América
El fútbol del interior, con la impronta de Primera
En Argentina existen ligas locales y también torneos federales, en los que participan equipos de todo el país, conformando la tercera, cuarta y quinta categoría en orden de importancia. El rango de divisiones que agrupan a los equipos del interior es el siguiente: Federal A, torneo inmediatamente inferior al Nacional B y el más federal de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), si no tenemos en cuenta la Copa Argentina. A este certamen lo precede el Federal B, cuarta categoría en la escala de los torneos de equipos que están indirectamente afiliados a la AFA. En quinto orden de importancia se encuentra el Federal C, al que clasifican los equipos directamente desde las ligas locales y allí pelean por ascensos al Federal B.
Estos torneos incluyen a cuadros desde Ushuaia a la Quiaca, de norte a sur del país, y de este a oeste. Claro que, excepto por el Federal A, por razones de costos y de la gran cantidad de equipos participantes, los torneos se dividen por regiones, y conjuntos de puntos exageradamente distantes se pueden llegar a enfrentar solamente en las instancias definitorias.
Si uno tiene en cuenta esta escala de importancia de los campeonatos, seguramente suene un poco extraño leer o escuchar a alguien decir que “muchos equipos de los torneos federales se nutren de varios exjugadores de Primera División”. Pero esto ocurre, y no solo pasa con futbolistas que han tenido un breve paso en la élite del fútbol argentino, sino también con aquellos que actuaron en equipos grandes, habiendo ganado títulos y que cualquier futbolero recuerda con sólo leer su nombre.
Esto es algo que no solo ocurre en estos tiempos. Si uno repasa varios años hacia atrás, podrá encontrar ejemplos sobrados de figuras de antaño representando a equipos en ligas locales o Torneos del Interior (vieja denominación de los actuales Torneos Federales, también en un momento llamados Torneos Argentinos A,B y C).
Algunas veces atraídos por sumas importantes de dinero, generalmente de equipos que apoyados económicamente, por los gobiernos provinciales o empresas locales, se arman con el objetivo de ascender. Muchos deciden volver a dar una mano a los clubes que los formaron, otros lo hacen para despuntar el vicio, compitiendo, pero sin la presión que podría generarles jugar en categorías superiores. En fin, los casos, como ya dijimos, son sobrados y las razones pueden ser muchas.
Cultura Redonda habló con Damián Luna, hábil volante zurdo surgido de San Lorenzo de Almagro, campeón de la Copa Sudamericana en 2002. También pasó por Independiente de Avellaneda y por Universidad Católica de Chile, fútbol brasilero, peruano y griego. Hoy forma parte de las filas de San Lorenzo de Alem, de la provincia de Catamarca, un club que milita en el Torneo Federal A.
Luna, de 32 años, contó que en su paso por Grecia (Kissamikos) no llegó a consolidarse y además: “Justo cuando opté por ir había nacido mi hija, me fui solo y al no encontrar continuidad decidí volverme”. Respecto a qué lo llevó a sumarse al equipo catamarqueño, indicó que “un empresario amigo fue quien me acercó al club, hablé con el técnico y me dijo que me quería. Yo venía de estar seis meses parado desde que volví de Grecia y necesitaba continuidad para poder mostrarme. Por suerte la encontré y con el equipo estamos peleando por un ascenso a la B Nacional”. En cuanto al nivel de la categoría dijo: “Es parecido a lo que es la B Metropolitana, bastante físico, las canchas no están en las mejores condiciones, salvo dos o tres, lo que lógicamente no permite que siempre se pueda ver buen fútbol”.
Este es uno de los casos, como él señaló, de jugadores que llegan a torneos federales en busca de continuidad y de poder volver a estar en consideración de clubes de categorías mayores o del exterior. Luna es un volante de creación, con un estilo “lírico” por decirlo de alguna forma. “Si bien estoy muy cómodo y si ascendemos sería lindo seguir en el club, para mi fútbol en esta división es un poco complicado”, aseguró. Las lesiones y algunas malas decisiones (se reprocha su pronta salida de San Lorenzo) lo alejaron de los primeros planos del fútbol. Pero dicen que éste da revancha, y eso busca Luna en esta incursión en el Federal B.
El de Damián Luna es sólo uno de tantos casos que existen y existieron. A continuación presentamos un listado con algunos jugadores que formaron y forman parte de planteles semiamateurs, alejados de las luces del éxito que alguna vez debieron enfrentar en sus pasos por la Primera División:
Federal A
Rolando Schiavi: El Flaco, ídolo y multicampeón con Boca Juniors, decidió jugar sus últimos partidos defendiendo los colores de Rivadavia de Lincoln, cuando éste equipo militaba en el Torneo Argentino A, en el año 2014. Si bien había anunciado su retiro del fútbol cuando jugaba en el Shanghai Shenhua de China, convencido por su hermano Fabio (entrenador del club de Lincoln), se calzó la camiseta del “Rojo” por un par de partidos.
Catriel Orcellet: Arquero, entrerriano, que se destacó defendiendo los arcos de Nueva Chicago y Arsenal de Sarandí. Tuvo un breve paso por el Valladolid de España y actualmente es titular en Defensores de Pronunciamiento de Entre Rios. Su hermano, Hernán, dirige al equipo.
Federico Almerares: El delantero que debutó en River en 2003 y estuvo en el club hasta 2007, defiende hoy los colores de Ferrocarril Oeste de General Pico (La Pampa), luego de haber pasado por varios clubes argentinos, ecuatorianos y el fútbol suizo.
Luciano Leguizamón: Surgido de Gimnasia de Concepción del Uruguay, tuvo su momento de esplendor en 2002, cuando el equipo entrerriano peleó por el ascenso de la B Nacional a Primera. Fue compañero de Gonzalo Higuaín y Radamel Falcao en River, donde no logró brillar. Su mejor momento en Primera lo vivió en Arsenal. Pasó por Independiente y Colón, con ambos equipos se fue al descenso. Pasó por el fútbol chileno y peruano, hasta llegar en 2015 a Guaraní Antonio Franco (Nacional B). Su club actual es el que lo vio nacer, Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay.
Juan Eluchans: Volante o lateral izquierdo campeón con Independiente en 2002, jugó en Rosario Central, Chile y Francia. Su ultimo club en la élite fue Atlético Rafaela, hasta 2016, cuando pasó a defender los colores de Guaraní Antonio Franco, de Misiones, en el Federal A. Julio Barraza, defensor central campeón con Banfield en 2009, es compañero de equipo de Eluchans en el equipo posadeño.
Gustavo Balvorín: Delantero nacido en Tucumán, de destacado paso por Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Tuvo etapas por Barcelona de Guayaquil y por clubes argentinos como Lanús y Velez, además de una incursión en Grecia. Desde 2014 juega en Juventud Antoniana de Salta, en el Federal A.
Albeiro Usuriaga: El recordado Palomo llegó en 1999 para reforzar las filas de General Paz Junior de Córdoba, que se había propuesto subir del Torneo Argentino A a la B Nacional, ascenso que consiguió en julio de 2000 con el colombiano como figura de aquel equipo.
Federal B
Diego Galván: Mediocampista de extensa trayectoria en el fútbol argentino que, entre otros equipos, jugó en River, Olimpo, Lanús y formó parte del plantel de Estudiantes campeón de la Copa Libertadores 2009. Durante la temporada 2015, actúo en Huracán de Comodoro Rivadavia y, desde 2016, juega en Sol de Mayo de Viedma, ambos equipos del Federal B.
Javier Páez: “Satanás”, otro de extensa trayectoria, iniciado en Deportivo Merlo, identificado con Independiente y con pasado en más de diez clubes entre Ecuador, Israel, Primera División y Nacional B, en 2016 a los 40 años recaló en Sol de Mayo de Viedma junto con Galván, para jugar el Federal B.
Juan Manuel “Chaco” Torres: El volante central surgido de las inferiores de Racing, que jugó también en San Lorenzo y tuvo un paso por el fútbol ucraniano (Metalist). Además, fue campeón con la Selección Sub 20 en el Mundial de Holanda 2005. En 2016, tuvo un paso por Chaco For Ever en el Federal A y en Defensores de Vilela, Federal B, ambos clubes de su provincia natal, Chaco. Actualmente juega en el futbol de Kazajistán.
Darío Gandín: Atacante con más de 100 goles en su carrera, que contempla el paso por diez equipos entre Argentina y México. En 2016 vistió la camiseta de Ben Hur de Rafaela (Santa Fe).
Sebastián Carrizo: Llegó a Independiente de Avellaneda, proveniente de Talleres de Córdoba, este volante central nacido en San Isidro. Jugó en el fútbol boliviano y tuvo un paso por Racing de Córdoba en el Federal A y hoy, con 39 años, despunta el vicio en Argentino de Monte Maíz de la liga cordobesa.
Federal C
Cristian Tavio: El lateral izquierdo que jugó en los dos grandes de Avellaneda (Independiente y Racing), Belgrano de Córdoba, Huracán, Arsenal, entre otros, se sumó al equipo del sindicato de la televisión SATSAID, para disputar la Liga Lujanense 2016, y logró el ascenso con este equipo al Torneo Federal C. Comparte plantel con Paolo Frangipane y Manuel Rodas.
Rodrigo Manara: Llegó a Primera en Lanús, en el año 1999. Defendió las camisetas de Arsenal y Racing, y también jugó en la Universidad Católica de Chile. Desde 2011, empezó un periplo por clubes del ascenso, hasta llegar, a sus 37 años, a las filas del SATSAID.
Esteban Bichi Fuertes: A los 44 años, y pasados casi cuatro de su retiro como jugador profesional con la camiseta de Colón de Santa Fe, el goleador se volvió a poner los cortos para jugar con la camiseta de Escuela Deportiva Junín de Mendoza.
Bonus – Torneos regionales
Oscar “Pinino” Más: Viajando en el tiempo, nos encontramos con el delantero que jugó 14 temporadas en River Plate, en el Real Madrid, América de Cali de Colombia e infinidad de equipos del interior en torneos regionales clasificatorios al viejo torneo Nacional. Entre otros clubes, pasó por Progreso de Juan José Paso, Huracán Las Heras y hasta se puso la camiseta de Boca en dos clubes distintos, el de Bariloche (1984) y el de Coronel Suárez (1987-1989).
El fútbol del interior continúa nutriéndose de jugadores experimentados, de trayectoria por la élite, mientras miles de sueños de grandeza y consagración afloran a su lado. Distintos nombres como Luna, Balvorín, Galván o Tavio apuntalan a sus equipos, en busca de un ascenso. Y en ese intento, dan el paso final de su carrera o buscan un nuevo impulso.
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- AUTOR
- Matías Zampini
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