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El juego de Benzema siempre estuvo cerca
Karim Benzema vivió años bajo las sombras. Su talento se vio obstaculizado durante las últimas temporadas, aún cuando fue capaz de solucionar problemas en diferentes facetas del juego, con un gesto técnico o sus lecturas. El ojo crítico del Real Madrid siempre le reclamó goles y la opinión pública poco valoró su aporte colectivo cuando la ineficacia dijo presente. Porque su ingenio y los desplazamientos con o sin balón no se limitan de ninguna manera a su efectividad, sino que van más allá, están en el despliegue ofensivo del equipo.
Los primeros compases de Julen Lopetegui al frente del elenco español muestran a un equipo más asociativo, menos directo, que utiliza la pelota para ir progresando de a poco y desde primera línea, sacando la pelota desde atrás. Es la respuesta del ex entrenador del seleccionado español para que el equipo se resienta lo menos posible tras la salida de Cristiano Ronaldo, quien fue ni más ni menos que el Di Stéfano del modernismo en el Santiago Bernabéu. Sin haber incorporado una figura de élite, el Madrid centra su ideal de juego en un equipo más cohesionado, que es capaz de juntar pases y tener superioridad numérica en diferentes sectores del campo. Tal vez no llegue al gol con la facilidad de antes, aunque la propuesta pasa a ser más colectiva. Y en ese contexto, el atacante francés tiene su rol fundamental.
Benzema pareció decirlo siempre. Si le ofrecen fútbol, responderá con más fútbol, incluso con un ataque mejorado. Centro delantero titular en el equipo madridista, es uno de los mejores atacantes del planeta en los registros de no ofrecer referencias a la defensa, salir de su zona para asociarse con los volantes y hacerlo a un toque. Su comprensión de lo que pide la jugada es absoluta. A pesar de que Gareth Bale sea actualmente el futbolista capital, el jugador franquicia, Karim se erige en una figura fundamental para la nueva filosofía.
Su amplio repertorio técnico es harto conocido, aunque ha dicho presente nuevamente en el arranque de temporada. Crea muchas ventajas para los compañeros por la calidad de sus toques, la orientación de sus controles y los giros hacia cualquier costado para dejar atrás la marca. La actuación ante el Leganés de Mauricio Pellegrino volvió a dejar en evidencia sus capacidades, con el gol marcado tras asociarse con Marcelo y Luka Modric, ingresar al área y rematar al segundo palo. Incluso, otra de sus conquistas en ese partido repitió un movimiento que ya había exhibido en la final de la Supercopa ante el Atlético Madrid: el desmarque a la espalda del zaguero para recibir el centro y definir de cabeza.
Dentro de un juego más estacionado, en el que es clave para aparecer como opción de pase entre líneas, el ‘9’ que no jugó el último Mundial de Rusia vuelve a emerger con el talento excelso que siempre mostró. Actualmente, con otra idea que parte desde el banco, encuentra otro ámbito desde el cual volver a sobresalir. Esta vez, a sus apariciones y la magia de su pie derecho, le agrega gol. Benzema siempre estuvo cerca.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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