Informes
El reinado de los equipos españoles en Europa
El fútbol europeo en el presente, se explica a partir del dominio de los equipos españoles en las distintas competencias internacionales. Hace casi 10 años, con la aparición del mejor Barcelona de la historia, es que comenzó por darse un predominio muy marcado a favor de los clubes hispanos. Tomando en cuenta lo sucedido hasta la temporada anterior, ¿cuáles son las razones de esta tiranía?
El fútbol es de los futbolistas
La gran mayoría de los mejores jugadores del mundo están repartidos en sólo dos equipos: el Barcelona y el Real Madrid. Poseer tanta calidad les permite, a ambos, y sobre todo en campeonatos largos, la posibilidad de ser regulares por un tiempo considerable en cada temporada, y lo refleja una estadística: en las últimas seis ediciones de la Champions, ambos conjuntos tienen un total de cuatro títulos –dos cada uno–. Y, en las que no consiguieron levantar la Orejona, al menos llegaron a las semifinales –excepto el Barça que fue eliminado, en dos ocasiones, por el Atlético de Madrid, otro español–.
Luis Suárez, Neymar, Gareth Bale, Tony Kroos y Luka Modric son varios ejemplos, entre otros, de futbolistas que decidieron embarcarse en los dos grandes de España en vez de irse a otros destinos. Que les llovieron ofertas de otros conjuntos es de público conocimiento, pero el jugador quiere la gloria y dejar una huella en la historia del fútbol, y qué mejor que estar en los clubes que más títulos ganan.
En ocasiones, cuando el juego y el funcionamiento colectivo no aparecen, la calidad individual que poseen tanto el Barça como el Madrid, soluciona este conflicto. Principalmente con los dos cracks: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Incontables número de veces lo hicieron, y uno de los casos más recientes que se pueden tomar, es el de la última Champions League ganada por el club merengue. No necesitó de un nivel sobresaliente como equipo, para levantar un trofeo más, sino que le alcanzó con la capacidad de sus futbolistas.
Prioridad por el juego
En España como en ninguna otra liga, se le comenzó a dar total prioridad al mediocampo, a la ubicación de los espacios y a la utilización de la pelota, siempre intentando darle un sentido, como el principal método para llegar a la victoria. Entonces, cuando los equipos hispanos debían disputar alguna competencia internacional, demostraban tener una ventaja por sobre la mayoría de sus rivales, porque, en general, estaban más capacitados para competir en Europa, de la forma en la que ellos jugaban en la Liga.
Lo contrario ocurría en Inglaterra, por ejemplo. La Premier League reinó en el comienzo de este nuevo siglo, pero el deporte evolucionó, y los británicos, muy apegados a sus formas, no se adaptaron. Priorizaban un fútbol de transiciones, vertical y le daban poca importancia al mediocampo. Sin embargo, parece que mejor tarde que nunca, se dieron cuenta que debían cambiar y, con la llegada de entrenadores como Pep Guardiola, Jürgen Klopp y Antonio Conte, entre otros, pueden llegar a competir nuevamente en Europa.
Para dar un dato que refleje la superioridad contrastada anteriormente: desde la temporada 2013-2014, comenzando por los dieciseisavos en Europa League y por los octavos de final en la Champions, los equipos españoles se enfrentaron 36 veces contra rivales de otro país, y únicamente quedaron eliminados en tres ocasiones.
Otro factor importante en la competitividad de los españoles es el tema del dinero. Equipos como el Atlético de Madrid, Sevilla, Athletic Bilbao o Villarreal no contaban con el presupuesto que sí tenían, por ejemplo los ingleses, lo que los llevó a cuidar minuciosamente, la forma en que gastaban la plata. De esta forma no podían en general, invertir en una estrella, y entonces los técnicos, muy capaces por cierto, como lo son Diego Simeone, Unai Emery, Marcelo Bielsa y Marcelino García Toral, explotaban al máximo las capacidades de sus dirigidos para formar equipos sin la necesidad de un crack.
Competir contra la excelencia
El Barcelona y Real Madrid tuvieron una época en donde cada partido que jugaban entre ellos, era uno mejor que otro, principalmente cuando Guardiola y José Mourinho dirigían a estas dos instituciones. No es que se cruzaban cada tanto, pero hubo un momento que disputaron cuatro clásicos en dos semanas. Tener que enfrentarse tan seguido, y sumado a la regularidad inigualable que demostraban en la Liga –si no llegaban a los 100 puntos en la tabla no era seguro conseguir el título–, fue un combo perfecto para la “casi” excelencia misma.
Lo mismo les ocurrió a los equipos menores. El Atlético hoy es uno de los mejores del mundo, pero cuando Simeone tomó las riendas del colchonero, no estaba ni cerca de esa denominación. Gracias a las capacidades del técnico argentino, y además de tener que competir contra el club catalán y su máximo rival madrileño, se convirtió en lo que es hoy. La obligación de pelear la Liga, y luego la Champions con ambos, hizo que los futbolistas mejoren para, intentar emparejar cada enfrentamiento y posteriormente, incluso ganarles y eliminarlos de alguna competición.
Quizás Sevilla –ahora con Sampaoli está por saberse–, Athletic o Villarreal, no llegan a entrar en la consideración del Atlético, pero sí demostraron, sobre todo en la Europa League, su nivel de competitividad ante otros rivales europeos. Desde 2009 hasta 2016, hubo cinco campeones españoles (tres veces Sevilla y dos Atlético) e inclusive, en la temporada 2011-2012 en la final se enfrentaron dos equipos del mismo país –el conjunto de Simeone y el Athletic, dirigido en ese entonces por Bielsa–.
En conclusión: en las últimas tres décadas el dominio por el mundo estuvo dividido. El Calcio en los 90’, la Premier League a comienzo de siglos y ahora la Liga. Al menos por lo que se aparenta, el reinado de los equipos hispanos no va a cambiar, aunque varios de los entrenadores de la élite partieron a Inglaterra. Pero los mejores futbolistas aún se encuentran en España. Y ellos son los que mandan.
Relacionado
- AUTOR
- Cultura Redonda
Comentarios