No hay hincha en el mundo del fútbol que alguna vez no haya pensado en ser jugador profesional. Está más que claro que llegan unos pocos, más a la élite de este deporte como puede ser la Premier League. Pero uno demostró que a cualquiera se le puede escapar la tortuga. En la Premier de los años ’90, hubo varios jugadores que posiblemente no alcanzaban las cualidades para estar en este fútbol de primer nivel, pero ninguno como él. Su nombre: Ali Dia.

Categoria ’65 (20 de Agosto), nació en Dakar, Senegal. Ali Dia empezó su carrera como jugador en el ascenso francés, al igual que una gran cantidad de africanos que se iniciaron en tierras galas. Este delantero pasó por las filas del Beauvis, Dijon (quizás el más conocido de los equipos franceses en que estuvo), La Rochelle y Saint-Quentin.

Rápidamente abandonó Francia y partió hacia un fútbol exótico: Finlandia. En el país nórdico jugó en el FinnPa (ya ha dejado de existir) y el PK-35 Vantaa. Menos de 10 partidos en la tierra de Jari Litmanen le bastaron para demostrar… que no alcanzaba el nivel. Al año siguiente, ya en 1995, apareció por Alemania. Una prueba en el VfB Lübeck, también de ascenso. Sólo un juego dejó en evidencia que no era un gran delantero. Ese año se marcó su meta, la de llegar a Inglaterra.

Y lo logró. Fines del ’95 y principios de 1996, Dia tuvo pruebas en el Port Vale, Gillingham y Bournemouth, todos equipos que actuaban en el ascenso inglés, pero no logró quedar en ninguno. Estos conjuntos eran profesionales. El único que le abrió sus puertas al aventurero senegalés fue el Blyth Spartans, un equipo no profesional de Inglaterra ubicado en Blyth.

Ali Dia consiguió jugar 20′ en Premier League

Sólo un partido disputó, partiendo como suplente, en el equipo amateur inglés. En ese momento, se le prendió la lamparita al senegalés, que ya se encontraba estudiando una carrera universitaria viendo que no tenía mucho éxito su carrera. Con un compañero de facultad, consiguieron el número de Graeme Sounnes. Sounnes en ese momento era técnico del Southampton, que se encontraba en la Premier League.

El compañero universitario de Dia llamó a Sounnes y se hizo pasar por uno de los mayores talentos que dio África, George Weah. El anónimo personaje, caracterizado ese momento en el exfutbolista del Milan, le dijo a Sounnes que quería recomendarle a su «sobrino» Ali Dia. Un delantero senegalés de 30 años, que venía de jugar en el PSG y en la Selección senegalesa.

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Tuvo suerte de agarrar a Sounnes en un momento de debilidad, ya que el DT no se percató de que Weah era de Liberia y Dia de Senegal, más allá de posibles parentescos diversos. Aun así, le ofreció un contrato de prueba por un mes. Ali Dia consiguió el sueño de todos, llegar a la élite del fútbol. Y quizás hasta con un poco de suerte, hubiese quedado. Aunque no fue así. El primer entrenamiento de Dia, según relatan compañeros de él, fue horrible. Pensaron que nunca iba a jugar. Que quedaría en una prueba y nada más. Pero no.

El senegalés, un personaje singular

El Southampton recibía al Leeds United y tenía varios lesionados. Sorpresivamente, esa jornada Dia fue al banco de suplentes. Ya estaba a nada de alcanzar la gloria, que llegaría unos minutos más tarde en ese partido. A los 32 minutos de juego, Sounnes llamó a Dia y, con la 33 en la espalda, el delantero senegalés entró a la cancha. Tan malo fue lo que hizo en el campo que al minuto 53 fue reemplazado; sí, poco menos de 20 minutos bastaron para que Sounnes se diera cuenta de su error. Matt Le Tissier fue muy duro con el senegalés, hasta lo tildó como «Bambi corriendo en hielo».

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Alcanzó su sueño, pero fue eso. Un sueño. Luego, seguiría un año más su carrera en el Gateshead con dos goles en ocho partidos. Consiguió varios «premios» de la prensa inglesa como encabezar el Top Ten de los diez jugadores más malos que pisaron la Premier League, un ranking hecho por The Sun. Ali Dia cumplió su sueño como cualquiera hubiese querido lograrlo. Tal es el recuerdo que se tiene que hasta existe una cuenta de Twitter en busca de su persona: @InSearchOfAli.

Ahí terminó el camino de Ali Dia. Con solo 20 minutos en lo más alto, unos años como jugador de ascenso y pocas cualidades. Pero llegó.