Copas europeas
El proyecto del fútbol femenino de Lyon
Con la victoria por 3-1 ante Wolfsburgo en San Sebastián, Olympique Lyonnais conquistó su quinta UEFA Women’s Champions League consecutiva y séptima en total. Así se construyó este gigante del fútbol femenino que hoy es el club más exitoso del mundo.
FC Lyon es un club amateur de fútbol y de rugby de Francia que a principios de la década del ’90 obtuvo cuatro veces la Copa de la Liga y llegó a ser el equipo femenino más importante de su país. Corría 2004 y Jean-Michel Aulas, presidente de Olympique Lyonnais desde 1987, quería que su club tuviera algo que lo hiciera diferente a los demás. Al enterarse que FC Lyon participaba de la semiprofesional Division 1 Féminine, Aulas lo adquirió y llevó a las jugadoras a Olympique Lyonnais.
En su primer año se probaron varias futbolistas europeas que se vieron atraídas por este proyecto deportivo y llegaron a la final de la Copa Francia. Con un plantel ya afianzado, en la segunda temporada volvieron a ser finalistas de la copa doméstica. El primer título fue la Division 1 2006/2007, pero lo que nadie imaginó en aquel momento fue que las Lyonnaises ganarían 14 ligas consecutivas entre la mencionada y la 2019/2020. Además, tienen el récord de títulos en la UWCL (7) y en la Copa Francia (9).
2009 fue el año que marcó un antes y un después en el equipo. El fútbol femenino francés se profesionalizó por completo y la ciudad de Lyon firmó un acuerdo con el club que consistía en un subsidio de 196.000 euros anuales hasta 2012 -luego se extendió- para promover el desarrollo de las divisiones inferiores tanto de mujeres como de hombres. Esta política de igualdad de género permitió que las jugadoras juveniles se anotaran en la Academia de Fútbol sabiendo que contarían con las mismas facilidades e infraestructura que los varones. A su vez, logró que sponsors de la talla de GDF Suez -principal empresa francesa de energías renovables- invirtieran en el club.
En 2011, después de haber perdido la final la campaña previa, Lyon ganó la UEFA Women’s Champions League por primera vez. Si bien el plantel estaba conformado mayormente por francesas, la figura de la competición fue la delantera sueca Lotta Schelin, quien en los ocho años en los que jugó en OL convirtió 225 goles en igual cantidad de partidos. La temporada siguiente repitió el título en la máxima competencia europea, cumpliendo el objetivo principal de Aulas de meter al equipo de fútbol femenino en el primer plano internacional. “Las chicas me han sorprendido”, dijo el presidente en los festejos de la Champions League 2011/2012.
En el último lustro, Lyon incorporó jugadoras extranjeras con contratos elevados si se los compara con los de otros clubes del Viejo Continente. Las estadounidenses Megan Rapinoe y Alex Morgan y la sueca Caroline Seger jugaron apenas una temporada, mientras que la mediocampista alemana Dzsenifer Marozsán, la japonesa Saki Kumagai, la noruega Ada Hegerberg -ganadora del primer Balón de Oro femenino en 2018 y que lleva 220 goles anotados en 182 partidos- y la holandesa Shanice van de Sanden aún forman parte del plantel. A ellas se les sumó en 2017 la inglesa Lucy Bronze, ganadora del Balón de Plata del Mundial de Francia 2019 y elegida la mejor lateral derecha del mundo en los últimos tres cursos. Entre las francesas, se destacan cinco referentes tanto de OL como del seleccionado: la arquera Sarah Bouhaddi (desde 2009), la capitana Wendie Renard -llegada en 2006 y considerada la mejor defensora central de la actualidad-, la mediocampista central Amandine Henry, quien llegó en 2007 aunque jugó entre 2016 y 2017 en Portland Thorns de Estados Unidos y en París Saint-Germain, la mediocampista por izquierda Amel Majri y la extremo Eugénie Le Sommer, ambas en el club desde hace una década.
El salario de la mayoría de las futbolistas varía entre los 8.000 y 15.000 euros mensuales. El semestre en el que estuvo, Morgan tuvo un contrato de 25.000 € que fue destronado por los 30.000 que percibió Amandine Henry cuando regresó de PSG en enero de 2018. Después de la obtención de la Champions en 2018, Ada Hegerberg renovó hasta 2021 por 40.000 € mensuales, batiendo un récord en la historia del fútbol femenino del club. De todos modos, están muy lejos de percibir un sueldo como los de los clubes estadounidenses.
Renard, Bouhaddi, Majri y Le Sommer son las máximas ganadoras de la UEFA Women’s Champions League con siete -todas las del club-, mientras que Henry las sigue con seis. En 2018, Bronze, Hegerberg y Henry -en ese orden- estuvieron en el podio en la entrega de premios a la Mejor Jugadora Europea del año que la UEFA otorgó después de la UWCL.
París Saint-Germain es el principal rival a nivel doméstico. El equipo capitalino aprovecha los ingresos provenientes de Qatar para pagar mayores contratos que OL, pero aún no pudo cortar con la hegemonía Lyonnaise ni en Francia ni en el resto de Europa (Lyon le ganó por penales la final de la Liga de Campeonas en 2017 y la eliminó en semifinales en 2020).
En el plano internacional, disputa contra Wolfsburgo el clásico europeo. Las alemanas vencieron a las francesas 1-0 en la final de la Champions 2012/2013, pero Lyon se vengó en el partido decisivo tanto en 2016 (por penales) como en 2018 (4-1 en el alargue) y en 2020 (3-1), además de eliminarlas en cuartos de final el año pasado.
En la campaña que finalizó con el título de la UWCL, las Lyonnaises tuvieron que sobreponerse a las lesiones de su goleadora Ada Hegerberg (se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en un entrenamiento en enero), Amandine Henry y de la defensora Griedge Mbock Bathy. Luego de consagrarse campeonas invictas en la Division 1 -suspendida por la pandemia de Coronavirus cuando restaban seis fechas-, las entrenadas por Jean-Luc Vasseur se propusieron ganar las dos Copas que disputaron en agosto.
Primero, la de Francia. En la final jugada en Auxerre, Lyon le ganó por penales a PSG tras empatar 0-0. En la última semana del mes, la Fase Final de la Champions en el País Vasco. Por cuartos de final, venció a Bayern Múnich por 2-1 con tantos de Majri y de Nikita Parris, jugadora inglesa que llegó después de hacer un buen papel en el Mundial de Francia y que -a pesar de ser extremo por derecha- tuvo la difícil tarea de reemplazar a Hegerberg en el centro del ataque. Renard fue la autora del 1-0 en semifinales contra las parisinas, en un partido en el que Parris fue expulsada. Con dos triunfos en Bilbao, viajaron a San Sebastián para enfrentar nuevamente a Wolfsburgo en una final continental. Este fue el mejor partido desde el regreso del fútbol de las francesas, que tuvieron a la wing derecha Delphine Cascarino -otra jugadora surgida de las inferiores- como la figura excluyente. Sin Hegerberg ni Parris, Le Sommer jugó de 9 y abrió el marcador a los 25 minutos del primer tiempo. Antes de finalizar el mismo, Kumagai amplió con un zurdazo de media distancia. En el complemento, Lyon se replegó y Alexandra Popp descontó para las alemanas. Sin embargo, cuando faltaban dos minutos un remate defectuoso de Le Sommer le rebotó a su compañera Sara Gunnarsdóttir, quien puso el 3-1 definitivo. La mediocampista islandesa llegó en junio, justamente desde Wolfsburgo, con las que jugó cuatro partidos de esta edición. Es decir que sería la primera futbolista islandesa campeona de Europa cualquiera fuera el resultado, aunque la Champions no pudo culminar mejor para ella. Su equipo actual ganó y anotó el último gol.
Además de la capacidad de gestión del ambicioso presidente, a quien Hegerberg le agradeció la visión que tiene del fútbol practicado por mujeres después de ser galardonada como la mejor jugadora de 2018, las futbolistas mejoran su rendimiento año a año. En un club que pregona la igualdad de género, las jugadoras llegaron a disputar partidos en el Parc Olympique Lyonnais (Groupama Stadium por cuestiones de sponsoreo) ante 20.000 espectadores. En tiempos donde el fútbol femenino está tomando mayor visibilización, el de Olympique Lyonnais es un modelo a seguir.
- AUTOR
- Guido Antonelli
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