América
Es sólo una cuestión de debut
Joey Tempest, vocalista principal de la banda sueca Europe, alguna vez creó uno de los temas musicales más exitosos del hard rock: “The Final Countdown”. En estos días, a tan poco tiempo del inicio de un nuevo Mundial, estamos sujetos a tachar los días del calendario como aquel convicto que aguarda su salida a la libertad, con una ansiedad pocas veces repetida en el mundo del deporte. El Mundial genera eso, un “countdown” que comienza el día después del último partido y que para los argentinos –específicamente luego de aquel 13 de julio de 2014- se hace eterno. De todos modos, para calmar un poco la excitación, es necesario mirar hacia atrás y buscar historias entretenidas que hayan ocurrido en las distintas Copas del Mundo, que le agregan una pizca de emoción a la fatídica espera. Por eso es que en esta oportunidad, nos vamos a dedicar a una situación que se repitió en varios de estos certámenes y que en Rusia volverá a suceder: la selección argentina jugando su primer partido ante selecciones debutantes. Son siete oportunidades sobre 17 posibles, un número considerable y que no debe ser pasado por alto, porque ninguna otra selección pasó por esta condición.
Una aclaración importante, antes de comenzar a sumergirnos en la historia, es establecer parámetros previos para evitar futuros malentendidos. Cuando hablamos de debut en un Mundial, nos referimos específicamente al primer partido que aquel rival de Argentina jugara en una Copa del Mundo, y no a la primera participación en sí. Por ejemplo, en 1930, todas las selecciones disputaban por primera vez un Mundial, sin embargo, Argentina, en su primer partido, jugó frente a Francia, que ya había enfrentado a México en su debut, por ende este caso no aplica, ya que los franceses ante la albiceleste jugaron su segundo partido.
Italia 1934
La primera vez que esto sucedió fue en el año 1934, en la segunda edición del Mundial, celebrado en Italia. La primera experiencia no fue para nada buena. Con formato de eliminación directa, en octavos de final, Argentina cayó ante Suecia por 3-2, en aquella época en donde el 2-3-5, o esquema WM, imperaba en todo el mundo. El doblete de Sven Jonasson y la restante anotación de Knut Kroon le dieron la posibilidad a los suecos de acceder a cuartos de final, mientras que los goles argentinos fueron convertidos por el defensor Ernesto Bellis, en aquel entonces jugador de Defensores de Belgrano, y el delantero Alberto Galateo, que militaba en Nacional de Rosario. Luego, los suecos perderían ante Alemania por 2-1 en cuartos, cerrando así su primera de tantas participaciones en mundiales.
Chile 1962
Aquí, la suerte iba a cambiar para la albiceleste, que venía de un traspié sin precedentes en el Mundial de Suecia 1958, con un esquema táctico que en Europa ya no se utilizaba pero que en América del Sur aún perduraba. Ya en 1962, Argentina se había adaptado al nuevo paradigma del 4-2-4 y así fue como en el debut venció por 1-0 a Bulgaria, selección que quedaría eliminada en primera ronda de forma consecutiva hasta 1974 y que veinte años más tarde sorprendería a todos al quedar en cuarto lugar en la Copa del Mundo celebrada en Estados Unidos, ganándole a la Alemania defensora del título en cuartos de final con Hristo Stoichkov como goleador. Volviendo a Chile, más precisamente al 30 de mayo en el estadio Teniente de Rancagua, Argentina vencería por la mínima a los búlgaros con un tanto tempranero de Héctor Facundo, uno de los tantos jugadores que vistió las camisetas de San Lorenzo y Huracán. Si bien el debut fue promisorio, aquel Mundial sería otro dolor de cabeza para Argentina, quedando afuera en primera ronda tras perder 3-1 con Inglaterra y empatar sin goles contra Hungría. Los búlgaros, con tan sólo un punto, quedarían eliminados en fase de grupos en aquella primera participación.
Estados Unidos 1994
Los dirigidos por Alfio Coco Basile tenían una nueva oportunidad de arrancar con el pie derecho ante una selección debutante, Grecia. Los helénicos no pudieron oponer mucha resistencia ante un Gabriel Batistuta imparable, que aquel 21 de junio en el Foxborough Stadium de Boston se despachó con un triplete. Infaltable, Diego Maradona también dejó su sello en el 4-0 definitivo. Grecia finalizó esa Copa perdiendo los tres partidos sin anotar un solo gol y, sinceramente, lo que sucedió en la posteridad fue más que decepcionante, ya que no pudo clasificarse a ninguno de los cuatro torneos importantes (Eurocopa 1996, Mundial 1998, Eurocopa 2000 y Mundial 2002). Sin embargo, la llegada del entrenador alemán Otto Rehhagel produjo un cambio sorpresivo que terminó por coronar a los helénicos en la Eurocopa del 2004, ganándole nada menos que al anfitrión Portugal con figuras como Giorgos Karagounis, Kostas Katsouranis y Georgios Seitaridis, entre otros, que luego formaran parte del equipo que enfrentó a Argentina en el Mundial de Sudáfrica 2010. Argentina, por su parte, se atragantó con la noticia del inesperado dóping de Maradona luego del 2-1 ante Nigeria y no supo pasar los octavos de final, al caer ante la Rumania de Gheorghe Hagi por 3-2.
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Francia 1998
En este certamen surgió algo paradójico y que marca, quizá de antemano, la buena suerte que tuvo la albiceleste, que le tocó enfrentar en fase de grupos a tres selecciones debutantes: Japón, Jamaica y Croacia (esta última en el pasado competía como Yugoslavia). De todos modos, sólo nos quedaremos con el encuentro ante Japón ya que, como habíamos anticipado, sólo nos interesan aquellos países que jugaron su primer encuentro en un Mundial contra Argentina. Además, es importante destacar que los nipones fueron los primeros debutantes no europeos ante nuestra selección. Este partido se desarrolló el 14 de junio en el Stade de Toulouse, con victoria para los dirigidos por Daniel Passarella por 1-0, con gol del inoxidable Batistuta a los 28 minutos del primer tiempo. El futuro de Japón en aquella Copa no fue muy alentador, ya que perdió los tres partidos de la primera fase, pero de todos modos le sirvió como puntapié inicial para desarrollarse y lograr así clasificar a todos los mundiales que siguieron, incluido el de Rusia de este año, con una mezcla de resultados favorables y adversos. Argentina, lastimosamente, se quedó sin esperanzas en cuartos de final, ante Holanda, al perder por 2-1 en Marsella.
Alemania 2006
Por primera vez, Argentina debía medirse con un debutante africano. Como es costumbre, los equipos del continente negro suelen presentarles ciertas dificultades al resto de las selecciones por una cuestión física, aunque los marfileños, además de exhibir jugadores rápidos, tenían buen pie y tácticamente estaban a la altura de cualquier selección. Las desventajas eran claras: por un lado, en el mismo grupo estaban Argentina y Holanda y, por otro, ese Mundial significaba nada menos que su debut, con todo lo que eso representa. El encuentro disputado el 10 de junio en Hamburgo fue victoria para los dirigidos por José Pekerman por 2-1, con tantos de Hernán Crespo y Javier Saviola en el primer tiempo y el descuento sobre el final del partido por parte de la figura Didier Drogba, de los mejores delanteros que dejó esta nación y un ejemplo a seguir tanto dentro como fuera de la cancha. Costa de Marfil, luego de empezar con el pie izquierdo, soportó otro traspié ante la siempre complicada «Naranja Mecánica» pero tuvo su recompensa en el último partido ante Serbia y Montenegro al vencerlo por 3-2, habiendo empezado perdiendo 2-0. Si bien logró clasificar a los siguientes mundiales en 2010 y 2014, la suerte les fue esquiva y quedaron eliminados en ambos certámenes en primera ronda. Argentina, con Juan Román Riquelme como figura y un Lionel Messi que ya asomaba con su magia, no pudo ante los locales en cuartos de final, al perder por penales en aquella tarde noche donde Jens Lehmann se convirtió en villano por el famoso “papelito machete”.
Brasil 2014
Tal como había sucedido en 1934, 1962 y 1994, una selección europea sería la encargada de oficializar su estreno en un Mundial ante Argentina. Esta vez, le tocaba a Bosnia y Herzegovina, una de las seis ex unidades constituyentes de Yugoslavia, que llegaba a Brasil con aspiraciones a pasar la fase de grupos en el segundo lugar, ya que tranquilamente podría vencer a Irán y Nigeria, los otros rivales de la zona. La alineación 5-3-2 que propuso Alejandro Sabella para enfrentar a los bosnios generó un mar de dudas que Lionel Messi, con su jugada característica de derecha a izquierda, apilando rivales como si fuesen ladrillos, logró desvanecer para poner el 2-0, cuando parecía que Bosnia se venía en busca de la igualdad, tras el gol tempranero en contra de Sead Kolasinac. Ese segundo gol otorgó cierta tranquilidad, aunque se veía a los europeos con un aire altivo a pesar de tratarse del primer partido en una Copa del Mundo. Con Edin Dzeko como figura principal y el gol atemorizante de Vedad Ibisevic a cinco minutos del final, Bosnia no alcanzó a obtener el primer punto en su debut aunque, sin dudas, había dejado una promisoria imagen respecto de los partidos que restaban. Sin embargo, en un trabado juego ante los nigerianos, fueron vencidos por 1-0 y la clasificación se hizo cuesta arriba. La recompensa, que sirvió de poco y nada en definitiva, llegó en el último encuentro ante Irán, con un contundente 3-1 ante un conjunto que se caracterizaba (hoy en día también) por recibir muy poca cantidad de goles. El final de la albiceleste, todos sabemos, fue un verdadero dolor en el corazón que perdura hasta el día de hoy, pero que quedará grabado por haber transcurrido en medio de una crisis deportiva e institucional aunque con uno de los mejores planteles del mundo.
Rusia 2018
En resumen, hasta aquí fueron seis los casos en los que Argentina se enfrentó ante selecciones incipientes en un Mundial, con resultados más que favorables: en cinco oportunidades fueron triunfos para nuestra selección, de manera consecutiva, con la única excepción del año 1934, en la derrota ante Suecia. En estos seis partidos, Argentina convirtió 12 goles y recibió 5, pero hay que destacar que un tercio de los tantos a favor pertenecen a un solo partido (el 4-0 a Grecia) y que tres de los cinco en contra también son parte de un único encuentro (el 2-3 ante Suecia). En Rusia, nos enfrentaremos a una nueva selección debutante, esta vez Islandia, lo que significaría el séptimo caso y el quinto perteneciente a Europa. Los islandeses, característicos por su cultura vikinga y con menos de 350 mil habitantes, hicieron historia al clasificar al Mundial desplegando un fútbol poco vistoso pero efectivo, con varios de sus jugadores militando en la élite del fútbol europeo, caso Gylfi Sigurdsson, Aron Gunnarsson, Alfred Finnbogason, entre otros, que fueron partícipes de otro hito al llegar a los cuartos de final de la última Eurocopa en el año 2016. Jorge Sampaoli, Lionel Messi y compañía deberán pasar este duro escollo el próximo 16 de junio, en la capital rusa de Moscú. Sólo queda esperar y esperar, mientras de fondo suena “The Final Countdown”, con la inigualable voz de Joey Tempest.
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- AUTOR
- Juan Podestá
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