América
El salto esperado de Cardona
La fase de grupos de la Copa América ha dejado nombres propios, y entre ellos se encuentra el de Edwin Cardona. El futbolista colombiano es ya un jugador fijo dentro de las convocatorias del entrenador José Pekerman, por un talento que aún no ha tocado su techo y que es muy productivo colectivamente. Clave para liberar a James Rodríguez, se ha hecho un hueco progresivamente tras el Mundial de 2014. En medio de la renovación a la que acude el cuerpo técnico, el futbolista de Monterrey da el paso al frente que se le reclama desde hace varios años, cuando asomó como una de las principales promesas de su país.
Para el presente certamen, el entrenador argentino decidió dar continuidad a lo que experimentó y funcionó durante las primeras jornadas de Eliminatorias. Juntar a Cardona y James hace que Colombia tenga mayor poder de dominio, y la capacidad de Edwin permite que el crack del Real Madrid se abstraiga de diferentes labores y conduzca a su equipo. En un flexible 4-3-3, ambos inician por banda izquierda y son capaces de desequilibrar por su entendimiento. Ya sea moviéndose por zonas interiores o exteriores, Cardona es el apoyo perfecto para Rodríguez. El mejor ejemplo es lo acontecido ante Paraguay, cuando junto a las proyecciones del lateral Farid Díaz hicieron mucho daño por esa banda en ataque posicional.
Posteriormente a la Colombia de los delanteros, cuando para la Copa del Mundo podían citarse nombres como Radamel Falcao, Jackson Martínez, Teófilo Gutiérrez, Luis Muriel o Carlos Bacca, hoy es solo el delantero del Milan quien conserva su lugar. Con Juan Cuadrado por derecha y la movilidad de James por el flanco opuesto, Bacca es el encargado de finalizar en la presente selección de los centrocampistas. Forma parte del transformismo liderado por el entrenador, menester tras aquellos partidos de finales de 2014 y principios de 2015, en donde la gestión colectiva parecía acabada y se manifestaba la necesidad de un golpe de timón.
Nombres como Sebastián Pérez, Andrés Roa, Guillermo Célis o Daniel Torres han ingresado a la convocatoria, con la consideración que ha tomado Pekerman de la liga colombiana. Pero es Cardona el hombre clave para acompañar al ‘10’, porque ha encontrado su sitio y un compañero de jerarquía con quien crecer. No ser quien tome exclusivamente las riendas de su equipo logra desatarlo. En lo que se ha disputado de Copa América, ha destacado por su notable técnica, comprensión del juego para asociarse y un golpeo excelso de pelota. También, por sus incansables ayudas defensivas, sobre todo al lateral de su costado, algo que ya había mostrado en fase de clasificación a Rusia 2018.
Tras su fulgurosa aparición hace más de un lustro, el talentoso mediapunta había salido de la escena principal al no tener continuidad en Atlético Nacional y salir hacia Independiente Santa Fe o Junior. Problemas de inconducta, tanto dentro del campo (es recordada su expulsión ante Newell’s en Rosario por Copa Libertadores) como fuera, o sobrepeso, se agolparon en la carrera del futbolista.
Finalmente, regresó al conjunto paisa y, con Juan Carlos Osorio como DT, logró revivir futbolísticamente. Acompañado por Sherman Cárdenas en la organización del juego, creció y desplegó su calidad en Sudamérica. Por la forma de llevar a cabo su estilo ofensivo de juego, los de Osorio hicieron méritos para llevarse alguna competición continental entre 2013 y 2014, pero se les negó. En la final de la Sudamericana de hace dos años, ante River, Cardona colocó una asistencia brillante para Orlando Berrío, quien abrió el marcador. Luego, Nacional no pudo conservar su ventaja en la serie.
Actualmente, parece volver a ser aquel que, con 16 años, ganó el Torneo Esperanzas de Toulon, escoltando también a James. O aquel que descolló en el Sudamericano Sub 17 de 2009, más allá del cuarto puesto de su selección. De un talento innegable y un gran presente en el fútbol mexicano, donde perdió la última final, Cardona se erige como un nombre importante para Colombia.
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- AUTOR
- Nicolás Galliari
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