Copas europeas
El legado de Vicente
Su paso por la Roja no fue efímero pero dio frutos al poco tiempo de su asunción en el 2008. Haber estado tantos años al mando, le han permitido conformar y asentar un proyecto, una forma de juego, un equipo con variantes, y una gestión que en balance ha sido positiva con los logros de la primera copa del mundo para España en Sudáfrica 2010 y la Eurocopa 2012. De esta manera, él mismo elevó las expectativas y demandas para el fútbol español a la hora de disputar las distintas competiciones. Por esa razón es que en el primer traspié luego de tanto éxito, comenzaron las críticas.
Aspectos positivos
Llegó para suceder a Luis Aragonés, quien había conseguido ganar la Eurocopa 2008 tras 44 años (la primera databa de 1964), algo que posicionó a España por primera vez como líder en el ránking de clasificación mundial de la FIFA. Don Luis se marchó ese mismo año por voluntad propia dejando una buena base de trabajo para abrir el camino de Vicente, quien llevaba un tiempo sin dirigir (luego de su paso fugaz por el Beşiktaş de Turquía) pero que igualmente contaba con muchísima experiencia por su años en el Real Madrid con palmarés que lo respaldaban.
Con tal contexto -España ya era una potencia con hambre de gloria y tenía la mejor generación de jugadores estrella- le bastaron dos años para complementar el trabajo de su antecesor y llevar al equipo a ganar un mundial utilizando un 4-4-2, 4-5-1 o 4-2-3-1 (usado en la final). La forma de juego que planteaba era de buen pie y precisiones técnicas, con posesión y movimiento constante y rápido que lograra pases cortos y recuperación rápida de la pelota, identificándose con la famosa denominación -periodística- “tiki-taka” (con origen en el “fútbol total”).
Esta idea permite paliar deficiencias físicas, llenando los espacios de forma más efectiva y presionando mejor al rival sin desgastar a los jugadores. Evidentemente Del Bosque contaba con una plantilla talentosa capaz de llevar a cabo ese planteo, aunque también pudo exaltar la calidad individual de cada jugador desde lo colectivo, tanto que se animó a un sistema 4-6-0 sin delantero puro en la Eurocopa 2012 para llegar al gol en función de la tenencia de pelota. Ganar dicha competición confirmó el auge y que no se trataba de un mundial ganado a puro sacrificio o por destino de los resultados del fútbol, sino que en muy poco tiempo se había logrado mantener el éxito.
También es cierto que Del Bosque tuvo la suerte de poder dirigir paralelamente a la mayoría de los jugadores que formaron parte de la época dorada del Barcelona de Pep Guardiola, lo positivo se notó en las convocatorias. Mientras que Aragonés tenía un equipo proveniente de una variedad de clubes de la liga, con Vicente el once ideal tenía el predominio blaugrana. Siete de los 23 jugadores convocados al Mundial 2010 eran del Barcelona: Carles Puyol, Andrés Iniesta, Xavi Hernández, ya eran parte de la Roja y habían participado de la Eurocopa 2008, otros llegaron para ser el recambio y fueron Gerard Piqué, Víctor Valdés, Sergio Busquets y Pedro Rodríguez.
De esta forma, Vicente supo tomar ventaja del desarrollo de Pep en el FCB con un estilo de juego similar al de Rinus Michels -y de Johan Cruyff posteriormente- para guiarse en su trabajo: es sabido que uno de los problemas claves en cualquier selección (sobretodo en selecciones conformadas con futbolistas que juegan en distintas partes del mundo -como la de Argentina-) es la falta de tiempo para preparar los sistemas tácticos, practicar jugadas, hacer entender a sus jugadores, o incluso, conformar un grupo. En el caso de España, el camino estuvo bastante allanado porque todo ello se venía dando con la mayoría de los titulares en sus respectivos clubes. Para entender esta perspectiva, podemos ver que lo mismo sucedió con Alemania campeón del Mundial 2014 cuando a Joachim Löw le fueron de utilidad los avances y las modificaciones que hizo Guardiola en el Bayern Munich desde el 2013, por ejemplo, con la utilización del arquero-líbero Manuel Neuer.
Aspectos negativos
Principalmente Del Bosque mantuvo durante su gestión el sistema que más le gusta y que es el 4-2-3-1, quizás descuidando que los rivales han encontrado el modo de quebrar su modo de juego y que debería posiblemente flexibilizar más su idea y lo que venía planteando para así elegir un 4-3-3 o un 4-4-2, entre otras alternativas.
Para el Mundial de Brasil 2014, España era uno de los favoritos para seguir haciendo historia pero no hubo recambio importante de los jugadores y lo más probable es que que estos ya no tenían -inconscientemente- igual motivación para ganar a comparación de otros años. Además de que la mayoría ha conquistado importantes campeonatos junto a sus clubes y/o a nivel personal, es muy reciente la consecución de dos Eurocopas y de la Copa del Mundo con la selección nacional. Aunque no signifique un justificativo para no representar bien a la camiseta de su país, los jugadores que conforman el esqueleto funcional del equipo no tienen materias pendientes, al menos en lo colectivo, pues distinciones individuales corren por otro camino.
Sin haber podido pasar la fase de grupos por malas y sorprendentes actuaciones, comenzó el descontento de los españoles. Muchos creyeron desde aquél momento que Del Bosque debía renunciar a la Roja porque si bien la posibilidad de no ser campeones siempre es factible, ser el último campeón e irse tan temprano dejando esa imagen no resultaba aceptable. Para otros aficionados, la decisión de que cediera el puesto podía ser apresurada, y lógicamente después de tantas alegrías lo creían merecedor de otra oportunidad para seguir al frente.
Así las cosas, Vicente renovó contrato hasta el 2016. Con la Eurocopa de este año, tenía la posibilidad de reivindicarse y demostrar que el pasado traspié era accidental y excepcional. Entre los convocados siguió habiendo predominancia de jugadores del Barça pero ésta vez, metió mano más significativamente. En esta oportunidad se incorporaron: Alvaro Morata, Nolito y Aritz Aduriz (en el ataque); Thiago Alcantara, Bruno Soriano y Lucas Vázquez (en el medio); Marc Bartra, Mikel San José, César Azpilicueta, Juanfran y Héctor Bellerín (en la defensa).
Por otro lado, en el arco decidió optar por David De Gea como titular por encima del referente y capitán Iker Casillas -también convocado junto a Sergio Rico–, lo que generó tensión interna y polémica fuera de la cancha. Cabe recordar que Vicente también tuvo desencuentros con otros jugadores importantes a lo largo de su trayectoria en la selección que fueron debilitando las relaciones en el vestuario, tal como sucedió con David Villa (luego de sacarlo inexplicablemente en el partido contra Australia del último Mundial), Álvaro Arbeloa (directamente no fue convocado a Brasil), con Fernando Torres y Césc Fábregas (por falta de sintonía), y con Pedrito (por no ser incluido en la lista de la última Euro). En definitiva, el comienzo en la Eurocopa 2016 pareció bueno pese a haber perdido el último partido de la Primera Ronda, pero ya en octavos de final, la derrota ante Italia con la consecuente eliminación de la competencia, selló el fin de la era de Del Bosque. El ciclo ya estaba cumplido y la gente, aun estando eternamente agradecida, vio con buenos ojos su partida.
De esta manera, el actual panorama de fútbol español se encuentra vulnerable y a la espera de retomar el camino de buenas campañas rumbo al Mundial de Rusia 2018. Para ello, hay expectativa de cómo se seguirá bajo estas condiciones con un nuevo reemplazante y al no ser un problema menor, el presidente de la Federación, Ángel María Villar, ha decidido no elegir el entrenador a la ligera sino destinar a un grupo selecto de directivos para que lo analicen sabiamente entre los principales candidatos, que son: Joaquín Caparrós, Julen Lopetegui, José Antonio Camacho, Michel y Paco Jémez.
Por María Florencia Caminos Garay
- AUTOR
- Cultura Redonda
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