Julio José Iglesias de la Cueva, nació en Madrid el 23 de septiembre de 1943. Se crió dentro de una familia de clase media, que lo hizo estudiar como columna vertebral de su educación, pero de la mano con la escuela iba el deporte, por eso lo mandaron a practicar fútbol en el Real Madrid.

Enseguida, el pequeño Julio, comenzó a enamorarse del puesto de arquero y fue así que se adueñó de la portería del selectivo del Madrid durante varios años. Aunque al principio era suplente, gracias a su carisma y a su técnica, se ganó el puesto rápidamente.

Los que lo vieron jugar, dicen que fue un gran arquero, que para trazar un paralelismo, tenía un estilo parecido al que tiene Iker Casillas, ex arquero del Real y de la selección española.

Una relación que no se dio

Jugó varios partidos y muchos de los que lo veían, auguraban un futuro de selección para Julio Iglesias. Hasta que llegó la tragedia a su vida…

El 22 de septiembre de 1963, a las 2 de la mañana, y justo un día antes de cumplir los 20, Julito y sus amigos, salieron por las afueras de Madrid, en busca de sana diversión y mujeres.

El coche, donde Iglesias era el piloto, chocó a gran velocidad y el cantante, fue el que peor la llevó, ya que ingresó al hospital en coma y casi paralítico. Debió afrontar varias operaciones y un año y medio de rehabilitación.

Debió abandonar el fútbol y en ese período de rehabilitación, un enfermero, advirtió que en su soledad, cantaba y escribía poemas. Por lo cuál, le trajo una guitarra, para que ejercitara sus dedos.

Es así que hoy, Julio Iglesias ganó una fama mundial, como cantante y play boy (admitió haber estado con 3000 mujeres, incluyendo a la argentina Mónica Gonzága) y el fútbol perdió a un arquero excelente (?).