América
El regreso de Bruce Arena
Bruce Arena volvió a tomar las riendas del seleccionado estadounidense, luego de la sorprendente salida del alemán Jurgen Klinsmann. Este será su segundo ciclo como entrenador de los norteamericanos, tras haberse hecho cargo entre los años 1998 y 2006 y dirigido los Mundiales de Corea del Sur y Japón 2002 y Alemania 2006. Se abordarán las épocas de gloria como DT en la Major League Soccer, el estilo preferido para hacer jugar a sus equipos y lo que deberá encarar en el futuro cercano, nada menos que el técnico más ganador en la historia de Estados Unidos.
Las derrotas ante México por 2-1 y Costa Rica por 4-0 en las primeras dos fechas del hexagonal final de CONCACAF, que otorga cuatro plazas para el Mundial de Rusia, produjeron que Klinsmann fuera cesado. Estados Unidos venía de realizar una Copa América Centenario más que aceptable, perdiendo en semifinales nada menos que contra Argentina, por ello, la decisión de la Federación Estadounidense de Fútbol de echar al alemán fue sorprendente. Si bien se sucedieron malos resultados por Eliminatorias, los norteamericanos parecían haber comprendido finalmente las ideas del ahora ex entrenador. La caída ante los ticos engrosó aún más la situación, teniendo en cuenta que en aquel partido, Estados Unidos expuso un rendimiento dantesco.
A partir de ese día, una parva de posibles reemplazos invadió espacios de diarios, radios y televisión, entre ellos, Marcelo Bielsa (que rápidamente fue descartado), Manuel Pellegrini y Bruce Arena. Fue tal la expectativa que se generó por saber quién ocuparía el puesto, que la decisión de depositar nuevamente la confianza en una persona con experiencia en el fútbol de este país como lo es Arena, trajo un sinfín de reacciones adversas. Ese fue el primer escollo para el nuevo entrenador, hacer oídos sordos a las críticas de la prensa y la gente hacia la federación, sin haber dirigido un minuto en esta nueva etapa.
Inicios
La aparición como DT se dio gracias a su labor en la NCAA (National Collegiate Athletic Association), el famoso deporte universitario. Arena dirigió al equipo de fútbol de la Universidad de Virginia entre 1978 y 1995, logrando cinco títulos nacionales como entrenador. Luego se convirtió en mánager de fútbol de aquel colegio, y también revistió una imagen muy positiva al captar jóvenes talentos para que jugaran en la Major League Soccer, como Claudio Reyna, Jeff Agoos, Tony Meola, y hasta ocupen un reconocido lugar en el seleccionado local posteriormente.
No obstante, su llegada a la selección en el primer ciclo se debió a lo realizado en DC United, primer equipo que dirigió oficialmente en la MLS. En 1996 y 1997, se llevó la Copa MLS, y luego al año siguiente perdió la final a manos del Chicago Fire. Además, en 1998 fue campeón de la ConcaChampions, tras vencer al Toluca mexicano en la final, y más tarde vencería al Vasco da Gama, campeón de la Libertadores de ese año, en la final de la Copa Interamericana. Estos resultados exitosos le dieron la chance de ocupar el cargo más deseado. Con una mente ganadora y una convicción envidiable, no podría haber hecho menos a lo largo de los siguientes ocho años, en el banco de EE.UU.
Copa de Oro, un torneo que a Arena le es efectivo
Copa de Oro 2002
Todavía quedaba la espina por la paupérrima actuación del 2000, en la que EE.UU no quedó siquiera entre los cuatro mejores. Sin embargo, la estirpe ganadora de Arena pudo más y el 2002 comenzó de manera estupenda al consagrarse en este torneo. El grupo B lo compartía con Corea del Sur y Cuba, a priori rivales de menor peso. Ante los coreanos, comenzaron perdiendo por la mínima y logaron remontar el partido en la segunda parte. Contra los cubanos, el resultado final fue 1-0, y le permitió acceder a cuartos de final cómodamente. Allí, goleó sin atenuantes a El Salvador, para luego enfrentar a Canadá. Aquel encuentro terminó sin goles, y en los tiros desde el punto del penal los norteamericanos salieron victoriosos con un 4-3. La final de aquella Copa de Oro fue ante Costa Rica, con resultado de 2-0 y goles de Josh Wolff y Jeff Agoos. Aquí ya empezaba a resonar el nombre de Landon Donovan, que con solo 19 años ya daba indicios de lo descollante que sería en el futuro no muy lejano. En el plano futbolístico, las intenciones de Bruce ya empezaban a tomar color.
Copa de Oro 2005
Arena le tomó gusto a salir campeón. Estados Unidos, hasta su asunción, había ganado la edición de 1991, y ahora, con el neoyorquino en el banco, ganaría dos ediciones en tres años. La de 2005 fue incomparable a la anterior: mejor juego, rivales de mayor jerarquía y un México afilado eliminado en cuartos de final ante la Colombia de Faryd Mondragón y Wason Rentería, entre otros. En la primera fase, E.E.U.U clasificó sin mayores inconvenientes, sacando siete puntos al igual que Costa Rica pero quedando primera por diferencia de gol. El debut fue una goleada implacable ante Cuba por 4-0, luego vencería a Canadá también sin inconvenientes por 2-0, y empataría sin goles el último partido del grupo ante los ticos. Ya en cuartos, enfrentó a Jamaica, de los peores clasificados, obteniendo un triunfo por 3-1, para luego vencer a la sorprendente Honduras, que anteriormente había eliminado a Costa Rica, por 2-1. El partido decisivo sería ante Panamá, que en un partidazo en semis había derrotado a Colombia 3-2. De todas maneras, el camino a los estadounidenses se les abrió de manera tal que evitaron enfrentar al México de Cuauhtémoc Blanco, Pavel Pardo y compañía y a Colombia con varias promesas en sus filas. Dicho esto, el encuentro cumbre ante Panamá terminó igualado 0-0 y, en los penales, Estados Unidos ganaría la serie.
Bruce en los Mundiales
Corea Japón 2002
La primera gran cita de Bruce Arena al mando de esta selección fue en Corea Japón 2002, y coincidió con la mejor participación de este país en la historia de los mundiales. Confeccionó una lista donde casi la mitad de los jugadores fueron del fútbol local, algo que siempre estuvo acostumbrado a hacer y que hoy en día es motivo de polémica. La diferencia radica en que en aquel momento, no era común ver norteamericanos en el fútbol europeo. Por ejemplo, Cobi Jones, jugador con más presentaciones internacionales hasta hoy, solía jugar en Los Angeles Galaxy, y tanto el defensor Agoos como la gran figura Donovan se desempeñaban en San José Earthquakes.
Los dirigidos por Arena participaron en el grupo D, junto con Portugal, Polonia y Corea del Sur. En el debut, Estados Unidos sacó un triunfo increíble por 3-2 ante los lusos en Suwon. Un aluvión los puso con tres goles de ventaja, pero luego los portugueses reaccionaron y descontaron en dos oportunidades, aunque no fue suficiente. En el segundo encuentro, en Daegu, los norteamericanos se enfrentarían nada menos que a los locales. En un partido donde Corea siempre fue superior –la gran figura fue el arquero Brad Friedel, quien contuvo un penal- el primer gol del partido lo convirtió Clint Mathis a los 24 minutos de la primera mitad. Cuando faltaba poco para el cierre, y la defensa característica de los equipos de Arena parecía no poder quebrarse, apareció Ahn Jung-Hwan, despertando a las más de 60 mil almas en el estadio, para establecer el empate a uno final. Ya en el partido definitivo del grupo, Polonia, que ya estaba eliminada, batió por 3-1 a E.E.U.U en Daejeon. Así, clasificarían segundos detrás de Corea, con cuatro puntos.
En octavos, se enfrentarían al clásico rival, México. El gol tempranero de Brian Mc Bride les dio tranquilidad, aunque las acciones más claras del primer tiempo fueron para los mexicanos. Parado de contragolpe, retrato característico de los equipos de Bruce Arena, Estados Unidos aguantó la arremetida de los charros, y el gol de Donovan a los 20′ del segundo tiempo liquidó el cotejo. Estaban haciendo historia, pues pasaban a cuartos de un Mundial por primera vez y jugarían nada menos que ante la Alemania de Rudi Voeller, en Ulsan. El planteo de Arena fue perfecto desde lo táctico, pero también es cierto que jugó muy lejos del arco rival y casi no lastimó a Oliver Kahn. Sólo un error le impidió llevar el match a alargue, ya que Michael Ballack convirtió el único gol a los 39 minutos del primer tiempo. A pesar de la desazón de los miles de hinchas norteamericanos en el estadio y de los millones en sus casas, Estados Unidos había hecho un Mundial increíble, muy por encima de las expectativas.
Alemania 2006
Quizá el temor de la fanaticada yankee de contar nuevamente con este entrenador reluce cuando en la memoria colectiva aparece el Mundial del 2006, certamen en el cual Estados Unidos no pasó de la primera fase. Sin embargo, analizando bien los partidos de aquella copa, no se puede decir con seguridad que fue un mal torneo. En el primer encuentro, comenzó perdiendo a los cinco minutos después del gol de la bestia Jan Koller, destruyendo todo tipo de estrategia por parte de Arena; luego el inoxidable Tomas Rosicky, en dos ocasiones, ampliaría la ventaja a 3-0. En el segundo juego, consiguió un empate a uno ante Italia, selección que después se consagraría campeona. Lo realmente novedoso es que a Estados Unidos le expulsaron dos jugadores y a Italia uno, terminando 9 vs 10. En el tercer y último partido del grupo E, Ghana culminaría con todas las esperanzas de clasificar, al ganar por 2-1, con un gol de penal sobre el final del primer tiempo para los ghaneses que liquidó definitivamente la historia. En conclusión, si bien en cuanto a puntos no dejó una buena imagen, el rendimiento del equipo fue positivo. Fueron los detalles de típicos partidos trabados y muy parejos los que dejaron a Arena y compañía con las manos vacías.
Volver a empezar…
Desde aquel año, Bruce nunca más volvió a dirigir a su país, hasta ahora. ¿Qué sucedió para que la federación deposite la confianza en él?
El palmarés no miente, Bruce Arena era un técnico ganador, y todavía quedaba mucho potencial por demostrar. Luego de abandonar el cargo de seleccionador a fines de 2006, Arena retomó la actividad en MLS, dirigiendo en esta oportunidad a New York Red Bull. Este se podría decir que fue el único lugar donde el neoyorquino de 65 años pasó sin pena ni gloria. Ahora bien, en 2008, tomaría las riendas de Los Angeles Galaxy, equipo que dirigió durante ocho años consecutivos y con el cual logró la Copa MLS en tres oportunidades (2011, 2012 y 2014), además de haber dirigido nada menos que a David Beckham entre 2008 y 2009 y al mejor futbolista estadounidense de la historia, Landon Donovan.
Hambre de gloria, ganas de ganar siempre, en cualquier estadio y ante cualquier contexto. Así se puede describir a este señor. Muchas veces se lo llegó a comparar con Carlos Bianchi, por su convicción con el estilo de juego, el proceso de llevar a cabo el mismo, y mayormente por la óptima ejecución. Tenacidad en defensa como primera medida, para luego recuperar y jugar de contragolpe, y así ir marcando el camino hasta el gol. No parece fácil, de hecho no lo es, pero aparentemente Bruce Arena puede volver a depositar a Estados Unidos en una nueva Copa del Mundo. Por el momento deberá poner manos a la obra para conseguirlo.
- AUTOR
- Juan Podestá
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