Historias
El Hangover de Kokorin y Mamáev
Hace un año, los futbolistas rusos Aleksandr Kokorin y Pavel Mamáev decidieron celebrar una década de amistad en Moscú. En esa jornada cometieron diversos actos de vandalismo y agredieron a personajes públicos, por lo que estuvieron presos hasta hace dos semanas.
El domingo 7 de octubre de 2018, Zenit superó 2-1 a FC Krasnodar como local en un partido de la Premier League rusa. En el equipo de San Petersburgo jugó Kokorin, mientras que el descuento de los visitantes fue anotado por Mamáev de penal. El fin de semana siguiente había fecha FIFA y ninguno de los dos fue convocado por el seleccionador Stanislav Cherchésov, así que alquilaron el vagón de un Sapsan (tren bala que va de San Petersburgo a Moscú) para ellos solos y poder pasar la noche del domingo y el lunes en la capital rusa.
El viaje tiene una duración aproximada de cuatro horas. Una vez que los jugadores agotaron el stock disponible de alcohol que tenían a mano, optaron por destruir todos los muebles del vagón. Como si fuera poco, en su desesperación por llegar a Moscú se metieron en la cabina del motorman, lo agredieron y le exigieron que manejara más rápido.
Ya en Moscú, el hermano de Kokorin los recibió en la estación y los llevó al boliche en el que habían reservado una mesa en el VIP. Ahí se encontraron con otro grupo de amigos y, un par de horas más tarde, visitaron un club de strippers llamado “Egoísta”. En ninguno de estos dos lugares se registraron incidentes, pero los problemas llegaron en la calle alrededor de las seis y media de la madrugada. Ninguno tenía la intención de irse a dormir y, mientras esperaban un taxi, una amiga de los futbolistas frenó a un auto pidiéndole al chofer si podía llevarlos a una cafetería. Kokorin y Mamáev lo agredieron a golpes de puño sin saber que este hombre era el bielorruso Vitaly Solovchuk, chofer personal de Olga Ushakova. Ushakova es una reconocida conductora de la primera mañana de “Primer Canal” -la televisión pública de Rusia- y Solovchuk la estaba esperando para llevarla a su trabajo.
Los golpes propiciados por los deportistas dejaron a Solovchuk con conmoción cerebral, fractura de cráneo y fractura de tabique nasal. Al ser alguien relacionado a una figura pública, lo acontecido no tardó en salir a la luz. Kokorin y Mamáev llegaron caminando a las nueve de la mañana a un café, en el que un grupo de personas les pidió que se calmaran. Los futbolistas le dijeron a uno de ellos que estaban festejando los diez años de amistad y que los dejaran disfrutar. La discusión continuó y el mediocampista de Krasnodar le dijo: “Chino, no me molestes. Andá a tu país a pedir orden”. Ambos empezaron a discriminarlo e incluso llegaron a bailarle el “Gangnam Style”. El hombre al que se referían como “chino” resultó ser Denys Pak, funcionario del Ministerio de Industria y Comercio de Rusia.
Los allegados a Pak se enojaron y allí comenzaron los disturbios registrados por las cámaras de seguridad del local. Kokorin le pegó un sillazo en la cabeza a Pak y el hermano del delantero le pegó una cachetada. A su vez, Mamáev terminó a las trompadas con los hombres cercanos al funcionario. Cinco horas después, los futbolistas regresaron con cinco millones de rublos a pedirles a los dueños del café que no difundieran el video de los incidentes. Pero la filmación ya había sido entregada a la policía y llegó el pedido de captura para los jugadores.
Las fuerzas policiales les dieron un plazo de 48 horas para presentarse o, si no, pasarían a estar prófugos. Mamáev se presentó el miércoles 10 de octubre a las 18 horas, mientras que Kokorin lo hizo con unos minutos de retraso. Tanto Zenit como FC Krasnodar repudiaron los hechos a través de sus redes sociales y el padre de Pavel Mamáev utilizó su cuenta de Facebook para decir que su hijo no suele ser así y pedir perdón por lo acontecido.
Zenit retiró la camiseta de Kokorin de su tienda oficial y el gobierno de San Petersburgo eliminó el mural del delantero que había en el aeropuerto. El Gobierno, la Cancillería, la Duma Estatal, el Ministerio de Deportes, distintos clubes y grandes figuras del deporte ruso condenaron el comportamiento de los futbolistas, y el presidente Vladimir Putin condecoró a Denys Pak con la orden del mérito.
El viernes 12 de octubre fueron trasladados a la cárcel de Butirka en el centro de Moscú, acusados de agresión y gamberrismo. En Butirka, un penal de la Rusia pre-revolucionaria, fueron examinados por médicos y psicólogos y permanecieron en prisión preventiva hasta el 8 de mayo de este año. Ese día salió la sentencia definitiva para ambos: 18 meses de prisión para Kokorin y 17 para Mamáev por lesiones corporales leves, y fueron trasladados a una cárcel en Bélgorod.
En febrero, Mamáev armó un equipo de fútbol entre los presos de Butirka y organizó un partido ante los guardiacárceles. Kokorin no jugó por una cláusula de su contrato con Zenit, además de una incompleta recuperación de una grave lesión de rodilla. Para hacer las cosas más justas, Mamáev jugó un tiempo para cada equipo. Anotó siete goles y el equipo de los reclusos ganó 8-7. Su abogado calificó este enfrentamiento como un “hecho sin precedentes” en la historia penal de Rusia, ya que fue cubierto por diversos medios periodísticos del país. “Le dedico este partido a mi esposa. Después de cuatro meses de encierro, estoy contento de que se haya jugado”, manifestó Mamáev.
El 6 de septiembre, un tribunal dictó la libertad condicional para ambos futbolistas por buena conducta. Esta sentencia entró en vigor el martes 17 -cuando Mamáev cumplió 31 años- y ambos jugadores dejaron Bélgorod.
Kokorin firmó una prórroga de su contrato con Zenit hasta junio de 2020 el mismo día que salió en libertad. Actualmente está realizando una especie de pretemporada y se espera que a fines de octubre pueda ponerse a las órdenes de Sergei Semak. Por lo contrario, en Krasnodar no quieren saber más nada con Mamáev y le rescindieron el contrato. Igualmente, no tardó mucho tiempo en conseguir club. El sábado, en el entretiempo del partido que FC Rostov le ganó 3-0 a Dynamo Moscú, fue presentado en los Selmashi de Rostov del Don. Ovacionado por los hinchas de su flamante club, usará la casaca número 10 y jugará allí hasta junio de 2021.
Antecedente en el seleccionado
Para Rusia, la Eurocopa 2016 fue un calvario. Entre el episodio de violencia vivido entre sus hinchas con los ingleses en Marsella y el pésimo nivel mostrado por una selección que llegaba en baja, los rusos preferirían no haberla jugado. Después del partido que determinó la eliminación -derrota 3-0 con Gales en Toulouse-, los amigos se fueron a un club nocturno en Montecarlo. En una fiesta privada, entre ambos gastaron 250 mil euros en la compra de quinientas botellas de champagne.
El máximo accionista de Zenit ordenó relegar a Kokorin a la Reserva por tiempo indefinido, mientras que desde la Federación suspendieron a los dos para que no pudieran vestir la camiseta de la Sbornaya por el resto del año. En base a esta sanción, Mamáev decidió retirarse del equipo nacional para siempre.
Kokorin era la imagen principal del seleccionado en la previa del Mundial de Rusia y su cara estaba en los lugares más importantes del país. El 15 marzo de 2018, en un partido que enfrentó a Zenit y a RB Leipzig por la Europa League, Kokorin se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Esto fue un duro golpe para el delantero, quien no pudo formar parte de un equipo que alcanzó los cuartos de final de su Mundial. El Zenit-Krasnodar que antecedió a los hechos de violencia por los que lo apresaron había sido su quinto partido post-lesión. Aquel día fue el Hangover de la dupla de amigos.
- AUTOR
- Guido Antonelli
Comentarios