Copas selecciones
El Mundial británico
En el Mundial de Suecia, disputado en 1958, ocurrió un hecho único. En las 14 ediciones siguientes nunca más se repitió, más allá de los muchos cambios que se realizaron y produjeron, tanto de trofeo, como de sede o de ganador. No tiene que ver con la aparición de Pelé, con tan solo 17 años, y el posterior título de Brasil. Tampoco con el debut mundialista de la Unión Soviética, sino con que las cuatro selecciones del Reino Unido clasificaron y disputaron juntas por primera vez en la historia un Mundial. Hablamos de Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia. No obstante, cada una de ellas llegó a Suecia en un contexto diferente.
Los ingleses clasificaron tras salir primeros en su grupo de eliminatoria, por delante de Irlanda del Sur y Dinamarca. Los escoceses también ganaron su zona, la cual compartieron con España y Suiza, mientras los irlandeses se metieron al Mundial al posicionarse arriba de Italia y Portugal.
Inglaterra se presentó a la cita máxima luego de un hecho trágico que sucedió unos meses antes y que sacudió al fútbol. Ocurrió el 6 de febrero de 1958, cuando un avión que transportaba al plantel del Manchester United se estrelló en el aeropuerto de Münich-Reim. Ocho futbolistas de los Red Devils fallecieron, y algunos de ellos solían ser habituales en la Selección. Finalmente, el único jugador del equipo inglés que disputó la Copa del Mundo fue el histórico Bobby Charlton.
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Escocia tenía el segundo mejor plantel de los cuatro, y contó con jugadores como Eric Caldow o Bobby Evans, históricos del Rangers y Celtic respectivamente. En cambio, el nivel de Gales e Irlanda del norte estaba por debajo de las dos selecciones nombradas anteriormente, aunque la clasificación de los galeses para el Mundial fue realmente curiosa. Turquía, el rival de Israel en el repechaje, se negó a jugar allí por cuestiones políticas. Pero la FIFA no quería que los asiáticos fueran a Suecia sin ganar su eliminatoria, por lo que miraron al continente europeo y decidieron darle la chance a Gales como “lucky loser”.
El equipo de Jimmy Murphy se había quedado sin posibilidades de ir a la Copa del Mundo porque terminó detrás de Checoslovaquia en la clasificación. Le dieron otra oportunidad y la aprovechó, ganándole a Israel tanto en Tel Aviv como en Cardiff. En cuanto a los resultados en el Mundial, se suponía que tanto Inglaterra como Escocia serían los que mejor rendimiento conseguirían, pero este no fue el caso sino todo lo contrario.
Los ingleses quedaron detrás de la Brasil de Pelé y la Unión Soviética, mientras Escocia terminó última en una zona con Francia, Yugoslavia y Paraguay. Las sorpresas la dieron Gales e Irlanda del Norte. A los galeses les tocó un grupo con la local Suecia, Hungría –en ese momento una de las mejores selecciones del mundo– y México. Irlanda del Norte, que llegó hasta los cuartos de final, terminó por arriba de Checoslovaquia y Argentina y solo por debajo de Alemania.
Entonces, con Inglaterra y Escocia eliminadas, la fase siguiente la disputaron los dragones rojos y los irlandeses. No obstante, ambos fueron derrotados por Brasil (0-1) y por Francia (0-4) respectivamente. De esta forma, se terminó el Mundial para las cuatro selecciones del Reino Unido, en el que ninguna llegó muy lejos pero, al menos Gales e Irlanda del Norte, consiguieron meterse en cuartos de final, su mejor resultado en la historia de la Copa del Mundo.
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