#Rusia2018xCR
El foul como alternativa
Luego del gran triunfo mexicano sobre Alemania por 1-0, la jornada mundialista del domingo se completaba con el debut del pentacampeón. Brasil enfrentaba a Suiza en Rostov del Don buscando legitimar el cartel de candidata al título. Además de la derrota germana, ninguno de los grandes favoritos para llegar a las instancias finales había podido ganar en su inicio. Argentina no paso del empate con Islandia y España no pudo con la Portugal de Cristiano Ronaldo.
El elenco verdeamarelho, que ganó las eliminatorias sudamericanas con mucha diferencia y que viene desarrollando un fútbol colectivo de desmarque, desequilibrio y profundidad tenía en frente la equilibrada selección suiza. Tite juntó en cancha a Willian, Philippe Coutinho, Neymar y Gabriel Jesús, con Paulinho cerca de Casemiro en la recuperación, buscando movilidad, velocidad y desdoble con los laterales Danilo y Marcelo e intentando quebrar el solido bloque defensivo rival. Renato Augusto comenzó el partido desde el banco de suplentes.
Suiza, en cambio, tuvo como primera misión interrumpir los circuitos de juego de su rival. Si la posibilidad de cortar líneas de pase y bloquear la subida de los laterales no se ajustaba a la situación de juego, la falta asomaba como altenativa. Luego, a partir de allí, aprovechar algún espacio para el desequilibrio de Xherdan Shaqiri, y claro, la pelota parada.
A los 20 minutos del primer tiempo, Coutinho capturó un rebote fuera del área y ejecutó su derechazo con rosca tan característico como efectivo, estableciendo el 1-0. La ventaja se pensaba para Brasil como la posibilidad de seguir desarrollando su fútbol y encontrar los espacios que dejaría Suiza en su búsqueda por el empate. Nada de eso pasó. Valom Behrami, Granit Xhaka y Blerim Dzemaili comenzaron a desdoblarse e imponerse en la mitad de la cancha, machacando cada intento brasileño. Behrami se recostó levemente sobre su derecha con la intención de tomar lo más arriba posible en el campo los inicios individuales de Neymar, generando prácticamente un duelo que se dio durante todo el tiempo que el suizo estuvo en cancha. Al astro brasilero se lo noto sin la pizca que lo caracteriza y no logro imponerse mayormente en el 1 vs 1. Cuando lo lograba, el foul aparecía como un mecanismo trabajado por la selección helvética.
Así, Suiza, sin demasiada profundidad, fue inquietando a Brasil hasta lograr el empate en el minuto 5 del segundo tiempo, con un cabezazo de Steven Zuber, luego de un córner y pequeño empujón a su marcador Miranda.
Desde allí, los europeos se replegaron y continuaron profundizando su modelo. Organización defensiva, bloqueo de bandas y foul sistemático cuando Neymar lograba desequilibrar. Dicha organización hizo que los suizos se vayan turnando en esa logística y tan solo tres de ellos fueran amonestados, el propio Behrami, Stephan Lichtsteiner y Fabian Schar. Los primeros dos fueron reemplazados evitando que la acumulación de faltas devenga en expulsión.
Neymar, con sus medias rotas y ya enojado por las sucesivas faltas, no pudo reunirse con Marcelo ni con Coutinho para generar esas triangulaciones en ofensiva que han puesto nuevamente a Brasil en la mira de todos como candidata al título.
El partido se esfumaba y mientras los suizos acumulaban faltas (19 en total, 10 sobre Neymar) y cortaban el ritmo de partido, los ingresos de Renato Augusto, Fernandinho y Roberto Firmino llevaron a Brasil a tener algunas situaciones claras para alcanzar a Serbia en la cima del grupo. Un cabezazo del ’10’, un remate de Miranda y otro de Firmino pudieron haber roto la paridad.
Sin embargo, el tiempo no alcanzó para desdoblar el resultado y Vladimir Petkovic suma un punto en su partido, a priori, más complicado. Brasil, en cambio, deberá recuperar la energía colectiva para poder desbloquear partidos que le presenten estas dificultades. Los árbitros, a su vez, deberán tener presente el juego suizo de corte y foul sobre jugadores como Neymar, buscando sanciones más severas o amonestando luego de tantas faltas sucesivas del equipo sobre el mismo jugador, tal como avala el reglamento.
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- AUTOR
- Federico Reichenbach
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