De un tiro libre llegaba el centro desde la izquierda. Felipe Baloy se tiraba al piso casi sin marca y se llenaba el empeine con la redonda. Jordan Pickford, portero inglés, nada podía hacer y la red se inflaba. El defensor se llenaba la boca con el grito de gol, y con él, todos los panameños. El Bolillo Hernán Gómez también. Habían pasado a la historia.

El resultado era anecdótico. Ni los jugadores, ni los fanáticos en las tribunas, ni los colaboradores, ni el DT. Mejor dicho, sí. Todos habían reparado en los seis goles en contra que tenía el equipo, pero ¿era momento de interrumpir la algarabía de Panamá?

En la primera mitad los dos goles de John Stones, los dos de Harry Kane y el de Jesse Lindard decretaban un 5-0 que ya sentenciaba el encuentro. Los canaleros sabían que el resultado era irremontable y que estaban quedando eliminados de la Copa del Mundo. Una sentencia que se firmó cuando por casualidad Kane volvía a marcar, tras un rebote fortuito.

Alguna demostración de José Luis Rodríguez, lo que mostró Édgar Bárcenas y eso fue todo lo de Panamá. No encontró nunca el juego asociado, no pudo hacer salidas limpias desde abajo y en el mediocampo no logró conexión en ningún momento. Así y todo, con el marcador 0-0 tuvo una muy clara para romper la paridad.

Su técnico había expresado que este Mundial era para adquirir experiencia de cara a las próximas competiciones. Pero… en las páginas del fútbol internacional quedará que en Rusia 2018, Panamá estuvo por primera vez participando y que en su segunda jornada pudo anotar un gol; su primer gol en la historia grande del fútbol internacional.

El árbitro pitó el final y Panamá sentenció su salida. Dos derrotas consecutivas frente a dos posibles candidatos, sufriendo goleadas y despidiéndose de una cita en la que aún le queda por jugar el encuentro ante Túnez.

Cuando haces un gol y no te importa ir perdiendo 6-0. A muerte con #Panama. #Rusia2018xCR pic.twitter.com/Oxq0sAN9VQ

— Cultura Redonda (@CulturaRedonda) June 24, 2018

¿El clima de final se vivió en la cancha? Sí y no. Los jugadores se acercaron a la tribuna todo lo posible, se abrazaron con los fanáticos, con sus familias, y ‘celebraron’ post derrota ante Inglaterra, pero con un gol, el primero, el que ellos podrán contar a sus hijos y sus nietos.

Las camisetas que volaban hacia las gradas, los jugadores y su emoción. Los hombres del Bolillo saben que todavía tienen un encuentro más y la tinta de la pluma fresca, para seguir escribiendo la historia en los libros de fútbol de su país.