos los aspectos. Y, al menos de este lado, deseamos que sean principalmente con pinceladas de buen fútbol.