La temporada 2011-2012 marcó un antes y un después en la historia del fútbol escocés, británico y europeo. Una crítica situación económica condujo a que a mediados de febrero de 2012, el Glasgow Rangers entrara en una crisis administrativa por iniciativa de Craig Whyte, su por entonces dueño, quien estaba siendo investigado por sus malos manejos. A partir de allí se sucedieron una serie de golpes que terminaron por noquear al conjunto azul y blanco: quita de diez puntos por entrar en administración, prohibición de jugar copas europeas ante el incumplimiento en el pago de deudas y finalmente la liquidación de bienes, luego de que la Hacienda Británica no aceptara el “plan de viabilidad” decretando la quiebra de manera oficial.

El gol de James Tavernier que devolvió al Rangers a la primera división.

Fue un shock absoluto. Se trataba de la caída de un gigante: ganador de 54 títulos locales, 34 Copas de Escocia y 27 Copas de la Liga, que lo acreditaban como el más laureado en todo el país. 139 años de rica historia perdidos a causa de las malas gestiones que venían acumulándose desde hacía varias décadas.

El club fue comprado en 5,5 millones de libras por Charles Green y volvió a nacer como The Rangers Football Club. Tras esto le tocó lidiar con las consecuencias futbolísticas de los desmanejos administrativos: fue aceptado por la Football League de dicho país pero debiendo ingresar en la tercera división (cuarta categoría), la más baja.

El debut, con goleada al East Stirlingshire, fue ante más de 49.000 fanáticos en el Ibrox Stadium, probando que si hay algo que no se puede cambiar, diría una taquillera película argentina, es de pasión. El primer ascenso no tardó en llegar tras una gran campaña y en la temporada 2013-2014 llegó el turno de jugar en la League One (Segunda División hasta el cambio de nombre). Nuevamente el Rangers marcó diferencias notorias con sus rivales y logró un nuevo título y ascenso finalizando el torneo en forma invicta, con 33 victorias y tres empates.

La segunda categoría presentó otra dificultad. El primer año en la división Championship terminó con el equipo en puestos de play-off pero siendo goleado por Motherwell en la serie decisiva. La revancha llegó casi doce meses más tarde.

Ya bajo el mando de Mark Warburton, los de Glasgow se quedaron con el título a cuatro fechas del final gracias a James Tavernier, quien marcó el solitario gol en el triunfo 1-0 sobre Dumbarton, sellando el ascenso del Rangers F.C. a la Premier League escocesa y poniendo un desenlace a la pesadilla.

“El viaje empezó el 13 de julio de 2012 y el 5 de abril de 2016 la historia, finalmente, llegó a su fin” dice la crónica en el sitio web oficial de los “Gers”. Así lo sienten. Es un desahogo. Una forma de estar en paz con la trayectoria de semejante equipo pero, al mismo tiempo, es el momento de dar un nuevo paso hacia adelante. Y sus hinchas sueñan con que sea repitiendo los éxitos de días pasados.