Bundesliga
El tercero en discordia
Es difícil cuando aparece un tercero en discordia. El amor se suele romper, alguno duda de su lealtad. Se generan rispideces que antes no existían. La vida se complica y ese actor secundario toma relevancia o una magnitud un poco más grande. No estamos hablando de una pareja, así que vayan olvidándose de esa historia que recuerdan de mala gana porque de la nada cayó un# que nadie esperaba y se llevó lo que «era de ustedes». Esperemos que no sean así de posesivos de yapa, pero acá vamos a hablar del tercer equipo en importancia en Hamburgo. Sí, sí, para los que creyeron que solo existen el Hamburger SV. y el St Pauli -igual hay un solo dueño de la ciudad, ojalá nadie se ofenda por la opinión-, hay otro equipo que no atrae multitudes pero que se robó algunos corazones: Altona 93.
Hemos hablado mil veces sobre los Marrones, pero como el público se renueva, les vamos a dejar algunos links (busquen abajo) y nuestra entrevista con Piratas del Sur, el club de fans de Argentina, por si les pinta la curiosidad. Sin embargo, tampoco los vamos a dejar con las ganas de saber qué hay detrás de este club de culto, aunque también intentaremos ser escuetos para no excedernos. En resumidas palabras, St Pauli se convirtió en el antifútbol moderno y no hablamos de sistemas de juego, sino del modo capitalista y salvaje con que se maneja el negocio de la pelota. Este conjunto alemán no tiene éxitos deportivos y sus héroes lejos están de ser CR7 o Messi, sino que todo lo contrario. Aman a aquellos jugadores con conciencia social y mentalidad abierta. Odian el racismo, el sexismo, la homofobia y están a favor de las causas para ayudar a los que menos tienen. Un club de izquierda y «una forma de vida». Existen miles de detalles que podríamos agregar pero sino los tenían y les gustó esta preciosa locura los invitamos a que pasen por nuestras recomendaciones o notas relacionadas.
Del otro lado de la ciudad se encuentran los Dinosaurios, un equipo más aparentado con las políticas de derecha, que tuvo grandes logros nacionales y continentales y que hasta cambió el nombre de su estadio al de la empresa Royal Imtech NV. Nada raro para el fútbol de hoy, pero que también refleja en qué se convirtió todo. De un lado de la vereda y del otro, claramente, pero en la misma ciudad. Imaginen los derbys e imaginen la rivalidad en Hamburgo. Los barrios donde habitan los hinchas de estos dos clubes son totalmente opuestos y uno puede distinguir fácilmente cuando se adentra en uno o en otro. Si tienen ganas, pueden elegir un bando porque ahora les vamos a contar sobre ese tercero en discordia.
En Rosario, existen Rosario Central, Newell’s y… Central Córdoba señores, ese donde supo deslumbrar el Trinche Carlovich, pero ahora imagen una locura, algo que no se les cruza ni por casualidad por la cabeza: un hincha de la Lepra o de los Canallas no se identifica con lo que representa su institución, o quizás la palabra que podamos subrayar es que se siente «traicionado» y de un día para el otro toma la decisión de tirar todas sus camisetas y sus bufandas -hace bastante frío en invierno allá-, y se hace fana de los Charrúas. ¡No hay manera de que eso suceda! Pero esto es distinto y sí la hay. Sucedió más de una vez en Hamburgo, porque varios hinchas del HSV empezaron a seguir al St Pauli y, como en una especie de círculo vicioso, algunos seguidores Piratas comenzaron a hinchar por el Altona.
Lejísimos de los flashes de los dos equipos más importantes de la región, el Altona se encumbró con la bandera de club de barrio, de esos donde todavía se arman rifas para juntar plata. Los latinos seguramente estén más aparentados con estas situaciones o ideas, que tienen como principio recaudar dinero hacer alguna obra o simplemente comprar un artefacto que sea necesario. Siempre estará el que crea que esto es raro en Europa o en el «Primer Mundo», pero sucede porque no todo es color de rosa. ¿Por qué un hincha del St Pauli haría ese cambio? La razón es lógica y no tanto: «su club anterior se volvió una moda». No son pocos los seguidores de los marrones que dejaron de hinchar por el equipo cuando comenzó a hacerse conocido. Es más, para más de uno, ese crecimiento se volvió contra las creencias que los habían atraído en un principio. Un poco fundamentalistas, puede ser, pero la masa esta formada sobre todo por la vieja guardia de punkis, que son un poco el corazón o la piedra fundacional de lo que es hoy el Sankt Pauli. Y dentro de ese circuito podemos meter a Doc Mabuse, el creador de la histórica calavera del St Pauli, a quien suele verse en la cancha del Altona.
En la búsqueda de alternativas y de ninguna manera con la idea de cambiar al bando del HSV, el Altona apareció como una chance de seguir viendo fútbol y a la vez de formar parte de un círculo social donde se sentían cómodos, ya que las ideologías eran similares y encima les quedaba a la vuelta de la esquina. Además, que no sea popular los ayudó a alejar los fantasmas del pasado. El AFC afianzó sus creencias, aún más, con la llegada de los ahora ex hinchas del St Pauli. Si entran en sus redes sociales verán, de movida nomás, que tienen mensajes contra el racismo, la homofobia, la discriminación y que hay muchas fotos de gente asociada a ese estilo de vida y de música. Ojo, al ser menos masivo, no hay tantas expresiones y en las búsquedas de Google no figura como prioridad, pero la postura y la orientación es clara.
Y si no pudieron con su genio y escribieron Altona en el buscador, lo primero que aparece es la historia del barrio, un lugar que corre por las venas de este equipo. El mapa lo ubica en la parte oeste de la ciudad y hasta 1938 fue independiente, pero bajo el régimen nazi tuvo que fusionarse al pueblo hamburgués debido a la Ley del Gran Hamburgo, que básicamente le daba más territorios a un lugar estratégico en Europa, ya que es el segundo puerto más grande del continente, después del de Róterdam. Es más, si alguna vez andan por allí, pueden llegar a pisar una A/H en el piso, que es lo que antes marcaba las fronteras. Y como nos encanta la historia y ya abrimos el juego, nos vamos a ir un poco más atrás, porque este territorio fue parte de Dinamarca y, tras la Guerra de Ducados, que enfrentó a los daneses con el Imperio Austriaco y Prusia (lo que básicamente hoy es Alemania del norte), las tierras quedaron en manos de los «alemanes». Aunque, como suele pasar en muchos sitios, a los ciudadanos poco les importó lo que dijeran las leyes y más de uno no ocultó que se sentía/siente danés. ¿Qué tiene que ver esto con el fútbol? Todo básicamente, porque varios de los hinchas del Altona se autoproclaman daneses y van a la cancha con banderas de la nación donde supo brillar Michael Laudrup.
Sin embargo y más allá de las banderas danesas, la cuestión de club de barrio se hace sentir y hasta se traslada a los jugadores o bien a los entrenadores, porque, por citar un caso, hasta hace poco el DT era Berkan Algan, ex jugador de todos los equipos que nombramos más arriba y obvio que ex player del Altona. Un tipo nacido y criado en ese suelo, que conoce bien las formas de ser y de moverse de la gente, pero no solo porque pateó la calle sino porque su padre tiene una reconocida peluquería: Salón Algan. Barrio, barrio. Richard Golz, actual Jefe de Deportes, es ex arquero del HSV, y ahora su DT es Andreas Bergmann, ex técnico de los marrones. Pero no todo es color de rosa porque la salida de Algan, hijo obvio, trajo sus coletazos, ya que a Marco Schultz, figura, capitán y goleador, no le gustó su salida y ya tiene la idea de armar las valijas. Pero no nos desviemos y sigamos por las calles de esa linda ciudad de Alemania, que tiene el derby más viejo de la historia de ese país. Y sí, lo disputa el Altona. Su rival de toda la vida es el SC Victoria, que tiene su estadio a unos 20 minutos en auto, aunque es solo por ahora porque el Altona se mudará, dicen que será para 2026, pero no muy lejos de su estadio actual, el Adolf-Jäger-Kampfbahn. Esta movida implicó algo de polémica entre los hinchas, ya que el predio fue vendido a una empresa que construirá apartamentos en el lugar. La decisión ya esta tomada así que intenten hacer una visita antes. Si volvemos al clásico, tenemos que decir que el primer choque fue en la temporada 1898/99 cuando ambas instituciones recién nacían, «Vicky» se fundó en 1895. Miren si estaremos lejos en el tiempo que el Altona es uno de los clubes fundadores de la Asociación Alemana de Fútbol, que arrancó allá por 1900.
«La gente de la Zeckenhügel (una tribuna dónde van todos punkis) por suerte son personas que les gusta mucho tomar birra», Dirk Barthel, presidente del Altona 93.
Por si no se dieron cuenta, jamás les hablamos de resultados deportivos y ni nombramos en que división se encuentra, eso no es lo importante, pero no los vamos a dejar con las ganas de saber un poco más. ¿Ubican las Regionalliga? Es la cuarta división de Alemania, está dividida en regiones, el Altona disputa el torneo del norte. En el 2019 estuvo en la Oberliga, una categoría menos, pero logró su primer campeonato en 69 años y regresó a donde se encuentra hoy. Sus ascensos nunca habían sido como líder de una tabla, porque más de una vez logró subir una categoría dado que el ganador del certamen no aceptó el cupo; increíble pero real y así podemos explicar su historia deportiva. Igualmente, esto quitó que los festejos estén acorde a la situación. Como verán en el video que aparece debajo, hubo de todo y también respetaron las tradiciones, como esa que profesa que el equipo tiene que salir a la cancha con la música de Star Wars. Además, en aquella jornada cambiaron el clásico cántico de «91, 92, 93» por uno que fue del «1 al 93». Romanticismo y amor es lo que sobra, pero ahora que ya leyeron del tercero en discordia: ¿están para hacer las valijas e irse con el… Altona 93?
Notas relacionadas:
Agradecemos a Jairo Sch por esta historia y por las fotos que acompañan el artículo.
- AUTOR
- Facundo Mirata
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