Historias
El mejor enemigo
Se disputaba la última jornada de la temporada 1973/74 y el Manchester United llegaba en pésimas condiciones. Se encontraba peleando el descenso y necesitaba al menos un punto para poder salvarse. Pero su visita no se lo pondría nada fácil, ya que se trataba del Manchester City, su rival de siempre, donde militaba una gran figura de la historia de los “diablos rojos”: Denis Law. Este joven sin aspecto de futbolista, había debutado como profesional en Huddersfield Town en 1956. Allí, bajo las órdenes del enorme Bill Shankly (todo un emblema en Liverpool) comenzó a forjar su carrera.
Si bien en un comienzo nadie apostaba por él, fue el propio Shankly el que se acercó al presidente del club y le afirmó: “Algún día venderá a este chico por mucho dinero”. Dicho y hecho, al año siguiente el City lo fichó por 55 mil libras, una cifra récord hasta ese momento. Allí, tuvo un paso muy corto, y el Torino de Italia apostó por su juego y puso en la mesa 110 mil libras para llevárselo.
Llegó como una gran estrella a Turín pero no pudo adaptarse. El fútbol italiano no fue del agrado de Law, quien no disfrutaba el juego que se practicaba allí. De ese modo, no dudó cuando el Manchester United llamó a su puerta. “El Rey”, como era apodado Law, llegó al United en 1962 por 115 mil libras, siendo otra vez el fichaje más caro de la historia del fútbol británico hasta ese momento y convirtiéndose rápidamente en un ídolo para la institución.
En el día de su debut, frente al West Bromwich Albion, solo tardó siete minutos en marcar su primer gol. Dos años después, debido a su gran nivel, obtuvo el Balón de Oro, y en la temporada 67-68 junto a grandes estrellas como Bobby Charlton y George Best logró ganar la Copa de Europa, al vencer en la final al Benfica por 4 a 1, siendo éste el primer equipo inglés en obtenerla. Aunque Law se perdió aquel partido por una lesión.
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En 1973, tras 11 años de éxitos, y con más de 300 goles en su brillante trayectoria, Denis Law quedó libre debido a continuas lesiones y pasó al Manchester City, club en el que había jugado al comienzo de su carrera, para finalizar la misma. Por esas casualidades del destino, el último partido de la liga inglesa lo debía disputar en Old Trafford y con la tristeza de tener enfrente al equipo de sus amores al borde del abismo.
El encuentro fue de un trámite muy parejo, todo llevaba al 0-0 y a la salvación del United, hasta que en los minutos finales un pase al centro del área lo encontró solo a Law de espaldas al arco. El estadio enmudeció y el rubio crack, casi sin querer, quizás por inercia del talento descomunal que tenía, soltó un precioso taco para anotar el gol del hundimiento rojo.
Era el gol que cualquier jugador hubiera soñado hacer, pero para él se trataba de una terrible pesadilla. Todos se acercaban para abrazarlo, pero el autor del gol no quería saber nada. Bajó la mirada como sintiendo vergüenza por lo hecho. Sus ojos se llenaron de lágrimas y pidió el cambio. Fue su manera de pedir disculpas. Se fue sólo caminando hasta la mitad de la cancha, en una de las imágenes más recordadas de la historia del fútbol inglés.
A pesar de este gol, el más doloroso en la historia del United, Law forma parte de Old Trafford junto a Bobby Charlton y George Best en una gigantesca estatua. Sir Alex Ferguson, compatriota y admirador de Law, lo definió como a su gran ídolo. Su gente lo perdonó. Solo a un verdadero ídolo se le puede perdonar algo así.
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