Las comparaciones son odiosas, escuchamos decir en reiteradas ocasiones, pero necesarias. Argumenta el comparador. Porque en el mundo de la redonda siempre se busca el comparativo entre un jugador y otro. Ya sea por rendimiento, condiciones o similitudes físicas, la comparación existirá siempre en el fútbol, como en la vida. Este es el caso de Eric dos Santos Rodríguez (10/08/2000) al que es inevitable no relacionar con el jugador del Jiangsu Suning de China y que militara en su momento con el Chelsea en el mejor momento de su trayectoria, el comparativo no pasa por las capacidades futbolísticas, sino por el apartado físico: dos gotas de agua. Y así lo llamaron: Ramires.

Salvando las distancias éste Ramires tiene una baraja más amplia de virtudes en el terreno de juego (no nos vamos a detener a comparar con el Ramires «original») se trata de un centrocampista ofensivo de largo recorrido, capaz de caer a las bandas para generar juego ofensivo, aunque siempre tiende a buscar centralizar la jugada, rara vez se le ve buscar línea de fondo para buscar asistir desde ahí, por el contrario, cotidianamente busca asociarse por dentro para encontrar el pase «rompelíneas».

Eric Ramires en un partido del Brasileirao.

Con apenas 18 añitos ya se convirtió en un fijo en el esquema del Sporte Clube Bahía, da lo mismo si se juega por el Brasileirao, la Copa Sudamericana, el Campeonato Baiano o la Copa do Nordeste: Ramires siempre está, desde que irrumpiera en el primer equipo allá por septiembre del año pasado. Dejó de participar con el primer equipo únicamente porque el mediocampista fue convocado por Carlos Amadeu para disputar el Sudamericano Sub 20. De donde volvió eliminado y con cuatro partidos a cuestas (apenas los primeros que disputa con cualquier Selección menor).

Pese a ser un virtuoso con el balón, el juvenil brasileño no rehuye al cuerpo a cuerpo cuando de recuperar el esférico se trata, pese a su biotipo (es un jugador pequeño 1.72 metros) es fuerte, lo que le permite salir bien librado de los choques constantes a los que le lleva su estilo de juego, suele emplear la gambeta para salir por cualquiera de los dos lados pues, pese a ser diestro, cuando gambetea para salir por izquierda, pareciera que ese fuese su perfil bueno.

El parecido es innegable.

Pese a su juventud porta la 10 del equipo y ya sabe lo que es marcar tanto en el Brasileirao como en la Copa Sudemericana, ahora espera ayudar al Bahía a conseguir su cuarto título de la Copa do Nordeste y meterse a las semifinales del Campeonato Baiano (por ahora marchan terceros por detrás del Vitória y el Bahía de Feria) Quizás podríamos estar gozando del último semestre del juvenil en Brasil, pues el Arsenal y el Atlético de Madrid ya lo tienen en sus respectivas agendas.

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