Francia sigue sin mostrar su potencial y continúa sufriendo. No resuelve los partidos y tampoco los controla, cosa que se vuelve un problema porque ha aún no le tocó un rival que pueda herirlo, aunque en las próximas fases esto puede cambiar dramáticamente y una vez que esté quebrado darle la puntada final es sencillo. Ante Perú tuvo la suerte de que sus rivales no estuvieron finos, sin embargo vieron en más de una ocasión cómo Hugo Lloris los salvó. Un gran dilema: la defensa.

N’golo Kanté volvió a ser clave y figura. El jugador del Chelsea es esencial en la recuperación y es lógico porque esa es su función pero, si uno observa a los 11 que colocó Didier Deschamps, que el volante central sea de lo mejor habla mal de un equipo que no consigue hilvanar una forma de juego. ¿Cuál sería esa forma de juego? Seguramente en la mente del DT surge la idea de jugar rápido o de contra y nuestras palabras se basan en cómo posiciona a sus comandados. Kylian Mbappé y Antoine Griezmann saben controlar, gambetear, descargar e ir a buscar pero sólo el jugador del PSG logró inquietar a los peruanos. Además, en la base del juego creativo aparece únicamente Paul Pogba, quien presionó bien en el gol aunque por momentos desaparece en la circulación de la bola.

El único gol de Francia.

Justamente el ex Mónaco fue quien no dio por perdida la pelota en el único gol del partido, aunque contó con la ayuda de un rebote que lo dejó con el arco servido. Poco pudo hacer el buen arquero peruano Pedro Gallese. Las otras oportunidades que tuvieron los galos fueron con remates desde fuera del área, gracias a esos buenos rematadores que tiene. Una de las posibilidades para rearmar el juego o para darle otra forma al conjunto europeo podría ser la salida de Oliver Giroud, quien si es acompañado por los volantes puede hacer las veces de pivote; de no ser así su labor se vuelve casi nula, y la entrada de Ousmane Dembelé o de Nabil Fekir se impone. Esto le daría más explosión y dinámica, pero esto debe ser escoltado por los mediocampistas, sino queda en la nada.

El sueño peruano terminó luego del pitazo final, pero debe irse con la frente en alto porque tuvo una gran actuación en general. Por el lado francés, ya con la mente en los octavos de final y saber aún quien será su rival, deberá mejorar lo hecho en los dos primeros partidos. Le queda el cierre del grupo frente a Dinamarca para confirmar su candidatura, porque por el momento es un conjunto con grandes individualidades pero sin una idea que los identifique y a la vez potencie esos nombres. Falta pulir la máquina.