La historia de Argentinos Juniors está marcada por grandes jugadores, muchos de los cuales han salido de sus inferiores y han poblado las canchas del fútbol mundial. Diego Armando Maradona, Claudio Borghi, Fernando Redondo o, más acá en el tiempo, Lucas Biglia, entre muchos otros. Sus nombres quedaron grabados a fuego en la memoria de los amantes del fútbol y más de uno considera que varios de ellos fueron los mejores exponentes que hubo en sus puestos. Hoy la realidad de la institución de La Paternal lo ubica en la B Nacional pero, gracias a esas buenas divisiones inferiores, el equipo se mantiene en los primeros puestos.

El padre de esta criatura, además de los formadores históricos del club, es Gabriel Heinze, quien tomó las riendas del conjunto luego de que descendiera en la temporada pasada, algo que repercutió en los hinchas y que hizo que se alejaran referentes como Federico Insúa o Cristian Ledesma. A pesar de estas bajas, el Gringo, en su segundo período como entrenador oficial de un plantel (tuvo un breve paso por Godoy Cruz pero no pudo dar instrucciones dentro del campo de juego por no tener terminado el curso de entrenador), armó un plantel donde abundan los jugadores nacidos en la cantera.

La edad, esa que muchas veces juega en contra dentro del terreno de juego, ha influido poco en los resultados y en la mayoría de los encuentros el Bicho encontró un buen funcionamiento, aunque su punto más reprochable es la falta de efectividad a la hora de definir. Hoy tiene 16 goles en 13 partidos, sin embargo estos números no coinciden con la cantidad de situaciones de gol que crea por partido, un punto que muchos intentan no nombrar o citar. Otro de sus problemas son las desconcentraciones defensivas que terminan por generar peligro en su propio arco, como le pasó frente a Independiente Rivadavia de Mendoza.

Heinze, el cerebro de Argentinos.

Más allá de esto tiene en Joaquín Laso y Nicolás Freire a dos grandes zagueros, quienes se reparten el trabajo de manera sencilla: el primero es la salida más clara y el segundo es quien resguarda sus espaldas, mientras que a la hora de defender ambos suelen ser la rueda de auxilio de los laterales (Kevin Mac Allister, Gonzalo Piovi, Guillermo Benítez o Jonathan Sandoval son los más utilizados hasta el momento), que por pedido del entrador tienen vital importancia en el ataque. Tanto es así que, en más de una ocasión, el «3» y el «4» se han desprendido de la defensa cuando el equipo pasa al ataque y han jugado como interiores, dejando en el fondo a los dos centrales y a una de las figuras: Esteban Rolón.

Rolón tiene 21 años pero en el terreno esto está lejos de notarse porque es el eje y el titiritero del juego. Él decide cómo salir y hacía dónde pero lo hace con una tranquilidad y confianza que vale ser destacado. Este mediocentro o «5», por tradición argentina, maneja muy bien los tiempos y es muy difícil verlo entregar mal un balón a un compañero. Pases largos y cortos son parte de su repertorio, pero es notable cómo ocupa espacios y cómo puede adaptarse a los pedidos del entrenador, tal es el caso que narramos en el párrafo anterior.

Metros adelante lo acompaña otra de las grandes promesas de Argentinos: Facundo Barboza, juvenil que deleita a los hinchas por sus  buenas gambetas. Suele aparecer en los espacios vacíos y muchas veces recibe en soledad porque se mantiene en constante movimiento. Estos dos jugadores son a los que el DT suele exigirles más durante los encuentros, quizás por estos motivos que marcamos más arriba, aunque el énfasis del ex defensor de Newell’s dura los 90 minutos porque, al mejor estilo Marcelo Bielsa, gesticula y marca detalles a sus dirigidos constantemente, aunque lo más rescatable es que sus palabras siempre son de aliento.

El festejo de todo el equipo en la victoria ante Independiente Rivadavia.

Otro de los destacados en el mediocampo es Iván Colman, quien completa un trío que fue halagado hasta por el DT. “Están enfrente de tres futbolistas con un presente y un futuro extraordinario”, sentenció Heinze luego del triunfo ante los mendocinos. Uno de los señalados como el «futuro»es Alexis Mac Allister, hermano de Kevin y ambos hijos del recordado Carlos Mac Allister, ex player de Boca. El enganche de 17 años ya tuvo varias oportunidades en el primer equipo pero habrá que esperar para ver su mejor versión. “Lo vi explosivo en los entrenamientos. Sabía que le iba a costar un poquito el roce. Solamente le di la indicación de retroceso, con quién tenía que emparejar, pero nada más. Le dije que haga lo que quiera, que se caiga, que le peguen, que no se preocupe si la perdía. Me hubiera gustado que debute formando parte de una victoria. Este chico recién empieza, y hay que trabajarlo, acompañarlo y darle herramientas”, enfatizó, en declaraciones a Argentinos Pasión, tras el debut del joven en el partido contra Central Córdoba.

Mientras tanto, en la delantera aparecen Braian Romero y Fabricio Lenci, aunque para la posición de centro atacante el técnico mueve piezas habitualmente, una situación que podría darse por la falta de eficacia. «Yo tomo la eficacia desde dos puntos: el movimiento previo, dónde está el futbolista, lo que es el antes, cómo llega el jugador a la posición de hacer gol, y la ejecución. Me falta revisar el tema de la ejecución, pero estaban en el lugar que se entrenó, así que seguramente lo que falta es la ejecución. ¿Cómo se hace para mejorar? Repeticiones. No veo otra cosa para que esa eficacia sea al 100%. La repetición es lo que hace al gesto”, fue el análisis del DT ante esta realidad. Habrá que esperar para confirmar si este Argentinos está para volver a los primeros planos, pero por el momento despliega un fútbol que en un torneo tan duro como la B Nacional es para destacar.