Copas selecciones
El lado espantoso del juego más hermoso
Todos saben que a falta de casi un año para el Mundial de fútbol masculino organizado por la FIFA, la sede será Qatar, pero muy pocos conocen lo que en realidad sucede en el país asiático. ¿Cuántos extranjeros fueron a trabajar en las construcciones y fallecieron? ¿Cuántos fueron los muertos al día de hoy por las malas condiciones laborales y explotación? ¿Qué es Lusail? En Cultura Redonda responderemos todo esto y mucho más acerca de un evento que promete ser el más espectacular de las últimas décadas, como así también de los más oscuros.
Desde que Qatar fue anunciado como sede mundialista, allá por el 2010, miles de trabajadores dejaron India, Pakistán, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Kenia y Filipinas con la expectativa de escapar de la pobreza y mejorar sus condiciones de vida en Qatar, donde se emprendió una serie de obras de infraestructura pocas veces vista o mejor dicho, nunca.
Pero como todo en la vida tiene dos caras, esta vez no fue la excepción. Los trabajadores fueron engañados en su mayoría y trabajan día a día en condiciones insalubres e inhumanas. Una investigación realizada por el famoso diario británico The Guardian reveló que un promedio de 12 trabajadores migrantes murieron cada semana desde el inicio de los preparativos. Esto quiere decir que al menos 6.500 obreros dejaron su vida en la construcción de estadios, aeropuertos, hoteles y autopistas. Cabe aclarar que se escribió al menos, porque en realidad las muertes se dice que son mayores pero que no están contabilizadas, como las de Kenia y Filipinas, ya que no hay registros oficiales de los trabajadores de estos países. Como tampoco existen datos sobre los fallecimientos ocurridos durante los últimos meses del 2020.
Las embajadas en Doha y los gobiernos de los países emisores de mano de obra se muestran reacios a compartir los datos, posiblemente por razones políticas. Cuando se han proporcionado estadísticas, existieron inconsistencias entre las cifras de las diferentes agencias gubernamentales y no hay un formato único para registrar las causas de muerte. Para que quede más clara la desprolijidad de esto, una embajada del sur de Asia dijo que no podían compartir datos sobre las causas de muerte porque solo estaban registrados a mano en un cuaderno.
A pesar de esto, en Qatar siguen las construcciones e incluso continúa la más grande de todas, la de Lusail. Para los que no saben qué es, y tienen todo el derecho a no conocerla ya que aún no existe del todo, es una ciudad-isla en Qatar a 15 km de Doha, la capital del país. Sus 35 km2 están casi terminados y la idea es que albergue a 200.000 personas donde hace unos pocos años había solamente arena.
Qatar tiene una de las economías más poderosas del mundo y organizar el Mundial le brindará la oportunidad de mostrarse tanto económica como tecnológicamente. La ciudad de Lusail contará con dos puertos, edificios y centros comerciales, lugares de entretenimiento, hospitales y muchas playas. Es muy raro y difícil entender que las personas que trabajan en la construcción de la Copa del Mundo mueren día a día y todo sigue igual, ni hablar de la cantidad de dinero que se invierte en este lugar y las miserias que les pagan a los trabajadores.
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Como les contamos recién, hablamos de que esta Copa del Mundo le da lugar al país asiático de demostrar su poderío tecnológico. Bueno, tienen varias cosas para asombrar al mundo: una de las más conocidas es el aire acondicionado en los estadios por ejemplo, pero como si eso fuera poco, van a crear ¡¡¡nubes artificiales!!! No escribí mal y leyeron correctamente, nubes artificiales para tapar el sol, además, planean construir edificios en el agua para los turistas, pero mejor vamos por partes y se los explicamos mejor.
El Mundial no se disputará entre junio y julio como se suele hacer, esto es por las altas temperaturas que hay en Qatar en esa época del año. Se jugará entre el 22 de noviembre y el 18 de diciembre. Para combatir el calor en los estadios, contarán con un sistema de aire acondicionado en todas las tribunas que mantendrá a todo el mundo fresco una vez dentro. Además, los cuatro estadios ya inaugurados tienen techos retractiles, asientos desmontables y cuentan aproximadamente con 850.000 m2 de espacio verde para un posterior uso social, ya que no es un país muy futbolero y esas canchas no se usarán más como tales probablemente. Incluso, se calcula que solo el 12% de la población local es nacida en el país y por eso los estadios serán modificados y se construirán otras cosas dentro y fuera de ellos, como campos deportivos y zonas de recreación.
Además del pasto de campo de juego, algo que había traído dudas cuando se decretó la organización del Mundial fueron los centros de entrenamiento. Ya que no tenían ninguno disponible en el país, por lo menos no con los requisitos necesarios, se construyeron 20 campos de entrenamiento y llegarán a 32, uno para cada país.
Otro gasto enorme y muy necesario que ha realizado Qatar es en el pasto, este se cultiva en un vivero con cualidades científicas de ¡¡¡12 especies distintas!!! Son 880 mil metros cuadrado con más de 16 mil árboles. Bastante bueno para el medio ambiente. Ya que estamos con locuras, pasamos a otra: los hoteles flotantes, así como leyeron, nada más ni nada menos que edificios sobre el agua. Estos se alimentarán de energía solar y podrán alojar a 1500 personas aproximadamente.
Como dejamos en claro, Qatar no era un país que estuviera preparado para la organización de uno de los eventos más vistos y concurridos del mundo. Es por esto que no solo tuvieron que construir una ciudad nueva y ocho estadios, sino que también se duplicaron los medios de transporte públicos y se calcula que en menos de una hora se podrá estar de un estadio a otro, por lo que se podrá asistir a más de un partido por día, ya que seis de las ocho canchas estarán en la Ciudad de Doha.
A pesar de este trabajo inhumano, las desigualdades, los gastos multimillonarios de los qataríes y la poca importancia que ellos le dan a las muertes de los trabajadores, muchas selecciones de fútbol se manifestaron en contra de este Mundial en las últimas fechas de Eliminatorias. Alemania fue el primero, cada jugador salió con una remera y una letra en ella, entre todos formaban “Derechos Humanos”; después vino Noruega, en sus remeras se observaba la siguiente frase: “Derechos humanos dentro y fuera del campo”, y gracias a grandes figuras como Odegaard y Haaland se logró que más países se unan al reclamo. Además, el presidente de la federación de Noruega presionó a la FIFA: “Esto es para imponer requisitos más estrictos sobre Qatar”. Dinamarca fue uno de ellos también, los jugadores salieron a la cancha con una bandera que decía “Juego limpio para los trabajadores inmigrantes”, y Países Bajos salió al campo con un claro mensaje: “El fútbol apoya el cambio”. Junto a ésta última movilización de los neerlandeses, se estima que para la próxima fecha de Eliminatorias más países se unan al reclamo por la búsqueda de un fútbol con menos intereses políticos y económicos y una mayor tendencia hacia el público en general, para así volver a ser ese deporte accesible a todo el mundo, que lo hizo, décadas atrás, el más popular y apasionante de todos. Esperemos que se pueda dar vuelta este partido.
- AUTOR
- Sebastián Baccarelli
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